El micrófono juega una mala pasada a la presidenta de la comisión: «¡Es que esto ya manda huevos!»
Era la una y cuarto de la tarde. Casi tres horas de comisión transcurridas, y aún había que esperar hasta las diez menos veinte de la noche para levantar la sesión. Pero a Rosa Posada, la estricta presidenta de la comisión de los espías, el ... micro, como a tantos otros políticos, le jugó una mala pasada. La que fuera presidenta de la Asamblea en la II Legislatura (1987-1991) se mostró contrariada cuando la portavoz de IU, Inés Sabanés, pidió un receso al llegar a sus manos el informe interno ordenado por Francisco Granados sobre el caso. A Posada no le quedó más remedio que suspender la sesión para que tanto Sabanés como los miembros del PSOE de la comisión -a quienes también les llegó tarde el documento- pudieran leer los folios y analizarlos.
Pero Rosa Posada, que no siempre acierta a hablar con el micrófono abierto, tuvo en este caso la experiencia contraria. Y tras levantar la sesión, visiblemente aireada, espetó «¡Es que esto ya manda huevos!», frase que, no por «trillada», pasó de largo para los peridistas.
Además de esta anécdota, Posada fue criticada en la jornada de ayer por la oposición por no permitir hacer preguntas al PSOE sobre la trama Gürtel y por permitir que el PP les criticara en su turno de palabra.
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