Hotel Ritz, la capital recupera un icono del lujo
El centenario establecimiento reabre, después de tres años de obras, con el rescate de su histórica cúpula
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Iniciar sesiónLa plaza de la Lealtad era ayer por la mañana un ir y venir constante de gente con un mismo destino: el interior del número 5 de la vía, la puerta de entrada al hotel Ritz . En una esquina de la acera, las ... plantas y flores se acumulan perfectamente ordenadas en unos palés de madera. Cada poco tiempo, un operario acude a recogerlas y las traslada al jardín, donde se celebra una reunión de última hora entre los encargados de la restauración. Todo debe estar a punto para la inauguración , que tendrá lugar hoy, a las 12.10. Tras tres años cerrado por obras , uno de los iconos del lujo de la capital vuelve a descubrir su chaflán.
La opulencia –si cabe más que otrora– se materializa en el interior, y la vista se va directamente a la cúpula de cristal, oculta durante 80 años. Bajo ella, el Palm Court , uno de los cinco restaurantes del hotel –todos a las órdenes de Quique Dacosta –, donde los camareros hacen los últimos ensayos. Esta zona acogerá la propuesta gastronómica «más exquisita y característica del Ritz».
Más que a una renovación, el hotel se ha sometido a una restauración para recuperar el lustre que tuvo cuando abrió sus puertas, en 1910, imitando la arquitectura de la plaza Vendôme parisina y convirtiendo a Madrid en una de las mecas europeas del sector. Presentes siguen el espíritu de César Ritz, la historia y los destellos de la ‘Belle Époque’. Como novedad, se ha abierto la puerta que da a la calle de Felipe IV y que permite ver, desde la entrada principal y el vestíbulo, la fachada del Museo del Prado , tratando de poner en valor su ubicación, en medio del Triángulo del Arte .
Pero si hay algo que Mandarin Oriental , grupo propietario, quería destacar es la unión con la ciudad de Madrid. «Desde el inicio del proyecto, nuestro enfoque fue vincularnos totalmente con la ciudad , tal y como siempre lo ha estado el Ritz», afirma Greg Liddell, director del hotel. «Hemos creado una oferta gastronómica para los huéspedes, pero también para todos los ciudadanos», continúa. Ejemplo de ello es que en el restaurante Deessa va a cobrar protagonismo la despensa madrileña y el producto de proximidad. Pero no es lo único: en sus seis plantas, hay repartidas obras de la fotógrafa Paula Anta , que ha retratado a artistas españoles vestidos con trajes de época. La mayoría está en el bar Pictura , cuya pared quiere evocar a la de un museo.
El máximo exponente de la importancia de Madrid se encuentra en el vestíbulo. Los interioristas,, querían recrear en la entrada un jardín. La manera que encontraron para ello fue colocar en el techo una obra de arte inspirada en los árboles del Retiro . La pieza se compone de hojas de todas las especies que hay en el pulmón de Madrid: las endémicas, como el madroño o el olivo, se han recreado en latón y cobre; las alóctonas, como el jazmín, están hechas de níquel. «Se mezclan las hojas doradas con las plateadas para simbolizar que Madrid es una ciudad acogedora , abierta al mundo. Según vaya anocheciendo, las hojas se proyectarán alrededor del ‘lobby’, como si de un jardín se tratase», explican desde Mandarin Oriental.
Siguiendo con la decoración, los interioristas han recuperado el pan de oro en los medallones, pero han tratado que las estancias sean más austeras para que lo que realmente brille «sea el edificio». En las plantas superiores se reparten las 153 habitaciones que tendrá, ahora, 10 menos que antes para ganar amplitud, puesto que 53 de ellas son ‘suites’. En la entrada de cada una hay estampada una corona para recordar la importancia que tuvo el Rey Alfonso XIII en la construcción del hotel, convenciendo a amigos y banqueros para que financiaran el fastuoso proyecto. «En casi todas las habitaciones hay piezas de arte, con una referencia clara al Prado y al Siglo de Oro español. En algunas, las obras se enfocan en un detalle, como una mano de uno de los cuadros que haya en el museo. Los clientes se encontrarán con una explicación. Es una forma de invitar a que la gente visite el Prado », dicen desde la compañía.
'Spa' y bienestar
Por si fuera poco, el hotel cuenta por primera vez en su historia con una piscina. En el espacio de ‘spa’ y bienestar (hubo que levantar parte del jardín para construirlo) entra luz de directa y en el techo se recrea la constelación.
El Ritz vuelve en medio de una pandemia y coincidiendo con su 111 aniversario. El Covid ya retrasó su inauguración ante la imposibilidad de que los proveedores enviasen los productos. «Somos realistas, el negocio, en cuanto a reserva de habitaciones, va a ir lento. Quizá despunte a finales de año. Este periodo nos da la oportunidad de enfocarnos en cada detalle , pulir y mejorar de cara a 2022. Pero sí que vemos bastante movimiento en lo que se refiere a la oferta gastronómica y las reservas para los restaurantes», afirma Liddell, sobre los efectos que puede tener la situación epidemiológica, pero, ante todo, mantiene las ganas para que el Ritz vuelva a ser un emblema.
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