El juez de las cartas bomba amplía la investigación con una nueva pieza secreta

El asunto, que se sigue por presuntos delitos de terrorismo, se abrió a instancias de un atestado policial sobre la recepción en la Embajada de Ucrania en Madrid de un sobre explosivo que hirió al empleado de seguridad de la legación diplomática que lo manipuló el pasado 30 de noviembre.

Después afloraría que el primer envío de este tipo había tenido lugar el 24 de noviembre con destino a la Moncloa. Llegaron sobres de las mismas características, conteniendo pólvora y metralla, a la base militar de Torrejón de Ardoz, el Ministerio de Defensa, una empresa fabricante de armas de Zaragoza y la Embajada de Estados Unidos.

El juez, que escuchó el pasado 22 de diciembre a los responsables de seguridad de todos los puntos concernidos a excepción del de la empresa zaragozana, que será convocado más adelante; ha resuelto ahora practicar diligencias a puerta cerrada que según las fuentes consultadas, son de tipo tecnológico.

Cabe recordar que tal y como reveló este diario, los agentes de la Comisaría General de Información que están al frente de las pesquisas han estado analizando minuto a minuto los vídeos de seguridad de la central de Correos de Valladolid desde la que salieron los sobres y a la que se presume llegaron desde otra provincia limítrofe y por carretera.

En este contexto, Calama instó a los agentes practicar «distintas cuestiones tecnológicas», en un esfuerzo por acotar el recorrido que hicieron los paquetes en busca de autoría de los envíos. Son las diligencias que se recepcionarán ahora en esta pieza separada.