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Coronavirus

Los negocios de comida a domicilio disparan sus ventas: «La gente se ha cansado de cocinar»

Varios hosteleros con diferentes perspectivas alimenticias han duplicado sus pedidos debido al confinamiento decretado por el estado de alarma y a la necesidad de aislamiento de los contagiados por Covid-19

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Un trabajador de una empresa de pedidos a domicilio ordena los alimentos ABC
Álvaro G. Colmenero

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Han transcurrido ya más de tres semanas desde que la Organización Mundial de la Salud otorgó la categoría de pandemia a este pernicioso brote de coronavirus , que amenaza con cambiar los usos y costumbres del planeta. Desde entonces, todo ha tenido que modificarse a marchas forzadas. Medidas económicas y sanitarias de choque; nuevos métodos docentes a distancia; la supresión de las competiciones deportivas y también el modo de consumo de alimentos . El establecimiento de protocolos urgentes en materia higiénica han provocado que los hosteleros y propietarios de negocios hayan tenido que mover ficha para cumplir con la normativa y poder abastecer de comida a los clientes. Solo dos opciones: adaptarse o cerrar. Muchos de ellos han tenido que comunicar su clausura temporal, pero otros han decidido hacer de un horizonte oscuro una oportunidad para ingresar pingües beneficios .

Los siguientes protagonistas, al mando de negocios con diferente enfoque alimenticio, tienen una suerte en común: con la obligación del confinamiento general, obligado por el decreto del estado de alarma, han logrado disparar sus ventas mediante la comida a domicilio .

Desde el inicio de la crisis del coronavirus, la nutricionista Cynthia Rodríguez ha detectado que, en su negocio, al menos, han duplicado las ventas. Funcionan con un concepto diferente, dice, donde elaboran los productos en una cocina central y envían sus productos a través de transportistas. «Como somos nutricionistas, tenemos un plan nutricional para ancianos y para diabéticos , que son grupos de riesgo y están siendo muy demandados durante la crisis. Es un servicio que funciona muy bien para estos tiempos», explica a ABC al otro lado del teléfono la fundadora de MenúDiet, ubicado en plena calle de Alcalá, y resalta que, pese a tener siempre más demanda «online», durante estos días se ha visto acrecentada.

Con la irrupción del Covid-19, ese malicioso y desconocido contendiente, los primeros días de confinamiento parte de la población estuvo temerosa de adquirir productos a domicilio. «Hubo mucho miedo al principio y cayó todo el negocio» , apunta Iñigo Vega, propietario de tres restaurantes que sirven menús a domicilio. Este hostelero asegura que es «muy difícil» operar puesto que «cuesta encontrar materias primas y gente que quiera trabajar», además de que «cumplir con todos los protocolos: tener mascarillas, guantes, geles desinfectantes... es un esfuerzo extra». Con todo, su negocio, que es «puramente "online"», está obteniendo unas ventas «por encima de lo normal» debido, también, a que ha descendido notablemente la competencia. « La gente se ha cansado de cocinar y la opción que existe es que te lo manden a casa», señala. Entre sus marcas, The Vegan Burger, Finger Food y La Ración, destaca esta última, especializada en platos típicos de la comida española. «Hay una demanda enorme de comida tradicional: croquetas, tortillas de patatas... Este tipo de producto está teniendo mucho éxito».

Comida en lugar de flores

La necesidad o, simplemente, las ganas de sorprender al prójimo serían otras de las razones que explican este repunte: «Conozco el caso de un cliente que les mandó una comida especial a dos personas que están enfermas en casa. Hay otros que en lugar de mandar unas flores, envían un desayuno o una comida . Hay muchos hijos que mandan comida a sus padres», revela. «Sentimos que podemos ayudar», añade con orgullo. Y ahí, en la parte social, es donde hace hincapié este empresario para explicar el aumento de la demanda en los hogares. «Ahora la comida tiene un componente gratificante porque hay más tiempo para disfrutarla en familia», asegura.

Los dos socios Miguel Moreno e Iñigo Vega, en la cocina donde producen menús

En esta misma línea se engarza Manuel Castellanos, gerente de NoCocinoMás, un negocio de reparto de comida surgido en Sevilla pero que tiene de la capital española su mayor centro de operaciones. Ellos están especializados en un concepto fuera de lo común. «El cliente pide comida para toda la semana o para 15 días, diferentes menús de gastronomía tradicional y moderna, que luego pueden congelar». Castellanos señala que están «casi doblando las ventas» y que no paran de recibir pedidos . Dice que está directamente relacionado con el impacto del virus: «Hay mucha gente que nos llama para pedir comida para sus padres porque son mayores, viven solos y no quieren que salgan de sus casas a hacer la compra. También nos llaman personas que tienen el coronavirus y están aisladas. Otros que están aislados y quieren solicitar comida para sus padres porque ellos ya no pueden salir a hacerles la compra... Nos han llegado muchos pedidos por el tema del virus », zanja el gerente. Con la prórroga anunciada por el Gobierno hasta el 26 de abril, como mínimo, esta tendencia al alza parece que se podrá mantener, según apuntan los empresarios. Una oportunidad entre tanta desgracia para estos hosteleros, encuadrados en un sector que se ha visto duramente azotado por esta pandemia .

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