Secretario general de la asociación Unificada de militares españoles (aume)
Iñaki Unibaso (AUME): «No podemos tener armas de miles de millones y militares con el sueldo mínimo»
Denuncia que el plan de defensa del Gobierno ignora a los uniformados y sus condiciones laborales
Solo el 6,5% de los 10.471 millones serán para subida de sueldos y aumento de efectivos

Los militares llevan años reclamando una mejora de sus condiciones laborales y tenían grandes expectativas puestas en el aumento del gasto en defensa al que la OTAN ha empujado al Gobierno. Sin embargo, el plan anunciado esta semana por Pedro Sánchez ha generado gran «decepción» ... entre los soldados. «Ni retribuciones, ni instalaciones ni mejores condiciones», lamenta Iñaki Unibaso, secretario general de AUME, una de las asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas.
—¿Cómo habéis recibido el plan de defensa presentado por el Gobierno?
—Después del anuncio a tanto bombo y platillo y unas cantidades con las que se hablaba de mejorar las condiciones laborales y retributivas del personal militar, cuando fuimos al detalle nos llevamos un gran chasco. Se queda en una declaración de intenciones.
—La inversión del plan es la mayor aprobada hasta la fecha en defensa.
—Sí, pero en realidad nos vamos a una cantidad irrisoria para los militares. Las retribuciones se quedan escasísimas y no se dedica tampoco nada a mejorar los acuartelamientos. De 10.500 millones se va todo prácticamente a la industria de la defensa. Es una gran desilusión porque era una oportunidad única para dignificar las condiciones laborales.
—¿Cuál es su reivindicación en retribuciones?
—El montante global tendría que ser en torno a los 2.000 millones anuales para adecuar las retribuciones a lo que el personal se merece, en vez de los 400 millones aprobados. Pretenden dar carpetazo al asunto con esto, pero vamos a seguir reivindicando. No podemos tener grandes sistemas de armas de miles de millones de euros de coste en manos de profesionales con unas retribuciones cercanas al salario mínimo.
—¿Cómo son los sueldos de los militares españoles en comparación con los países vecinos?
—Estamos muy por detrás. Excepto Portugal, países como Francia, Alemania, Bélgica o Italia están en una situación mucho más digna. El plan del Gobierno habla de equiparación con los países más avanzados de la Unión Europea, pero nos quedamos muy lejos de ellos.
—¿Son entonces viables unas Fuerzas Armadas con material moderno pero efectivos precarios?
—Primero vamos a ver si hay ese personal, porque los últimos datos de reclutamiento van a la baja. ¿Cómo van a hacer atractivo ingresar en las Fuerzas Armadas si no hay unas condiciones laborales dignas?
Reclutamiento
«¿Cómo van a hacer atractivo ingresar en las Fuerzas Armadas si no hay unas condiciones laborales dignas?»
—¿Serán suficientes los 7.000 efectivos en cuatro años anunciados por Defensa?
—No sé si será suficiente o no, dependerá de los compromisos internacionales que se vayan asumiendo. Para los 3.000 militares que hay actualmente desplegados en misiones, detrás tiene que estar multiplicado por diez para hacer los adecuados relevos, la preparación de las misiones y para dar la logística necesaria. Eso sin desatender los cometidos propios de las Fuerzas Armadas en territorio nacional. Y descontando a los efectivos de la UME , que asume otras misiones.
—¿Existe entonces riesgo de que Defensa no sea capaz de cubrir las plazas que oferte?
—Creemos que puede ser. El número de candidatos actualmente no llega a tres por plaza. Esto es una situación preocupante porque después hay mucha gente que no termina el ciclo de formación o abandona las academias. Mucha gente se marcha del sistema al poco tiempo porque no se están haciendo las Fuerzas Armadas atractivas.
—¿Cuál es su relación con la ministra de Defensa?
—Ella es la presidenta nata del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas y no ha aparecido por él en los últimos cuatro años. La vemos esporádicamente en algún acto al que se nos invita, pero poco más.
—¿Tenían otras expectativas puestas en el Gobierno?
—Sí, teníamos las expectativas en todo lo alto. En 2018 una de las primeras cosas que hizo la ministra fue la mejora de la conciliación familiar, un avance muy importante. Pero a partir de ahí otros asuntos han quedado en agua de borrajas.
—El presidente del Gobierno intenta envolver el discurso de defensa en un paquete más amplio de seguridad. ¿Cree que eso es bueno?
—Hay algunos vínculos que son buenos, pero meter cuestiones civiles en un plan de defensa lo desvirtúa. Nos imaginamos que es para ganar el favor de aquellos más contrarios a las inversiones en defensa, pero es necesaria, lo estamos viendo a nuestras puertas en la frontera este europea.
Debate político
«Hay que hacer ver a la sociedad que las Fuerzas Armadas no son solo las juras de bandera en el pueblo o los desfiles»
—¿Os perjudica el lío político?
—El objetivo es convencer a los que no lo están, en este caso los socios del gobierno, de la necesidad de la defensa. Si el plan de defensa destinase de verdad un 35 por ciento a las condiciones laborales del personal seguro que contaría con mucho más respaldo de los socios de Gobierno y del ala izquierda del Congreso.
—Pero PP y PSOE, aparentemente, han tenido tradicionalmente cierto consenso en materia de defensa.
—Durante todo el periodo democrático en defensa han ido de la mano, ha habido consensos. El problema es que cuando hablamos de presupuestos se vota todo el proyecto en conjunto. Así que tendrán que dialogar, llegar a entendimientos y hacer ver a la sociedad que las Fuerzas Armadas no son solo la jura de bandera en la plaza del pueblo o los desfiles, van mucho más allá.
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