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CARTAS AL ALCALDE

Un edén que no existe

Así, el Jardín del Príncipe de Anglona, alcalde. Queda en medio de los Austrias, con la proa que no tiene hacia la judería

Los mirones con arte

Jardín del Príncipe en el Palacio de Anglona ISABEL PERMUY
Ángel Antonio Herrera

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No es Madrid ciudad demasiado populosa en parques, y todavía menos en jardines, pero de pronto se da por ahí un portento recóndito, una reliquia insólita, un recodo impensable que tiene todo el ancho susto de la belleza.

Así, el Jardín del Príncipe de ... Anglona, alcalde. Queda en medio de los Austrias, con la proa que no tiene hacia la judería. Un jardín, cualquier jardín, visto así a bulto, en un reojo general, viene a ser un parque más la poesía, pero en este que hoy citamos ocurre eso mismo pasado por el romanticismo, porque se trata de uno de los ejemplos escasísimos, en la ciudad, de jardín nobiliario del siglo XVIII.

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