Reunión Galicia-asturias
Rueda y Barbón asumen que se posterga la nueva financiación autonómica
El presidente asturiano da por hecho que «no se va a abordar» el cambio de modelo en pleno ciclo electoral
El titular de la Xunta es comprensivo, pero pide premura y respetar el pacto de ocho regiones en Santiago en 2021
Rueda y Barbón se protegen de la lluvia, este viernes, en el centro histórico de Santiago
Adrián Barbón, presidente del Principado de Asturias, no tardó mucho en evocar aquella otra ocasión, hace algo menos de un año, noviembre de 2021, en la que también pisó la Plaza del Obradoiro. Entonces acudió a la llamada de Alberto Núñez Feijóo, a la sazón ... presidente de la Xunta, para escenificar cómo ocho regiones, incluidas Galicia y Asturias —se sumaron las dos Castillas, Aragón, Extremadura, Cantabria y La Rioja—, eran capaces de consensuar un documento de reivindicaciones de cara al nuevo modelo de financiación autonómica, con el Gobierno como destinatario.
Este viernes, Barbón, que se reunió por primera vez con Alfonso Rueda desde que éste preside el ejecutivo gallego, en el Pazo de Raxoi, sacó a colación aquel encuentro cuando, en declaraciones ante los medios de comunicación, previas al cónclave, citó precisamente la revisión de la financiación autonómica como uno de esos «retos comunes» para ambas autonomías, la gallega y la asturiana. Con una cierta nota, eso sí, de pesadumbre, pues Barbón recordó que el nuevo modelo prometido por Pedro Sánchez «quedó estancado» y sin visos de retomarse ante el inminente ciclo electoral. Porque, con excepciones como la gallega, la mayoría de presidentes regionales «entramos en tiempo de descuento»; y esto hace «más difícil» que se vuelvan a aunar esfuerzos para ir de la mano con una «cuestión que no se va a abordar ya en lo que resta, seguramente, en estos siete meses de legislatura, hasta las próximas elecciones», asumió.
Rueda, a la derecha de Barbón y ante las cámaras —con turistas y peregrinos más pendientes de una partida de ajedrez, en la que participaba cierto personaje mediático, que de la comparecencia a pie de plaza, con la Catedral de fondo bajo las ráfagas de lluvia—, reconoció que «si estuviera en la situación electoral» de su colega, «probablemente (...) diría lo mismo». «Cuando se acercan citas electorales, todos estos temas son mucho más complicados», admitió. Aunque enseguida terció: «Pero es verdad que en España hay elecciones recurrentemente. Si fuéramos capaces, que es muy difícil, de dejar este tema al margen de cuestiones electorales, saldríamos todos ganando», señaló.
«Cuanto antes»
Eso sí, insistió Rueda en que «es muy complicado» que se abra el melón de la financiación autonómica con más de una decena de regiones pendientes de las urnas; por no hablar de las elecciones generales, cuando las convoque Sánchez. «Habrá que encontrar el mejor momento cuando haya un poco de calma desde el punto de vista electoral», sin comicios en un horizonte muy próximo«, y, empero, »abordar este tema cuanto antes«. Aquí surgió un matiz de urgencia que no hubo en las palabra de Barbón. »Cuando sea, habrá que tomar las decisiones ya. Lo que no podemos es seguir dejando que pasen los meses, porque, si no, siempre se acercará en el horizonte otra cita electoral«, advirtió. »Es un debate que no se puede posponer más«.
Donde ambos presidentes —que no dejaron de exhibir buena sintonía ante la prensa— se mostraron plenamente de acuerdo fue en que, cuando se reactive el debate, no se ha de hacer desde cero. Rueda exhibió contundencia cuando sostuvo que los «puntos de acuerdo» de la declaración institucional fraguada en Santiago —que tantos nervios provocó en el Gobierno, por alinearse presidentes de diversos signos políticos, PP y PSOE en la misma foto— no solo otorgan «fortaleza para cuando ese debate se abra» definitivamente, sino que «tienen que ser puestos encima de la mesa cuando empiece la negociación»; y espera Rueda que, entonces, «sean respetados». Barbón sumó que aquel pacto de Santiago constituye una «base fundamental», porque las ochos regiones firmantes representan el 60% del territorio.
Barbón, especialmente locuaz al hablar de este asunto —no en vano, lo sacó él a colación—, volvió a evocar el espíritu de aquel 'Foro Santiago' cuando apeló a «aprender los unos de los otros»; y alertó de que «las comunidades autónomas no podemos construir nuestro discurso y nuestra identidad en confrontación con los demás, sino todo lo contrario, tendiendo la mano, dialogando y buscando puntos de encuentro». Lo cual no fue óbice para que se mostrara combativo a la hora de defender los postulados de aquel foro, al apelar a «tener en cuenta no solo valores absolutos de población», sino también criterios como envejecimiento, dispersión, orografía y coste de prestación de servicios públicos. Un «planteamiento» que, defendió, sigue vigente desde el pasado noviembre, y que se resume en que cualquier español tenga el mismo acceso a prestaciones «con independencia del lugar» donde viva. Asumiendo que en cada región hay un coste. «No pedimos más que eso, esa razón de justicia», subrayó. «No queremos quitarle nada a nadie», pero sí que «a nosotros nos den lo que necesitamos», coincidió Rueda.
Barbón, después, quiso matizar que cuando vaticina que «ahora no vaya a haber perspectiva de acuerdo», no culpa al Gobierno, por aquello de que no se irritaran quienes comparten partido (PSOE) con el líder asturiano. «Muchas veces parece que se plantea que la reforma de la financiación es una cuestión del Gobierno central en una disputa con las comunidades autónomas, y no es así», se sintió en la necesidad de aclarar. A renglón seguido, enfatizó que son las regiones las que «competimos» entre sí, ni siquiera con una «alineación tampoco ideológica» — quiso apartar el foco de las luchas entre partidos—, sino con base en los «intereses» de los ciudadanos. Y aquí no eludió señalar a las comunidades «más pobladas», que «tienen claro» que han de hacer fuerza con el criterio de la población, «lisa y llanamente, pura y dura». «Nosotros —incluyó a Rueda— decimos que eso no es justo. El enfrentamiento es eso», añadió, entre gobiernos regionales «con visiones completamente diferentes». Y son estos gobiernos los que han de llegar a un acuerdo. «El problema no es pactar con el Gobierno de España», volvió a descargar de responsabilidad a Sánchez.
Industria y pesca
Hechas las declaraciones a los medios, Rueda recibió a Barbón en un encuentro encuadrado en la ronda de contactos con representantes de comunidades por las que pasa el Camino de Santiago. La Xunta informó, como anticipó el propio Rueda ante los micrófonos, de que ambos abordaron, además del reto demográfico y su imbricación en la nueva financiación, cuestiones relacionadas con infraestructuras, Corredor Atlántico, industria —crisis de las electrointensivas— y veto a la pesca de fondo.
Rueda aseguró que entre Galicia y Asturias hay «muchas más cosas que nos unen que las que nos puedan separar por partidos o »colores« políticos. Y Barbón mostró su »afán« por mantener con »Alfonso« el mismo vínculo, estrecho, que con »Alberto«.
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