Ayuso luce el 'modelo Madrid', que atrae a Feijóo y a los barones populares

A un mes de las elecciones generales, el Partido Popular mira ese 'modelo' de éxito como un referente para todos, no solo por los números de la victoria electoral, sino por la movilización social que tiene detrás. Ayuso está centrada ahora mismo en que su Gobierno eche a andar a partir del próximo lunes, cuando los consejeros tomen posesión y se reúnan después por primera vez.

Pero en la campaña electoral se pondrá plenamente a disposición de Génova para colaborar y viajar a los lugares donde se considere más relevante su presencia. Fuentes próximas a la presidenta madrileña explican que ha recibido peticiones «de todas las provincias», pero esperará a lo que indica el comité electoral del PP y, sobre todo, lo que le diga Alberto Núñez Feijóo. La idea es que participe en cinco o seis actos en esas dos semanas. Todo con un objetivo, que fue también el de su campaña electoral: doblar el pulso a Sánchez y abrir una nueva etapa política en todo el país.

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En la Real Casa de Correos coincidieron Carlos Mazón y María Guardiola, la cara y la cruz de lo que está sucediendo en las negociaciones entre el PP y Vox después del 28 de mayo. La dirigente extremeña fue recibida con frialdad por sus compañeros y pronto se extendió el rumor de que había tomado nota y estaba preparando un giro en su estrategia. Una de las veteranas del partido, la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, metió baza y subrayó su «máximo respeto por Vox». «La mayoría de sus votantes eran votantes nuestros», recordó.

El PP de Madrid, con mayoría absoluta en la Asamblea, vive ahora sin las preocupaciones de otros y sin las urgencias de pactos que ya vivió la propia Ayuso en elecciones pasadas. Ahora, su portavoz en la Asamblea, Carlos Díaz-Pache, se ha estrenado con un mensaje de cordialidad y entendimiento con el resto de los grupos parlamentarios, a pesar de la mayoría absoluta que tiene su partido.

El único barón del PP que pasó por el micro de la prensa fue el de Castilla y León, el primero en sellar un Gobierno de coalición con Vox en su comunidad. Feijóo, por cierto, no estuvo en su toma de posesión como presidente regional, en un gesto elocuente que contrastó ayer más aún con su entusiasmo por el papel político de Ayuso en este momento. Alfonso Fernández-Mañueco puso al Gobierno de la Comunidad de Madrid como ejemplo de la apuesta que se está viendo en el conjunto de España por el cambio, que a su juicio se concretará en las urnas el 23 de julio.

Una Díaz Ayuso emocionada recibía los aplausos de las personas que llenaban el patio de la Real Casa de Correos en su tercera toma de posesión consecutiva como presidenta regional. Una carrera meteórica en la que ha ido de menos a más: de los 30 diputados que obtuvo en 2019 a los 65 de 2021, y los 71 de 2023. El «modelo Ayuso» de «decir lo que piensa y hacer lo que dice», como lo definió ayer Alberto Núñez-Feijóo, se ha convertido para el PP en un ejemplo. Así lo ve también la presidenta, que en su discurso recordó lo que Ortega llamaba «misión de capitalidad» de Madrid y se comprometía a seguir «contagiando nuestra vitalidad al resto de España».

Con el programa que presentó en campaña como hoja de ruta, y el equipo de gobierno que ha elegido, y que el lunes tomarán posesión, Díaz Ayuso se lanza a «una etapa política nueva para Madrid». Que afronta libre de cargas en todos los sentidos: ella ha elegido a cada uno de sus consejeros y consejeras, de entre «una generación que pide paso porque le ha llegado la hora. Esta es mi generación, somos los nacidos en torno a 1977, hijos de la Transición a la que tanto debemos».

Una declaración de principios que salpimentó con otras ideas: que hay que evitar «el resentimiento y el rencor» de la Guerra Civil «que se quiere desenterrar, y que solo nos llevaría a destruirnos en agravios». Que su objetivo principal es «apoyar el esfuerzo, se tenga éxito o no, sin dejar nunca a nadie atrás. Porque en Madrid todos vamos en el mismo barco». Y que la región apoya al Rey y a la Constitución.

La presidenta se puso deberes, a sí misma y a su equipo: «Lograr el pleno empleo a través de la digitalización, combatir el invierno demográfico, paliar la soledad no deseada, facilitar el acceso a la vivienda o seguir bajando los impuestos». Y eso, sin dejar de atraer la inversión y el talento, y logrando de paso que «Madrid sea ese lugar al que cada vez más gente se quiere venir a vivir».

En su discurso, Díaz Ayuso hizo referencias a las familias, los mayores, los jóvenes, y los que llegan desde otras regiones o países. Prometió trabajar para que todos ellos se encuentren con la mejor versión de la región, con «el mejor Madrid de la historia».

Ayuso acabó con unas palabras que consiguió emocionar a su equipo: «Será, seguro, una gran aventura, llena de trabajo, alegrías y dificultades. Ojalá que cuando los que hoy son niños o están por nacer hagan historia, podamos decirles con orgullo: 'Sí, yo estuve allí'».

Los plazos siguen corriendo tras las elecciones del 28 de mayo. Una vez investida y tras jurar su cargo como presidenta de la Comunidad de Madrid, el primer Consejo de Gobierno de la nueva legislatura se reunirá el lunes en la Puerta del Sol. Será a partir de ese momento cuando el Ejecutivo regional tenga que fijar su agenda, en un momento en el que julio y agosto son meses parlamentarios inhábiles, por lo que el protagonismo político estará centrado sobre todo en la presidenta y sus consejeros.