Vox entierra los presupuestos de Ayuso y sigue enrocado en el 'no' a Almeida

El escenario de prórroga presupuestaria es una realidad para el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. El pasado viernes, en la comisión del ramo, Vox se alió con la izquierda y votó en contra de las cuentas regionales. Al PP no le salen los números y, este lunes, la Mesa de la Asamblea ratificó el dictamen desfavorable de la comisión y desconvocó el pleno de presupuestos. Sin sesión ni debate, la región empezará 2023 con el plan de ingresos y gastos de 2022. La diferencia en la capital es que Vox jugará al misterio hasta el último minuto.

La comisión extraordinaria y urgente celebrada este lunes (de las áreas de Hacienda y Personal y de Economía, Innovación y Empleo) es el primer trámite que deben superar las cuentas de Almeida de cara a su aprobación definitiva. Todos los grupos municipales comparten su veredicto inicial y, si el borrador consigue los apoyos suficientes, se acuerda su traslado al pleno. El procedimiento es el mismo a nivel regional.

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Sara Medialdea

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Aunque la edil Cabello dijo «abstención» en nueve rondas, en las que se decidía sobre un total de 407 enmiendas, el partido negó después que fuera a repetir en el pleno. «Por el momento, nos reservamos el sentido del voto», lanzaron fuentes del grupo municipal. Y así Ayuso da por perdidas sus cuentas, mientras que Almeida las mantiene vivas, aunque sea mediante respiración asistida. «Hasta el 31 de diciembre hay plazo para aprobar el presupuesto», sostienen desde el Área de Hacienda y Personal. Hasta el 31 de diciembre, el presidente del pleno, Borja Fanjul (PP), puede convocar una sesión 'in extremis'.

Vox mantiene su 'no' inamovible a conversar con el equipo de gobierno de PP y Ciudadanos. «No han presentado enmiendas, ni a la totalidad ni parciales, con lo cual, no hay con lo que negociar», lamentaba este lunes la concejal delegada de Hacienda y Personal, Engracia Hidalgo (PP), después de semanas sin avances. En una entrevista con ABC, la autora de unas cuentas que pretenden bajar el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) al tipo mínimo legal ya tachó la actitud de Vox de «falta de respeto institucional». «Nunca me había pasado, en toda mi carrera profesional, que alguien se negara a escucharme en una mesa de negociación», escenificó.

El muro se levantó en septiembre, cuando el portavoz del grupo municipal, Javier Ortega Smith, fió el apoyo de sus cuatro concejales al fin de las restricciones del nuevo Madrid Central. Esta zona de bajas emisiones, sustituta de la medida estrella de la exalcaldesa Manuela Carmena, es su «línea roja» para votar a favor de los presupuestos. Su condición: posponer el veto a los vehículos más contaminantes (con etiqueta medioambiental A) en el corazón de Madrid. La postura de Almeida: la nueva Ley de cambio climático obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a diseñar zonas de bajas emisiones.

Ni siquiera la moratoria a los transportistas con etiqueta B que anunció la semana pasada el alcalde, y que este martes contará con el visto bueno del pleno (la última sesión ordinaria del año), facilitó un acercamiento con Ortega Smith. «No es un guiño a nosotros, sino a la realidad», reprocharon desde el grupo. Nada cambia y la fecha límite se acerca. PP y Ciudadanos suman 26 votos; la izquierda, Más Madrid, PSOE y el Grupo Mixto, 27 votos en contra. Para sacar adelante los presupuestos, la abstención de Vox no es suficiente. En la comisión, el documento ha logrado un dictamen favorable gracias a la presidenta de la sesión, la popular Blanca Pineda, que ha utilizado su voto de calidad para deshacer el empate. Una estrategia que no existe en el pleno.

«Necesitamos un 'sí' expreso por parte de Vox, cosa que hasta ahora no se ha producido», insistía este lunes la concejal Hidalgo, «sigue bloqueando los presupuestos del ayuntamiento, exactamente igual que los de la Comunidad de Madrid». En la política autonómica, Vox registró sus enmiendas a las cuentas 6 minutos fuera de plazo, «por error». Era principios de diciembre y Rocío Monasterio dijo que se abstendrían en la votación. El partido cambió de rumbo a los pocos días y la semana pasada compartió su 'no' en la comisión. Ahora, Monasterio pide que se habilite el mes de enero para tramitar los presupuestos con algunas de sus enmiendas perdidas. El PP defiende que no es posible. «Por nosotros que no quede...», tuiteaba este lunes la portavoz de Vox. Por ellos, en la capital todavía puede haber un giro de guion.