Bandas latinas: detenidos ocho menores de edad en una reyerta a cuchilladas y palos en Villa de Vallecas

El suceso se produjo a partir de las 19.15 horas, cuando se empezaron a recibir llamadas de emergencia de vecinos de la zona. Alertaban de que en la calle de Puentellarra, en el barrio de Santa Eugenia, se estaba produciendo una pelea multitudinaria entre jóvenes; especificaron que había numerosas armas blancas de por medio. Cuando la primera patrulla de la Policía Municipal iba de camino, una nueva comunicación de testigos confirmaba la reyerta, y además de cuchillos hablaban de palos.

El primer indicativo que llegó a la zona no vio a nadie sospechoso en la escena, pero sí observó bastantes cristales rotos de botellas. En ese momento, los agentes se locales se cruzaron con varias patrullas de Policía Nacional por la zona, que también estaban realizando batidas.

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Un testigo de 14 años informó entonces a los agentes: «Tengo mucho miedo porque uno de los que ha participado en la pelea es un conocido mío y me ha amenazado en muchas ocasiones con apuñalarme. No le digáis nada de mí porque me da miedo«. Y ofreció el nombre de pila de ese sospechoso y la indumentaria que llevaba en esos momentos.

Además, indicó el lugar preciso donde se había producido el ataque, el aparcamiento de la calle de Puentelarra, frente al colegio público Blas de Otero, de Infantil y Primaria. El adolescente, precisan fuentes del caso, había sido sólo testigo, sin participar en la gresca. Añadió que había visto cómo utilizaban palos, cinturones y cuchillos de grandes dimensiones. Y que, al escuchar las sirenas de los coches de Policía, habían huido a la carrera, hacia el parque del camino de Vasares.

La Policía Municipal localizó a un grupo de seis jóvenes en un descampado cercano. Mientras, los nacionales encontraron en unos matorrales de la zona dos armas blancas de considerable tamaño, que coincidían con las características aportadas por el joven testigo.

Además, el CNP, en nuevas batidas, encontró a dos jóvenes sospechosos. En los cacheos que les hicieron, a uno de ellos le encontraron una riñonera en la que llevaba un cinturón con una hebilla y tachuelas gruesas, así como una navaja de cachas marrones. Al otro le descubrieron en otro bolsito un cinturón con la hebilla en forma de águila (aprovechan la forma de las alas del animal para hacer más daño al golpear a sus contrincantes) y otro cuchillo de grandes dimensiones. Quedaron detenidos, como los primeros seis que fueron sorprendidos en el descampado del barrio.

Asimismo, se entrevistaron con otros dos jóvenes, que especificaron que no eran agresores, sino víctimas: «A nosotros nos han pegado en la espalda. Los que nos han pegado han huido al escuchar las sirenas de los coches de la Policía». Efectivamente, presentaban marcas en la espalda, de haber sido golpeados con un palo, así como arañazos en la nuca.

Como resultado de la intervención, fueron arrestados ocho menores de edad en las dos requisas: los intevinientes, según explican fuentes policiales a ABC, entienden «que pueden ser de alguna banda juvenil», por su 'modus operandi'; «aunque no portaban ningún distintivo» de algún grupo concreto (normalmente, Dominican Don't Play y Trinitarios).

En concreto, son un venezolano de 15 años, otro menor de 16 originario del este de Europa; y varios nacidos en Madrid: uno de 17 años, otro de 16, otros dos más de esta misma edad, uno de 15 y más de 16 y 17. Todos fueron puestos a disposición del Grupo de Menores de la Policía Nacional (Grume) de Madrid. En resumen, fruto de todos los chacheos, los agentes se incautaron de un cinturón con brillantes a modo de tachuelas que utilizaron para provocar heridas; así como otra correa con la forma de un águila en la hebilla, ya antes mencionada; un cuchillo de 7 centímetros de hoja (16 en total); un cuchillo jamonero con una hoja de 25 centímetros y un total de 38 contando con la empuñadura; otro de hoja de sierra de 17 centímetros (28 con el mango negro), y un pasamontañas.