Un bulevar verde a los pies de las Cuatro Torres para rematar la Castellana

Este 'remate' norte de la Castellana, que comenzará a ejecutarse antes de verano y acabará previsiblemente en la primavera de 2027, forma parte del futuro desarrollo de Madrid Nuevo Norte, el barrio donde se establecerá el futuro centro de negocios de la 'city'. En paralelo al desarrollo de este nuevo proyecto, explican fuentes del área de Obras y Equipamientos, liderada por Paloma García Romero, cada administración tiene que llevar acabo una serie de infraestructuras complementarias, como la ampliación del Metro, la reforma de la estación de Chamartín... Esta, que formaba además parte del programa electoral con el que Almeida concurrió a las elecciones, en 2023, era la que le tocaba al Ayuntamiento. Y es la que más adelantada va, presumen.

Aún es pronto para hablar de las afecciones al tráfico, pero desde el consistorio, tras pedir las disculpas de rigor a los vecinos por las molestias que causarán estos casi dos años de trabajos, pero sí adelantan que dejarán abiertos al tráfico los laterales de la Castellana, donde se mantendrán dos carriles por sentido.

El tronco central deberá estar cortado el tiempo que dure la ejecución del futuro túnel, que construirá la UTE liderada por Ferrovial Construcción, Gestión y Ejecución de Obra Civil y Licuas. Esta nueva vía soterrada contará con dos niveles y permitrá la continuidad del tronco de la Castellana hasta el Nudo Norte y su conexión con vías como la M-30, M-607, A-1 y M-11. En el sur, la boca al túnel se corresponderá con la del actual paso inferior que salva la intersección con la calle Sinesio Delgado, mientras que al norte su final se situará junto a La Paz, conectando directamente con el Nudo Norte.

Antes

Después

En el primer nivel habrá tres carriles por sentido, sin contar los diferentes accesos, salidas y enlaces. Habrá conexiones desde los ejes de Sinesio Delgado, Monforte de Lemos y acceso a Chamartín para garantizar las actuales circulaciones del ámbito y la conectividad de los viarios locales con el Nudo Norte a través del paseo de la Castellana. Fuentes del área de Obras explican, sin embargo, que aunque no aumenten la capacidad de la vía el tráfico mejorará, pues cuando se construya el segundo nivel (que por ahora será un fondo de saco) los conductores podrán hacer algo que hoy no se puede hacer porque está el nudo de la M-30, que es conectar directamente el barrio de Begoña con Madrid Norte.

El proceso de construcción de este nuevo túnel será exactamente el mismo que se está usando para enterrar el Paseo de Extremadura, el 'cut and cover'. Esta forma implica un soterramiento sin tuneladora en el que primero se construyen con pilares y planchas las paredes de las vías enterradas y después se tapa, lo que permite los remates del trabajo subterráneo con las labores en superficie.

En este sentido, a nivel subterráneo, el parque Castellana no incluye grandes innovaciones. Sí las habrá en el diseño del futuro parque Castellana, el ajardinamiento en superficie del que disfrutarán en primera línea no solo los empleados de las Cuatro Torres, sino también los vecinos de la colonia de San Cristóbal, una urbanización de los años treinta ligada a la historia de la EMT y diseñada por el arquitecto Secundino Zuazo , padre de la Casa de las Flores, donde vivió el poeta chileno Pablo Neruda, o de los edificios de Nuevos Ministerios.

«Al final, toda la Castellana está jalonada por una sucesión de glorietas con juegos de aguas y algún monumento. Por lo tanto, el remate también tenía que tener estos elementos», destacan desde el área de Obras. Por eso, este parque Castellana estará presidido por una fuente monumental, «muy potente, al estilo de las grandes fuentes de Montjuic». Junto a ella, habrá una gran plaza pública en la que se podrán celebrar incluso pequeños eventos.

Otros dos elementos distintivos de este nuevo jardín urbano serán sus pérgolas. La primera será una gran pérgola de 25 metros de diámetros constuirda con acero y madera, con plantas tapizantes en la parte superior y pulverizadores de agua. Esta es la denominada «pérgola climática». Separadas por un bosque y dos caminos transversales con bancos, circuitos de gimnasia para mayores, zonas de juegos infantiles y hasta un quisco-cafetería, estará la segunda pérgola. Esta, que acogerá el único paso transversal de todo el ámbito para el transporte público y el tráfico local, contará con paneles fotovoltaicos.

Con el fin de 'esconder' las bocas del nuevo túnel, en la parte sur del parque Castellana se creará una suave colina con bancos de piedra. La pendiente se aprovechará para crear siete líneas de piedra escalonadas en forma de gradas que generarán una suerte de teatro al aire libre «similar al que se ha hecho en Plaza de España con los túneles de Bailén», señalan desde la dirección del proyecto.

Para completar esta renovación del ámbito de las Cuatro Torres, actuarán también ambos flancos del paseo de la Castellana y crearán un carril bici bidireccional y segregado –cuya ubicación exacta están aún ultimando–, que conectará después con la infraestructura ciclista que se construirá en Madrid Nuevo Norte.

Con todo este soterramiento del extremo de la Castellana a estrenar, queda pendiente «darle una vuelta» a Plaza de Castilla, reconoció el alcalde. Pero eso ya es otra obra. Para otro mandato.