Los embalses madrileños aguantan el verano más seco con reservas del 64%

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Europa Press

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Agosto comenzó en la Comunidad con los embalses que gestiona el Canal de Isabel II -que son 13; los de San Juan y El Pardo los gestiona la Confederación Hidrográfica del Tajo- con más de 603 hectómetros cúbicos de agua almacenada. Un 64 por ciento de su capacidad máxima. Menos que hace un año -9,2 puntos menos, concretamente-, aunque en una situación hidrológica de «normalidad», tal y como la califica la consejera de Medio Ambiente, Paloma Martín. Una circunstancia mucho mejor -de hecho, 25 puntos mejor- de la que se da en el conjunto del país, donde las reservas de agua están en el 39 por ciento. Con esta perspectiva, asegura, «no es necesario tomar medidas restrictivas», aunque avisa: «Estaremos atentos al consumo y al llenado de embalses si se producen precipitaciones».

A más calor, inevitablemente, más consumo de agua. El líquido elemento es el recurso no sólo para calmar la sed, sino también para hacer más llevaderas las altísimas temperaturas. El ejemplo lo hemos tenido en julio: se produjo un aumento del 9 por ciento en el consumo de agua, en comparación con el mismo mes del año anterior. En total, el Canal de Isabel II derivó 53,4 hectómetros cúbicos de agua para el consumo de los madrileños en el último mes, lo que supone 4,4 hectómetros cúbicos más que el mismo periodo del pasado ejercicio. En junio también hubo un aumento del agua consumida en Madrid, de un 11 por ciento.

Algo a lo que se ha añadido la escasez de lluvia: apenas se registraron precipitaciones que afectaran a las presas. Según los datos del Canal de Isabel II, éstas sólo recibieron 5,8 litros por metro cuadrado este pasado mes, frente a los 12,7 de media que señala la serie histórica; menos de la mitad.

Aunque muchos madrileños salen por vacaciones durante el verano, lo cual podría traducirse en un descenso de consumos, también son muchos los que se quedan en zonas de la sierra, que también reciben visitantes en esta época, «lo que incrementa el consumo», apunta la consejera Martín.

No obstante, advierten los responsables del suministro de agua a los madrileños, los incrementos observados no son alarmantes: los datos generales en la región, desde que arrancó el año hidrológico el pasado 1 de octubre, arroja cifras prácticamente iguales a las del anterior periodo: un gasto de 399,9 hectómetros cúbicos, «con diferencia de solo 0,4 puntos», explica Belén Benito, directora de operaciones del Canal.

De hecho, insiste esta responsable en la necesidad de un «consumo responsable y eficiente del agua», que mantenga hábitos de ahorro que ya se practican, como «la ducha en vez del baño, utilizar los electrodomésticos a carga completa, vigilar las pequeñas fugas en grifos y cisternas, regar en horas nocturnas y cubrir las piscinas. Gracias a esto, los ahorros conseguidos son significativos», afirma.

Que Madrid haya logrado mantener un volumen de agua embalsada por encima del 63 por ciento en las actuales circunstancias tiene que ver, en opinión de la consejera de Medio Ambiente, con tres factores. Por un lado, porque la región cuenta con unas infraestructuras adecuadas, una gran red de embalses repartidos por toda su geografía.

En segundo lugar, porque se «sigue invirtiendo en infraestructuras», con programas como el Plan Sanea -más de 500 millones de euros hasta 2030 para renovar 235 kilómetros de redes de alcantarillado- o el Plan Red -que renovará más de 3.000 kilómetros de tuberías de abastecimiento en los próximos años, y arranca con una primera fase que invertirá 350,6 millones para cambiar 1.200 kilómetros de tuberías en los próximos cuatro años.

La tercera pata del banco tiene que ver con la progresiva disminución del consumo que se viene observando desde el año 2005 -la fecha de la última gran sequía en Madrid-: «Casi un 30 por ciento ha bajado», explica la consejera, tanto por el ahorro de los madrileños como por las mejoras en la infraestructura que han reducido las fugas y pérdidas, y por actuaciones como el uso de agua regenerada para riegos en zonas verdes y usos industriales.

Eso sí, ante los problemas que se dan en este campo, exige «visión de Estado: que se acometan grandes obras de infraestructuras para la España seca. Que el Gobierno de la nación lidere los problemas de carencia de agua».