El «tremebundo» exhibicionismo de Abel Caballero bate récords
El regidor de Vigo llegó al concierto de David Guetta bajo el rótulo «O mellor alcalde do mundo». Excesivo incluso para sus estándares, aunque el gobierno local niega estar detrás
SANTIAGO
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónBrais es, según cifra aportada por Abel Caballero, uno de los 120.000 asistentes al concierto del DJ David Guetta en Castrelos, el pasado 20 de agosto, que observó cómo en una pantalla que recogía la llegada del regidor de Vigo se sobreimpresionaba el ... rótulo «O mellor alcalde do mundo», flanqueado por vivas a la ciudad. Permaneció de esa guisa durante un minuto. Lo lógico es que hubiera causado estupefacción. Pero no en Vigo. Brais cuenta que él sí lo comentó con sus acompañantes, «por lo bajito». Que estuvieron de acuerdo en que resultaba «un poco feo» y «ridículo», y se preguntaron si sería siquiera «legal». En conversación con este diario no duda en opinar que el veterano regidor socialista «esta vez, fue un paso más» allá, incluso para sus estándares.
Son precisamente esos estándares los que tienen tan acostumbrados a los vigueses que ya apenas causa revuelo un episodio como el de Castrelos, más allá de cierta polvareda en las redes sociales y de que la oposición haya demandado explicaciones. Como recuerda Brais, es ya costumbre que se proyecte la aparición del alcalde y sus saludos y 'selfis' con el público, antes de subirse al escenario a modo de telonero del artista principal —«siempre dice lo mismo»—. El vigués medio está habituado y le hacen hasta gracia estos despliegues. «Se permite» y «aplaude» porque la mera «presencia» de Caballero «lo eclipsa todo», razona Brais. La idiosincrasia del personaje se integra y convierte en un elemento más del montaje. Aunque este vigués es de los que se salen del carril y lo deja claro: «La gente lo acepta, pero tampoco somos tontos».
Se palpa en las redes sociales, por más que sean un termómetro sesgado. En ese espacio donde Caballero se mueve a gusto —dejando constancia de sus baños de masas y saludos con los artistas—, también se expone a la crítica. Y de la misma manera que sacó pecho con el «tremebundo» y «apoteósico» concierto de Guetta, le cayeron en Twitter epítetos como «ególatra» y «faraón», se tildó de «vergüenza» y «campaña electoral más larga de la historia» la proyección del vídeo y se le afeó un «populismo insultante a diario» y hasta «bonapartismo». El autor del vocablo es Xabier P. Igrexas, portavoz municipal del BNG, el partido que primero salió a la palestra para denunciar que «las fiestas que pagamos todos los vigueses con dinero público no pueden ser utilizadas como (...) escenario para el ego imperial» del regidor.
Igrexas, a través de un vídeo y de un comunicado, calificó lo sucedido de «bochornoso» e «inaceptable», una «pasarela para su exhibición personal», «una burda utilización propagandística» como parte de una «campaña de culto permanente a la personalidad», con al agravante de que «se cruzó una nueva línea roja». «Confunde la institución con su partido y reduce la ciudad a su propia persona», cargó el portavoz del Bloque, quien instó al Concello a aclarar quién había sido el responsable del rótulo.
Críticas a las que se sumó el concejal popular Miguel Martín, hablando de «escándalo mayúsculo» e «inaceptable». El edil conservador reprochó a Caballero que, en un evento sufragado «con dinero de todos los vigueses, a través de sus impuestos», aprovechara para «hacerse la campaña electoral».
«No tuvo vinculación»
El lunes, en plena resaca, Caballero sacó pecho al hacer balance de «un show para la historia de Vigo y de Galicia», «lo nunca visto». Una vez saltó la polémica, el gobierno municipal intentó atajarla con un escueto comunicado donde aseguró que «no tuvo vinculación alguna ni con la emisión, ni con el contenido de esa imagen, ni directa ni indirectamente». Una explicación que Igrexas considera «difícil de creer». En conversación con ABC, pondera que cuesta aceptar que un mensaje de esa naturaleza pueda obedecer a un «accidente fortuito». Pero, ante todo, defiende que no se trata de una «suspicacia caprichosa», sino «motivada» por un «historial de utilización propagandística» de los conciertos en Vigo por parte de su alcalde.
El portavoz del Bloque recuerda que el gobierno socialista «ha impuesto en algunos contratos cláusulas» donde «obligaba» a «permitir» la actuación como telonero del regidor, quien exige su presencia para lanzar su 'speech'. No se trata en absoluto de una cesión de los artistas en un gesto de «generosidad», remarca Igrexas. Hay una intención patente de Caballero, tercia. Resultado: «En ninguna otra ciudad sucede lo que en esta ciudad». La proyección del rótulo «O mellor alcalde do mundo», incide, «no tiene precedentes en Galicia, en el Estado y, probablemente, en el mundo».
Igrexas lo cataloga de «spot publicitario» y ve especialmente sangrante que se emitiera en un concierto que costó «casi un millón de euros». Al hilo, critica que éste caché sea «superior» al que Guetta ha cobrado por otras actuaciones; «es muy significativo», valora. El PP se pregunta si ese caché está relacionado con el rótulo en cuestión. Otra posible polémica dentro de la polémica. Y aún cabe una tercera: los populares reclaman conocer «el plan de seguridad y las medidas excepcionales que se adoptaron»; y cuestionan la cifra de 120.000 asistentes lanzada por el alcalde, cuando, señalan, Castrelos «tiene una capacidad reconocida de 15.000 espectadores».
BNG y PP aprietan para que se aclare quién dio la orden de emitir el polémico mensaje y si el gobierno local, que niega la autoría, piensa tomar medidas. Los precedentes (explicativos) no son halagüeños. Mientras, Caballero a lo suyo. El día 30 hay otro concierto en Castrelos, de Beret. Nueva ocasión para el lucimiento del alcalde, quien no sólo hace gala de exhibicionismo en actuaciones musicales: tan pronto encabeza la cabalgata de Reyes como se erige en protagonista del desfile de Carnaval, o baila break dance y entona una suerte de rap en O Marisquiño. Igrexas advierte de que este «afán de protagonismo» no debe confundirse con «las particularidades psicológicas del alcalde». Hay, denuncia, una «clara intencionalidad política de ocupar todo el espacio, reducir todo el Concello a la figura del alcalde, e intentar reducir Vigo» a lo mismo, a Caballero. Con el concierto de Guetta fijó un nuevo récord. Y no precisamente de asistencia.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete