El legado de «La Codorniz» como nexo intergeneracional del humor absurdo

La primera de la secciones, a cargo del CA2M, se puede seguir en la web de este espacio regional para el arte contemporáneo –y desde ayer también en el propio museo con algunas – y en «Doré en casa», el programa «online» de la Filmoteca durante el confinamiento . En ella se revisa, desde la perspectiva actual, una serie de producciones audiovisuales. Los encargados de hacerlo son los investigadores Santiago Aguilar y Felipe Cabrerizo, que presentan «La Verbena» (1941), de Edgar Neville; y el cineasta Carlo Padial, que hace lo propio con «Don Viudo de Rodríguez» (1935), de Jerónimo Mihura, y «El corazón de un bandido» (1968), de Chumy Chúmez.

La segunda sesión se estrenará el próximo 5 de junio en los mismos canales que la anterior. El procedimiento del « doblaje disparatado » y del «collage audiovisual entre imagen y sonido» se convertirá en protagonista de este programa que pretende generar un efecto humorístico absurdo. «Gracias a Tono y Mihura y su disparate fílmico realizado en 1940, “Un bigote para dos”, y a Jardiel Poncela y sus “ Celuloides rancios ”, estos montajes tuvieron buena acogida por el público de los años 40», explican.

El cineasta Juan Cavestany y dos parejas humorísticas –Julián Genisson y Lorena Iglesias, y los Venga Monjas– serán los encargados de revisitar este peculiar género de la cultura española. Su colaboración ha permitido realizar un nuevo doblaje de la citada película «Un bigote para dos». El programa se completará con un doblaje de Joaquín Reyes –al estilo «retrospecter» o «mundo viejuno» célebre entre sus seguidores– de un fragmento del «Noticiario de Cine-Club» (1930), dirigido por Ernesto Giménez Caballero. «Una obra que congregó en su momento a intelectuales y vanguardistas de Madrid y Barcelona», explican desde la Consejería de Cultura y Turismo, que dirige Marta Rivera de la Cruz . «Este programa viene a evidenciar las transmisiones generacionales de un tipo de humor, basado en la dislocación, que se ha practicado en la cinematografía española durante décadas y que hoy sigue vivo en las prácticas humorísticas más contemporáneas, revelando la capacidad de permanencia que el humor absurdo tiene como seña de identidad de la cultura española», destacan.

El punto de partida por el que ambas instituciones han confluido en una colaboración «inédita hasta el momento» es el libro «La Codorniz (de la revista a la pantalla y viceversa)», de Aguilar y Cabrerizo –publicado por la Filmoteca Española con la editorial Cátedra–; y la exposición del CA2M «Humor absurdo: Una constelación del disparate en España» , y su libro homónimo, comisariada por Mery Cuesta. «Ambas instituciones han colaborado para trasladar sus proyectos directamente a las casas, en una serie de encuentros y relecturas de piezas fílmicas a cargo de algunas de las mentes y voces más sobresalientes del humor absurdo de hoy», concluyen.