Suscribete a
ABC Premium

CARTAS AL ALCALDE

Doscientos cincuenta y cuatro escalones

La cuesta de los Ciegos, paso frecuente de san Francisco de Asís

El día que san Francisco obró un milagro en Madrid

Perspectiva de la cuesta de los Ciegos IGNACIO GIL
Ángel Antonio Herrera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En desperezo de zigzag se abre la cuesta de los Ciegos, que anuda la calle de Bailén con la de Segovia, donde rompe el Viaducto. Ayer mismo conté doscientos cincuenta y cuatro escalones, que se escribe pronto. Es el más pronunciado desnivel de ... la ciudad, muy decoroso de arbolado, y bien regado. La cuesta de los Ciegos, sí. De esto iba yo ahora a hablarle, alcalde. Una leyenda atribuye tal nombre a los milagros que entre los ciegos del sitio obraba san Francisco de Asís, de paso frecuente hacia su monasterio.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia