La Policía detiene a tres de los ladrones de los cuadros de Francis Bacon en Madrid

Los tres sospechosos conformaban una banda de delincuentes comunes con otro cuatro individuos, también arrestados en esta operación. Se trata de españoles que rondan la treintena de años y con un amplio historial en robos con fuerza, indicaron a ABC fuentes de la investigación. El juez ha ordenado el ingreso en prisión provisional de tres de los sujetos de este entramado criminal.

El robo se produjo en junio de 2015 en la vivienda donde reside José Capelo , de 61 años, quien fuera íntimo amigo y heredero del genial artista, en la plaza de la Encarnación, a dos pasos del Senado. Tal como hacía la banda ahora arrestada, los cacos aprovecharon que el morador se encontraba en Londres y anularon el sistema de alarmas y forzaron la puerta de acceso a la vivienda. «Trabajaron» con la mayor de las precauciones, para no dejar rastro de su identidad, lo que da idea de su «profesionalidad». Ningún vecino oyó nada. También se apoderaron de una caja fuerte con varias colecciones de monedas, joyas y diversos efectos de valor.

El suceso fue denunciado en la comisaría del distrito de Centro, en la calle de Leganitos , cuando Capelo regresó a Madrid. La Brigada Central de Patrimonio Histórico tomó las riendas de una investigación muy compleja, habida cuenta de que en un principio no se hallaron pistas sobre la autoría. En mayo pasado, la Policía arrestaba a siete personas por estos hechos. La pista fundamental fue la comunicación recibida por parte de una empresa británica dedicada al mundo del arte de un sujeto residente en Sitges (Barcelona) preguntando por un «bacon» . La mercantil quiso cotejar con las autoridades españolas si el material por el que preguntaban figuraba como sustraído. Y dieron en la diana. La foto remitida a los británicos era de una de las piezas sustraídas.

Una laboriosa investigación permitió dar con el modelo de cámara utilizado para captar la imagen y desmadejar parte de la trama, en la que no faltaban peristas del Rastro , vendedores de joyas y un marchante de arte, que fue el que realizó la consulta a la empresa británica. Pero los cuadros seguían sin ser hallados.

La investigación nunca se ha parado. De hecho, se ha cruzado con la que la Jefatura Superior de Madrid estaba llevando a cabo sobre unos asaltantes de oficinas, especialistas en reventar cajas fuertes y robo de ordenadores. Tres de ellos también habían participado en el robo de las obras de Bacon.