Xunta y Gobierno prolongan su disputa por la ley del litoral

Este miércoles, tras un acto en Santiago, a Gómez Besteiro no se le preguntó por ningún otro asunto. Era el tema estrella. Y el delegado del Gobierno replicó a Rueda, que «en absoluto» está siendo incoherente frente a lo anunciado por su compañero de filas Formoso. «A mí lo que me parece incoherente es, si queremos evitar un problema, por qué lo vamos a crear», terció, empleando una idea a la que ya recurrió en dos ocasiones el martes. Ahí, insistió, reside la «mayor muestra de incoherencia», y así, dijo, lo dejó patente durante su encuentro con Rueda.

A Besteiro le tocó, ante la prensa, lidiar con la papeleta de explicar por qué, entonces, Formoso se había adherido al proyecto legislativo de la Xunta. El martes el delegado dejó caer que, en el Parlamento, la postura del Grupo Socialista «evolucionará en ese sentido», tras recordar que la postura que trasladaba en nombre del Gobierno no era «nueva», sino que ya el propio Pedro Sánchez se lo había dejado claro a Rueda cuando se reunieron en La Moncloa. «Se verá cuando se tramite ese proyecto de ley», contestó este miércoles acerca de cuál será entonces el posicionamiento de su partido. «El PSdeG también está en la senda de la seguridad jurídica», añadió. A partir de ahí, procedió a defender que lo que «quieren» tanto los ciudadanos como los empresarios y los trabajadores es esa seguridad, tras recordar que «ninguna» petición de prórroga para permanecer en el litoral se ha resuelto de forma favorable. E insistió en que el «mejor camino» es la «vía» del «diálogo» con el Gobierno, que dará sus «frutos», como sucedió «en otras comunidades autónomas».

Recordó que así se lo trasladó a Rueda, y fue uno de los argumentos que también enfatizó en la sala de prensa de San Caetano: que Galicia tomara ejemplo de otras regiones como Andalucía o Canarias. De nuevo, el enroque con el argumento del que no se mueve el Gobierno: reforma, sí o sí, del Estatuto, para poder asumir la gestión del litoral. «No es así», rebatió Rueda este miércoles desde O Grove, donde participó en el acto de adhesión de Nova Pescanova a la Alianza galega polo clima. «Tuvieron que cambiarlo aquellas en que los estatuto no preveían que tenga esa competencia. El nuestro sí lo prevé», incidió.

El presidente de la Xunta recordó que así lo respaldan tanto el Consello Consultivo —el Gobierno posee el dictamen desde hace un año pero no responde— como otros informes jurídicos. Que «no sería necesario» modificar el Estatuto, sino que «todo sería mucho más sencillo». De ahí el proyecto de ley remitido al Parlamento, que lo que busca, reiteró, es que instalaciones como en la que se desarrolló el acto, en O Grove, que «ahora mismo están amenazadas», tengan seguridad jurídica. De paso, censuró la «intención» del Gobierno de que «la costa tenga la misma situación que tenía hace 70 años», lo que tendría como efecto «llevarse por delante» instalaciones «absolutamente respetuosas con su entorno».

Mientras, en Santiago, a Besteiro se le preguntó también si tendrá una conversación con Formoso para abordar sus aparentes discrepancias. «No hay nada que abordar», zanjó el delegado. «Creo además, con todas las certezas, que el PSOE también defiende el camino de la seguridad jurídica. El PSdeG estoy seguro de que también está conforme con el camino de la seguridad jurídica, el que defendemos todos», se encastilló en su respuesta. Y aún insistió en que lo «incoherente» no es ese disenso, sino «si podemos evitar un problema, por qué nos vamos a meter en él», por más que el martes no quisiera anticipar si el Gobierno recurrirá la ley del litoral. A cambio, defendió que el Gobierno «siempre» ofrece diálogo, y «habilita canales» para ello «de forma clara y noble», y que «admite posibles discrepancias».

Más allá del escollo evidente en torno a este asunto, el martes Rueda ya lamentó, aunque sin hacer excesiva sangre, cierta falta de preparación de la reunión por parte de Besteiro. Este miércoles, preguntado al respecto, dijo del delegado que «tomó nota de muchas cosas, pero no fue capaz casi de concretar ningún plazo» y el cara a cara, así, «dejó muy pocos avances». Lo del martes, por tanto, lo asume como una «toma de contacto», a la espera de que las «siguientes reuniones» sean más fructíferas.

Repitió que no tiene «inconveniente» en que sean trimestrales, como propuso Besteiro, «o cuando haga falta», pero que sirvan para avanzar, porque la cita del martes tenía un «orden del día claro», planteado por la Xunta, que además no suponía «nada nuevo», más allá de los anuncios del Gobierno en materia de vivienda o FP, y aún así Besteiro no hizo grandes aportaciones. Rueda, desde O Grove, insistió en que las «reivindicaciones» que planteó vienen de «hace mucho tiempo» y siguen sin satisfacerse. Por ejemplo, el Gobierno «sigue sin poder decir cuándo va a llegar la alta velocidad»; y en el caso de los Pertes industriales, su «único planteamiento frente a la parálisis» del Ejecutivo fue que «las comunidades también tenemos que aportar nuestra parte», algo que, afeó, «se dio por supuesto hace mucho tiempo».

«Quizás esperaba algo más de concreción», dijo en línea con lo que ya manifestó el martes. «Vamos a pensar que era la primera oportunidad. El delegado del Gobierno acaba de llegar. Probablemente hay muchos temas en que todavía no se ha puesto al día», cerró, con elegancia pero con toda la intención.