Abierto el plazo para pedir ayudas por ataque de lobo a explotaciones ganaderas de la Comunidad de Madrid

Con estas ayudas, se podrá hacer frente a la compra y manutención de perros mastines para defender las explotaciones ganaderas; o también utilizar otras herramientas como el uso de collares con GPS, pastores eléctricos y cercados fijos o móviles.

Desde el año 2018, según los datos de la Consejería de Medio Ambiente que dirige Carlos Novillo, los incidentes que se han producido a causa de la actuación de lobos, buitres o perros asilvestrados ha disminuido en un 67,34 por ciento: fueron 398 casos en el año señalado, y 130 en 2023.

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No obstante, cuando ocurren, se dispone de estas ayudas económicas públicas, que pueden pedir los ganaderos que tengan este tipo de explotaciones extensivas, siempre que su actividad se realice en territorio regional. No necesitan acreditar daños previos para solicitarla.

El Gobierno regional va a invertir 100.000 euros en esta iniciativa, «que contribuye al mantenimiento del sector primario, especialmente en las zonas de montaña donde sigue teniendo un peso importante para la economía de los municipios de la sierra, así como una gran influencia en la conservación y mantenimiento del medio ambiente», explican desde la consejería.

Serán subvencionables actuaciones como la compra de perros mastines y su manutención, el uso de collares con GPS para estos animales y la implantación de pastores eléctricos, cercados fijos o móviles. Estos gastos podrán realizarse hasta el 30 de septiembre de 2024, abonándose un máximo de 3.500 euros por titular y explotación.

Las ayudas, que han sido publicadas esta semana en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, tendrán régimen de concurrencia competitiva hasta que se agoten los fondos.

Entre los criterios para valorar la concesión se tendrá en cuenta so la granja está inscrita como ecológica, si el beneficiario es un joven ganadero o si la finca se encuentra dentro de la Red Natura 2000, así como que no hayan recibido apoyo en convocatorias anteriores.

Actualmente existen cinco manadas reproductoras de lobo en la región, y presencia de esporádica o permanente de ejemplares en otras zonas, sin que se haya detectado presencia de crías. Como se recordará, el lobo ibérico es una especie protegida por la Unión Europea. Se ha constatado en los últimos años una mayor alimentación de esta especie a base de animales muertos, así como una mejora de las prácticas de los profesionales y la modernización de sus infraestructuras, aspectos que inciden en este descenso de ataques.

Por otra parte, técnicos medioambientales y agentes forestales realizan un seguimiento intenso y continuado de los ejemplares a través de GPS y análisis de restos y huellas. Con ello, logran conocer su paradero, ampliar la información sobre sus hábitos y, en caso necesario, avisar a las granjas de su cercanía.