Vuelta a las clases, a medio gas, en los campus madrileños tras la resaca de Filomena

A las puertas de la facultad de Medicina, una joven estudiante apura el reloj antes de entrar al aula. «Nos han obligado a venir por que tenemos pruebas presenciales y exposiciones» , explica Cristina López, estudiante de tercero de Enfermería. «El Cercanías venía hasta arriba», añade sobre la compleja tarea de llegar hasta el campus. «Me parece un poco imprudente que nos hagan venir así, con el transporte público hasta arriba aunque lo hayan puesto gratis tres días», critica en plena tercera ola de la pandemia. Utilizar el coche no es la opción más recomendable con muchos de los vehículos aún inutilizados por la acumulación de hielo y nieve en sus zonas de origen.

A pesar de las alarmantes cifras que la pandemia está dejando en la región en las últimas semanas, en pleno auge de contagios de Covid-19, las universidades madrileñas decidieron la semana pasada, por unanimidad, mantener el modelo de presencialidad asegurando que sus centros son «espacios seguros». No es lo que cree otra de las alumnas de este centro que, preguntada por ABC, insiste en que más allá «de abrir las ventanas» no hay ningún otro sistema de ventilación forzada en las aulas. «Con el frío que hace...», dice con prisa por llegar tarde a clase. En ellas se prevé que durante estas semanas se examinen miles de matriculados. Sus quejas, expresadas desde la semana pasada, han caído en saco roto. «Hemos recogido firmas para que las pruebas sean online, aunque sea con cámara», explica Elena Fernández, estudiante de tercero de Medicina, incidiendo en que, a su juicio, no es normal «obligarles a acudir» de forma masiva a los centros para sus pruebas . «El problema está en la picaresca. Creo que los examenes y pruebas evaluables tienen que ser presenciales. Si ahora no es el mejor momento, sería mejor posponerlas para más tarde a hacerlos online», opina Diego Pérez, investigador en el campus Científico-Tecnológico.

Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid continuaba trabajando ayer en el operativo especial para despejar los accesos de los campus de nieve y hielo . Sus esfuerzos se centraron, sobre todo, en los recintos de la Universidad de Alcalá, y en Leganés y Getafe, de la Universidad Carlos III de Madrid, para poder reiniciar esta mañana las clases. Los alumnos de la Complutense, la Politécnica, la Rey Juan Carlos y la Autónoma se librarán hoy de hacerlo después de que sus rectorados lanzaran comunicados entre los pasados viernes y sábado en redes sociales y en sus páginas web. Los primeros tendrán que ir pasado mañana. Los segundos, y dado el estado en el que se encuentra aún su campus en Cantoblanco, esperarán hasta el próximo lunes 25. La estampa que ofrecía esta mañana el de Alcalá está aún lejos de la normalidad con coches aún rodeados por una capa gruesa de hielo y veredas abiertas a golpe de pala que hay que transitar con cuidado pese a las toneladas de sal esparcidas estos días. «Hemos estado trabajando a destajo desde el pasado lunes. Con máquinas y a mano para poder quitar los 40 centímetros de hielo y nieve que había en los viales», relata Jorge Molina, uno de los empleados en una de las obras cercanas al campus que fue llamado para colaborar en las tareas de limpieza.

En la Carlos III la vuelta a las aulas tampoco entra dentro de lo que puede definirse como «normalidad». Árboles caídos, ramas desgajadas y grandes acumulaciones de nieve reciben a los alumnos en el campus de Getafe. «Venir en coche es imposible porque los aparcamientos están inutilizados y en la calle es prácticamente imposible encontrar un hueco. No queda más remedio que venir en transporte público», explica Juan Albarracín, estudiante de cuarto de Comunicación Audiovisual en esta universidad pública. A su juicio «no era el mejor momento para retomar la actividad presencial» por los problemas de movilidad que ha añadido la resaca del temporal Filomena a los que «ya existen por la pandemia». Junto con otros compañeros de carrera opina que no entiende la postura adoptada por la Universidad que «tanto ha defendido su digitalización como un modelo puntero y eficaz durante la primera ola del Covid-19». «No creo que tenga sentido hacernos venir de forma masiva en estas circunstancias en aras de la excelencia de la que presume la Carlos III», añade justo antes de entrar a uno de los numerosos exámenes que se celebrarán hoy en el campus. Y matiza: «En las aulas sí me siento seguro. Las medidas de seguridad son correctas, aunque la estrategia para hacernos volver creo que ha sido la equivocada».

A pesar de ello, los edificios y espacios de la Carlos III en Getafe están a medio gas. En las cantinas apenas hay productos que ofrecer a los alumnos. «No ha podido llegar nada aún. No tenemos frescos ni pan que ofrecer. Solo bollería, café y refrescos. He podido hornear algo de pan congelado para hacer unos pocos bocadillos, pero poco más», explica una de sus empleadas tras la barra de lo que, cualquier otro día, sería un lugar atestado de jóvenes.

Carlos Avis, estudiante de cuarto curso en Derecho, también tiene exámenes hoy. « Creo que deberían haberlos pospuesto si no quieren hacerlos online . Entiendo las reticencias para evitar que la gente copie, pero si funcionó el curso pasado cuando estábamos con las mismas cifras de Covid-19 no entiendo por qué ahora no...», opina.

Tras recorrer el campus en busca de la opinión de los docentes, Diego Álvarez accede a dar su opinión sobre la importancia que, a su juicio, tiene la presencialidad «a pesar de las circunstancias». «Las pruebas online no tienen sentido como forma de evaluación, no al menos tal y como está concebida», explica este profesor de Matemáticas. «Si queremos la fórmula de un examen al uso para evaluar, mi opinión es que o se hace presencialmente o es mejor posponerlo . O, incluso, dar un aprobado general», asegura.

Es el único profesor de cuantos ha intentado recabar su opinión este diario que no ha tenido inconveniente en identificarse. «El sistema a distancia es una mierda», dice uno de los que prefiere mantener el anonimato «por miedo a represalias del rectorado», tras recoger un enorme taco de exámenes en la reprografía. « Retrasar las pruebas tampoco es razonable con Bolonia como sistema. Es materialmente imposible posponerlas porque implicaría retrasar el inicio del cuatrimestre. Hay que tener en cuenta que tenemos alumnado extranjero procedente de diferentes programas», describe. «No veo el inconveniente. Solo se trata de reorganizar el calendario. Si hace falta venir un sábado, se viene. Es cuestión de voluntad», rebate el profesor Álvarez.

Como viene informando ABC, los catorce centros, públicos y privados mantienen el protocolo contra el Covid-19 en marcha desde el pasado mes de septiembre. Para la Consejería de Ciencia, Universidades e Innovación, todas las medidas de seguridad tomadas en los centros universitarios han sido efectivas. Su máximo responsable, Eduardo Sicilia, ha puesto en valor desde entonces que no se haya producido un brote en ningún aula universitaria gracias a este protocolo –consensuado por la Consejería de Sanidad, el Ministerio de Universidades y los propios centros–. Sin embargo, muchos de los alumnos sondeados por este diario siguen mostrando su temor a contagiarse en las aulas.

Los test de antígenos de la Comunidad de Madrid llegarán esta semana a los campus de siete universidades , entre ellas a la Carlos III –en el auditorio Palmira Pla–. El miércoles comenzará la realización de pruebas de antígenos a jóvenes con edades entre los 18 y 29 años que hayan solicitado su cita a través de las web habilitada a tal fin ( www.comunidad.madrid/servicios/salud/covid-19-test-antigenos-jovenes ). También se realizarán estos test en el campus de Móstoles y Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos; en el Campus Sur de Vallecas de la Politécnica; en el Pabellón Gala de la Universidad de Alcalá. En la Universidad Autónoma será en el campus de Cantoblanco y en la Complutense aún está por determinar el lugar donde se desarrollarán dichas pruebas.