Puerta: «No sé por qué le han encumbrado así»

«Yo, ese día, llegaba paranoico perdido a encontrarme con Violeta. Había pasado toda la noche sin dormir, consumiendo droga en la Cañada Real. Además, había perdido la insulina [es diabético]», explica a ABC. «Ahora, ya no consumo ningún tipo de sustancia estupefaciente», asegura desde la cárcel de Estremera, donde se encuentra en el módulo de presos preventivos.

« No le pegué a Violeta»

Sobre el relato de los hechos de aquella tarde de verano, Antonio Puerta explica: «Neira dice que yo le estaba pegando una paliza a Violeta, pero eso no es verdad. Estábamos forcejeando por un teléfono móvil». Luego llegó el profesor. «Él me insultó. Me llamó cucaracha e hijo de puta», afirma.

Sobre la causa de la agresión al profesor, recogida por las cámaras de seguridad del Hotel Majadahonda, donde ocurrieron los hechos, Puerta asegura: «Estoy arrepentido y no quise hacerle daño». Pero también apostilla, ya que niega los malos tratos a su novia: «No entiendo cómo se ha encumbrado a ese señor de esta manera. Se han otorgado los papeles de villano y de héroe sin que haya habido un juicio aún por malos tratos. Y no los hubo».

«No hay sábado en que mi familia no acuda a verme a la cárcel. Tengo una familia maravillosa. Recibo muchas cartas de amigos y amigas. También Violeta viene todos los sábados a visitarme, porque seguimos teniendo una relación sentimental». Sobre las declaraciones de su pareja en los medios de comunicación, apenas quiere pronunciarse, pero sí dice una cosa: «Violeta reivindica mi inocencia».

Sobre su día a día en la nueva cárcel explica que no tiene un compañero de celda fijo, sino que van rotando. Pasa el tiempo libre entre el patio y el gimnasio.