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Juicio por la muerte de Samuel, en directo: «Lo mató una jauría humana que quería ver su sangre»
Sigue en directo el juicio por la paliza mortal del joven enfermero Samuel Luiz hoy en la Audiencia provincial de La Coruña
Sigue en directo el juicio por la paliza mortal del joven enfermero Samuel Luiz hoy en la Audiencia provincial de La Coruña.
"Pongan luz en esta oscuridad"
"Una sociedad decente no puede humillar a ninguno de los miembros, por lo que ese 3 de julio se produjo una ruptura de la convivencia" valora el letrado de la acusación particular que pide a los jurados ayuda para encontrar la luz en esta situación de oscuridad. Muy afectado, el abogado pide al tribunal que ante la adversidad encuentren las estrellas. Gracias por seguir este directo a través de ABC.es
"Le vieron la pluma y los legitimó"
La sesión de este jueves remata con la lectura del informe del abogado de la acusación popular. En su opinión, les dirige a los jurados "Samuel fue asesinado por una manada que lo molió a golpes. Esto es como el patio de un colegio que tenía un jefe, que se llama Diego Montaña. Encontró una víctima con la que descargar su ira, y lo hizo sin medida. Pero fue acompañado del resto del grupo, de la jefa, que marca el objetivo, y de los demás. Hay un lugarteniente, que intenta hacer un mataleón, y dos listos de la clase que intentaron controlar el relato de las redes" los salpicó a todos. "Diego creyó ver la pluma que tenía una persona, que no era normativizada, e hizo que su manada lo atacase" anota el letrado. "Cuando nos matan, lo que nos gritan tiene mucha importancia" les dice al tribunal.
La abogada de la familia confirma que los acusados son un "grupo agresivo", que ya habían atacado a otras personas y dentro del que "todos defienden a todos". Samuel pesaba 68 kilos y medía 1,72 y aún así los acusados lo privaron de cualquier posibilidad de defensa. "Él intentó hacer lo que sus padres le dijeron que tenía que hacer en caso de pelea: irse".
"Había momentos en los que no había sitio para golpear"
Toma la palabra la acusación familiar del caso, que insiste en que los cinco acusados participaron de la muerte de Samuel. La abogada de la familia le refresca a los jurados la memoria con respecto a los testigos que señalaron a los acusados como participantes de la pelea. "No hay dudas razonables que pongan en entredicho que los cinco acusados se fueron incorporando a la agresión, y que había superioridad numérica". "No fue una agresión individual, por la que cada uno tenga que responder por la patada que dicen que le dieron" explica la abogada a los jurados. "Eran tantos que había momentos en los que no había sitio para golpear" zanja.
"Están aquí, orgullosos de ser las estrellas de la fiesta"
Tres minutos, 150 metros, centrarán la atención de los integrantes del jurado popular sobre los que la semana que viene recaerá toda la responsabilidad del crimen por la muerte de Samuel Luiz. La motivación de los hechos, a ojos de la Fiscalía, es clara en el caso de Diego Montaña: el desprecio por la orientación sexual de Samuel. "Quería hablar con Samuel, percatarse de su tono de voz, de sus gestos", asume la fiscal, que saca a relucir algunas frases de los testigos, "no quiero que me confundan con ese maricón". Catherine, dice la fiscal, no mostró rechazo ni reproches. En el caso del resto de agresores, la fiscal dice que su motivación fue divertirse y hacer uso de la violencia gratuita que demostraban en sus móviles y canciones. "Dale duro, dale duro, dale duro" recuerda el estribillo de una de sus canciones. "Y al final sí, le dieron duro" remató la fiscal. "Una jauría humana, que está aquí orgullosa de ser las estrellas de la fiesta, consideraron a Samuel su presa, porque querían ver su sangre y disfrutar de ella. A Samuel lo echaron de la vida. El mal existe y se disfraza de diversión, se contagia y parece intrascendente, pero no lo es. Luchen contra la banalidad del mal y honren a Samuel como un inocente que es". Punto y final de un extenso y combativo informe por parte del Ministerio Público.
"Ellos no son María Magdalena; ustedes no son Jesucristo"
La fiscal descarta el golpe asestado por uno de los menores como causa de la muerte, extremo que algunos de los acusados manejó en su declaración. "Solo les falta decir que ustedes, señores del jurado, son los responsables de la muerte de Samuel", dirige a los miembros del tribunal ciudadano, a los que les piden que usen la lógica para unir todos los puntos de la agresión. "Tienen las imágenes, los testigos y las causas de la muerte que les explicó el forense. Únanlo todo y no hay otra explicación lógica. Todos siguieron el mismo recorrido" les dice. "El arrepentimiento no se muestra con las lágrimas en un juicio. Ni ellos son María Magdalena ni ustedes Jesucristo" concluye la fiscal en un duro alegato en el que no duda del papel de cada uno de los acusados que la escuchan sentados en el banquillo.
"Alejandro Míguez, el mentiroso"
Turno de "Alejandro Míguez: el mentiroso", sigue bautizando la fiscal. "No lo creemos porque la línea que sigue es la de exculparse". La portavoz de Ministerio Público saca a relucir las llamadas con el grupo el día de los hechos y en posteriores jornadas, que son numerosas. "Ahí nadie separaba, Míguez entra para pegar a Samuel". Sobre las zonas sombreadas, asume que Míguez estaba dentro de ella y que le dijo a un amigo que "un negro lo estaba parando". Una declaración que concuerda con la de los dos senegaleses que auxiliaron al fallecido. "Nadie te detiene si no estás haciendo nada" le achaca la fiscal, mostrando su "participación activa" en el linchamiento. "Hay más personas que lo sitúan allí" recalca Serrano en sus conclusiones, que pide a los jurados que no duden. "Nadie vuelve para atrás", les dirige. "Todos han jugado con que se reconocen en las imágenes que son más claras", pero no en los fotogramas comprometidos, refiere la fiscal, que afirma que Míguez finaliza la agresión al lado de Diego Montaña. Sobre la reunión posterior en el parque, en la que intentaron que "nadie se fuese de la lengua", había interés por que estuviera Míguez. "¿Era por que estaba allí o querían que les diese consejo" se pregunta la fiscal, que lo tiene claro. "Su participación fue activa, es responsable del ataque brutal"
"Le aguantó las prendas para que no se manchasen de la sangre de un maricón"
La fiscal prosigue con Katy y su actuación la noche del crimen: "Le sostuvo las prendas para que no se manchasen de la sangre de un maricón", remata la fiscal contra Catherine, que no deja de gesticular ante sus acusaciones. Turno de Kaio Amaral, al que califica la fiscal como "el listo de la clase". Serrano avanza que acusará a la novia de Kaio de falso testimonio por su declaración en el plenario. Ahondando en la actuación de Kaio, introduce que las imágenes y un testigo reflejan que al menos le lanzó una patada a Samuel y que le robó el móvil a Samuel mientras la víctima estaba siendo agredida. También recuerda que después intentó venderlo. "Se apoderó del móvil aprovechando la brutal violencia que se estaba ejerciendo contra él" acusa la Fiscalía, que contabiliza que varios testigos lo vieron entrando y saliendo del tumulto. "Se ve perfectamente cómo le da una patada a Samuel, y no a ninguno de sus amigos ni a una farola".
La fiscal ataca a Katy: "La dulce niña Catherine y su gusto por la violencia"
Turno de Katy. La fiscal la analiza. "La dulce niña Catherine que tiene una relación tóxica con Montaña, con el que comparte su gusto por la violencia. Tiene un carácter agresivo y airado" la define. De ella asume que contó una versión "adaptada a sus intereses". Para la fiscal, Katy empujó a Lina para que no pudiese auxiliar a Samuel y que la única persona que gritaba era Lina. Varios testigos manifiestan que Catherine agarró a una chica por el brazo y que la declaración espontánea de Lina ante los agentes ya señalaba a Katy y su comportamiento. "Se la ve en el grupo agresor, entrando y saliendo y siempre al lado de Diego", retoma la fiscal, que la acusa de mentir aprovechando que la imagen se difumina a medida que avanza la agresión. "Catherine ni se queda en el árbol ni se queda en el punto dos, porque nadie regresa sobre sus pasos" ataca la fiscal. "No hay desvinculación. Estuvo presente en el grupo aumentando el efecto intimidatorio sobre Samuel y llevaba la cazadora de Diego mientras lo acompañaba. Lo único que le dijo a Diego era que se fueran porque llegaba la Policía, solo pensaba en huir y que nadie la responsabilizase". El día 3 de julio, después de fallecer Samuel, lo único que le importa es su relación amorosa. No deja de hablar con Diego por celos, sino por "borrar unas fotos para liarte con otra", revela la fiscal para afearle que "no le importaba la muerte de Samuel".
"Por su versión, parece que Samuel se murió solo"
Alejandro Freire ´Llumba´. La fiscal analiza su declaración de ayer. "Por su versión de los hechos parece que nadie mató a Samuel. Freire acusa a los ciudadanos senegaleses y parece que incluso que él es una víctima de ellos, Dice que lo golpearon y quedó aturdido, cómo estaría Samuel entonces". "Dice que no hubo persecución, pero corrió con el grupo. La única verdad que dijo es que tira a Samuel al suelo agarrándolo por el cuello, de ahí las lesiones que presentaba en esa zona y de las que habló el forense" remata Serrano sobre la presunta responsabilidad de Llumba en los hechos. Le achaca a Freire la quedada en el parque y muchas de las llamadas que los móviles de los implicados recibieron tanto aquella noche como en días siguientes.
Diego Montaña, el "macho alfa"
Los acusados desde el punto de vista de la fiscal del caso. Diego Montaña, "el macho alfa, el ejemplo que todos siguen, nunca ha querido contar su relato de los hechos. Él estuvo desde el principio hasta el final". La fiscal asume que sus comportamientos quedan acreditados por las imágenes y los testigos. Para probarlo, y consciente de la falta de calidad de los vídeos del ataque, la fiscal habla a los jurados: "La policía es como un profesor que les enseña a los alumnos en qué se tiene que fijar". Introduce así las conclusiones de los investigadores que ven a los acusados como partícipes directos del linchamiento. "Hay una línea del tiempo que es seguida, nadie se separó del grupo, todos aparecen en un tiempo correlativo" incide Serrano en la presentación de su informe para defender la petición de asesinato con ensañamiento para los cinco señalados.
La muerte de Samuel fue un "todos contra uno"
"Aquí no hay una imprudencia, como pretenden algunas defensas, había una intención de matar" prosigue la fiscal Olga Serrano. Muy beligerante en la presentación de su informe, la fiscal indica que hubo golpes, patadas y puñetazos que se convirtieron en un sumatorio. "Fue un ataque sorpresivo, a traición, sin opción de defensa" alega para justificar el asesinato. Alejandro Freire, dice, lo atacó por la espalda. "Hablamos de un ataque de la menos siete personas contra uno" aclara, y pone sobre la mesa la constitución física de Samuel y la de sus presuntos agresores. "Era un todos contra uno" reitera dejando clara su visión del linchamiento. Acerca de las fases del ataque, la fiscal dice que los primeros golpes fueron los peores y que su efecto tardó unos minutos en producirse, un tiempo en el que Samuel siguió recibiendo golpes.
La fiscal: "Todos los acusados participaron en la muerte"
La fiscal explica por qué introduce la posibilidad de que los jurados valoren la opción de la coautoría hacia Katy y Míguez. Asume que el ataque lo inició Diego y que Freire lo siguió. Sobre los demás encausados, indica que realizaron actos "esenciales" para su fallecimiento. Míguez y Silva, dice, evitaron que Samuel fuese auxiliado por otras personas. "Todos los acusados participaron en la muerte" ahonda la representante de la Fiscalía ante los integrantes del jurado popular. "Hablamos de una única agresión iniciada por un grupo de personas". La causa de su fallecimiento, retoma las palabras del forense, fueron los múltiples golpes padecidos. Y revive la manifestación de un testigo que no ayudó porque entendió que su vida podría estar en peligro. "Da igual que alguien no golpée, había una unidad de acción y una alta probabilidad de fallecer. No eran unos meros espectadores" acusa. "Por supuesto que hubo intención de matar" insiste la fiscal sobre el papel de los cinco encausados y el ataque que la víctima sufrió a lo largo de tres minutos, "el tiempo que puede durar su canción favorita. Piénsenlo", dirige al tribunal ciudadano.
"Los lobos cazan para sobrevivir, los humanos por diversión. Este crimen fue una cacería"
Turno de la fiscal, que asume que "todos los interrogantes sobre la participación de los acusados han quedado demostrados". "Una manada de lobos sale a cazar y tiene como objetivo una presa. La selecciona, unos van atacando y otros evitan la defensa, pero el objetivo es común. Yo no estoy llamando lobos a los acusados, porque los lobos cazan para sobrevivir y los humanos lo hacen por diversión. Lo que pasó con Samuel fue una cacería a través de un ataque brutal. Aquí no hubo lucha ni batalla". Insiste la fiscal Olga Serrano en que el crimen de Samuel fue un acto colectivo, con responsabilidades compartidas. Incide ante los jurados que las personas que participaron no tiene que haber golpeado a la víctima, responden todos de la misma manera. Pone por ejemplo el robo en una joyería en la que solo una empuña un arma. Basta, dice, con que realicen actos necesarios para que al final se produzca la muerte de esa persona.
Las defensas cambian sus conclusiones
Varias de las defensas apuestan también por modificar sus conclusiones. Los cambios más destacados, los de Manuel Luis Salgado, abogado de Diego Montaña, el principal acusado del crimen. Concluye que su cliente podría ser autor de un delito de homicidio imprudente y lesiones, lo que no sumaría más de tres años de cárcel, que ya habría cumplido en prisión preventiva. Y, como calificación alternativa, apunta al papel de su cliente como un delito de homicidio, que dejaría la condena en diez años de cárcel. En todo caso, muy lejos de los 25 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento agravado que le atribuye la fiscal.
Se retoma el juicio con un nuevo miembro del jurado
Con hora y medio de retraso, se retoma el juicio por el crimen de Samuel. La causa del retraso ha sido la incapacidad de un jurado para seguir formando parte del tribunal, por lo que uno de los dos suplentes ocupa su lugar. La fiscal introduce un cambio en sus conclusiones. Asume que Alejandro Míguez y Catherine Silva intervinieron impidiendo la defensa de Samuel, e introduce una nueva calificación subsidiaria en relación a ellos dos, en este caso como cómplices del delito. Asume que facilitaron la actuación de los otros tres acusados, que eran conscientes "de la crueldad" con la que sus amigos estaban actuando e introduce que, subsidiariamente, son cómplices del delito de asesinato. En síntesis, mantiene la acusación de asesinato con enseñamiento y alevosía para ambos, pero añade una calificación alternativa como cómplices. Eso podría rebajar la pena solicitada para Catherine a 14 años de prisión y 13 años para Míguez.
Retraso en el arranque del juicio
Una reunión de urgencia entre la magistrada-presidenta y las partes, según informan desde el TSXG, está generando un largo retraso en el arranque del juicio de este jueves. Está previsto que durante esta jornada las acusaciones (Fiscalía, popular y particular) presenten sus informes. A las puertas del plenario esperan familiares de los acusados y también los dos únicos encausados que siguen en libertad, Catherine Silva y Alejandro Míguez, que han evitado cruzar palabra.
Juicio de Samuel: el turno de las acusaciones
Penúltima jornada del juicio por la muerte de Samuel Luiz. Hoy es el turno de las acusaciones, que deberán elevar a definitivas, o no, sus peticiones para los cinco encausados. En el ambiente permanecen todavía presentes las declaraciones de los tres inculpados de ayer. El resumen, aquí.
Diego Montaña: "Lo que quiero es que se aclare todo"
Finalizado su interrogatorio, a penas diez minutos, el jurado popular dirige una pregunta al acusado, que acepta contestarla. Los ciudadanos encargados de juzgar el crimen del enfermero coruñés quieren saber qué le dijo Catherine a su novio, Diego Montaña, cuando estaban en la grada, pero él no lo recuerda. "Si lo supiera lo diría, porque lo que quiere es que se aclare todo lo que pasó". Con estas palabras finaliza la declaración de los tres acusados que quedaban por intervenir. El juicio se retomará mañana con las conclusiones finales de las partes. Gracias por seguir este directo a través de ABC.es.
Diego Montaña confiesa verse pegando y golpeando a Samuel
Diego Montaña empieza a declarar. Lo hace desde el nerviosismo, en una actitud muy distinta a la de Freire y Amaral. Se declara inocente y solo responderá a su abogado. Esa noche bebió, según confiesa, una botella entera de whisky. Sus recuerdos de aquella madrugada son vagos. Con voz temblorosa, regresa al momento de los hechos, pero rompe a llorar. "Veo una pareja que me graba y la siguiente imagen que tengo es estar golpeando a Samuel, no tengo nada continuo de aquella noche, no sé si eran puñetazos o patadas. En esa imagen soy solo yo. Solo escuchaba ruido, mucho barullo por todos lados. Pero no puedo decir si hice algo más porque no lo recuerdo". "Cuando se terminó el tumulto, lo siguiente que recuerdo es a Kati diciéndome algo, con mucha gente alrededor por todos lados". Sus recuerdos son confusos. "Tengo la imagen del cuerpo de Samuel a mi lado derecho, con cuatro personas al lado, una imagen que no me quitaré en mi vida", llora. Reconoce que se entera del fallecimiento de Samuel al día siguiente por el periódico y que borró información porque "estaba asustadísimo, en mi vida me había pasado tal cosa". "Lo que quiero es pedir perdón a la familia de Samuel porque empezó todo por mi culpa, le quiero pedir perdón a todo el mundo" remata su intervención.
Kaio: "Estoy cien por cien seguro de que nunca toqué a Samuel"
En ninguna imagen me veo tocando a la víctima en el momento de los hechos, corrobora el acusado después de analizar el vídeo del tumulto, fotograma a fotograma. "Ni me veo haciéndolo, ni lo hice" manifiesta para negar también la patada que la policía le imputa. "Esa noche debí haberme ido antes, no sé por qué no lo hice" anota. Sobre su visita al hospital, asegura que estaba allí por una amiga que ingresó a causa de un coma etílico. Sobre cómo le ha cambiado la vida vuelve a romper. "Estoy cien por cien seguro de que nunca llegué a tocar a Samuel. Esto me ha roto la vida" remata. La presidenta magistrada anuncia un receso de 30 minutos.
"Nunca oí insultos"
Amaral echa un cable a Kati y afirma que estaba a distancia de la agresión. "No recuerdo verla en el medio, las veces que la recuerdo estaba apartada". Y lanza que ninguna persona entró a ayudar a Samuel, solo los dos jóvenes senegaleses. "Kati y yo intentamos parar a Diego, pero físicamente no podía". Preguntado por el abogado de Diego, Kaio dice que era la primera vez que lo veía metido en una pelea y que nunca oyó un insulto hacia los homosexuales. A su defensa, Amaral le dice que ese día tomó una cerveza pero "no la llegué a acabar". Reitera que él separa a Diego y a Llumba de Samuel justo al inicio de la agresión y que él no siguió al grupo.
La estrategia de Amaral, marcar distancia: "Yo estaba alejado"
La letrada de la acusación particular toma la palabra. Volviendo al momento de la agresión, repregunta sobre los actos de Kaio en el linchamiento. "Tiré de Diego para separarlos" declara de nuevo. "Yo estaba alejado, unos veinte metros" se aferra a su versión de los hechos. "Lo vi todo a lo lejos" sigue defendiéndose al tiempo que aclara que los senegaleses hicieron ·"pantalla" para evitar que los golpes le cayesen al enfermero. "Samuel siempre fue caminando, los senegaleses lo iban ayudando" describe. Consultado sobre el tráfico de llamadas de la madrugada de los hechos, Amaral no tiene una respuesta convincente para la acusación. "Eran para quedar, como siempre". Sobre su relación con el grupo, Kaio se refiere a ellos como "los que consideraba mis amigos". Centrándose en Diego, dice que se quejó de dolor en el tobillo estando ya en el parque. También reconoce que fue en compañía de su familia a ver si había cámaras de seguridad en la zona. "Estaban preocupados porque mi foto estaba en redes", indica Amaral.
Kaio rompe a llorar: "Mi foto estaba en todas partes"
Arranca el análisis de las llamadas de aquella noche. Amaral llamó a todos los implicados aquella madrugada, excepto a Catherine. En los días siguiente a la agresión, recuerda haberlos telefoneado en varias ocasiones y dice no recordar un mensaje a Kati en el que le afea que "no tenga tanto boca, que él solo separó". Rompe a llorar. "Mi madre vino a buscarme al trabajo, muy preocupada, porque mi foto estaba en todos los lados. Me dijo que nos fuéramos a casa" se emociona. A los dos días del crimen Amaral se presentó en comisaría "para colaborar". Niega haberle mentido a la policía sobre la ropa que vestía aquella noche y reconoce haber ido al paseo marítimo a comprobar si había cámaras. También mintió, dice, sobre el teléfono de Samuel. "No le dije a nadie que lo tenía, lo desmonté en mi casa para venderlo por piezas" explica. Después lo tiró. "No sabía que era el móvil de Samuel, me enteré por las noticias".
"Diego me dijo que había tenido un problema con un gay"
Sobre su conversación posterior con Diego, Amaral acaba de incriminarlo. "Me dijo que había tenido un problema con un gay, estaba el ambiente un poco raro y yo me quería marchar de allí. No hablamos más de lo que había pasado" aclara. Rememorando los pasos que dio aquella noche, Kaio relata que se fue al hospital de la ciudad, pero niega saber que Samuel ya estaba muerto. "Me dijeron que lo habían tapado, pero no le di importancia, pensé que sería una manta térmica, no vi que fuese tan grave la situación". Tras esta conversación, reconoce a la fiscal, regresa al parque "para continuar la fiesta". "Siempre quedábamos allí, yo comenté que lo habían tapado y vi a Llumba rayado, dando vueltas, arrepentido, asustado" prosigue.
Kaio Amaral: "Intenté vender su móvil, ya había vendido más cosas robadas"
Amaral sigue dando su versión de aquella madrugada. Marca distancia y asegura que él estaba a varios metros de la agresión. "Veía que las personas que estaban allí -Diego, Llumba, los menores- quería seguir la pelea. Iban con actitud agresiva" constata. "Yo siempre estuve más alejado" reitera en su defensa. "Yo voy detrás gritándoles que paren" manifiesta. "Cuando Samuel se desplomó no había nadie alrededor, solo Ibrahima" afirma Kaio Amaral. Tras lo ocurrido, el acusado dice que se fue. "No lo hice antes porque mis colegas estaban en la pelea, no sé por qué no me fui antes" manifiesta. "Después de eso me fui con todos, incluido Alejandro Míguez", otro de los procesados por el crimen. Tras la pelea, reconoce haber intentado vender el móvil de Samuel. "Ya había vendido más cosas robadas" confiesa ante la perplejidad de las acusaciones.
"Nunca toqué a Samuel, ni para pegarle, ni para quitarle el móvil"
Kaio Amaral se declara inocente y -él sí- decide contestar a todas las partes. Arranca la fiscal, que le pregunta sobre el grupo inculpado. "Pensaba que eran mis amigos" rompe el hielo Kaio. La tensión en sala es máxima. "Lo primero que vi fue que me estaban gritando, que Diego se estaba pegando" inicia. "Fui corriendo y cuando llegué me quedé flipando de la situación. Vi a dos personas con Samuel en el suelo y los separé. Primero a Llumba y después a Diego" recuerda. En su relato acusa a Llumba, su examigo, de tener a la víctima agarrada en el suelo por el cuello. "No es cierto que fuese corriendo hacia Samuel y le diese una patada". "Yo aparté a Diego y fue cuando Samuel se levantó y fue de espaldas hacia el Playa hasta que llegó uno de los menores y lo golpeó en la cabeza" asegura. "Me acerqué al menor a decirle que por qué le pegó" insiste ante las preguntas de la fiscal. "Diego estaba agresivo y me dijo que lo estaban grabando y se fue otra vez por el paseo marítimo" prosigue. Sobre su actuación aquella madrugada, Kaio Amaral explica, a la defensiva con la representante de la Fiscalía, que él volvió sobre sus pasos y se encontró un teléfono tirado en el suelo al lado de una chaqueta. "Lo cogí y lo apagué. Yo nunca toqué a Samuel, ni para quitarle el móvil, ni para pegarle", declara. "¿Nunca?" insiste la fiscal. "Nunca", zanja.
"Creo que Samuel no murió por mi culpa"
Consultado sobre su detención, Llumba afirma que "a mí no me tuvieron que detener, fui yo el que se presentó en comisaría para contar lo mismo que acabo de contar aquí". "No tengo palabras para describir todo esto, estoy muy arrepentido con la mano en el corazón, quiero pedir disculpas a todos los que he hecho sufrir" se dirige al jurado. Y se despide con una última idea: "Creo que Samuel no murió por mi culpa". Es el turno de Kaio Amaral.
"Esa noche me metí diez o quince rayas de cocaína"
Se despliega la estrategia de defensa. Freire reconoce haber bebido, fumado porros y consumido" diez o quince rayas de cocaína" aquel día. "Empecé a consumir a primera hora de la tarde. Estando sobrio yo nunca hubiese agarrado a Samuel ni creo que después hubiese ido por el senegalés. Estoy muy arrepentido por lo que hice. No pude imaginar que se iba a meter toda esa gente, gente que ni conocíamos. Entre la borrachera y el golpe que llevé no me di cuenta de lo que estaba pasando. Para nada pensé, cuando cayó inconsciente, que tenía un golpe mortal" explica siguiendo el relato de su abogado. Sobre las horas posteriores, en la reunión en el parque de San Diego, reconoce que la gente estaba comentado que "Pompo (uno de los menores condenados) le había dado con un arma en la cabeza". "Cuando me enteré de que Samuel estaba muerto sentí miedo porque podían reconocerme tirándolo al suelo, pero pensé que se iba a saber lo que había hecho cada uno", insiste.
"Si me hubiera dado cuenta juro por Dios que hubiese intentado parar la agresión"
La declaración de Llumba prosigue. Aparentemente tranquilo, y mirando directamente a su abogado, reconoce que se escondió una botella para beber en la chaqueta porque iban a hacer un botellón. "La saqué porque no había nada abierto en ese momento, no para pegar a nadie". Sobre el linchamiento, manifiesta que "el único contacto que tuve con Samuel fue agarrarlo al principio del incidente, y no volví a tener contacto con él. Empujé al senegalés solo una vez, y lo hice porque él me había empujado primero y quedé algo mareado por el golpe, que fue bastante fuerte". La próxima vez que vio a Samuel, describe Llumba, ya estaba "inconsciente y sangrando en el suelo". "Me asusté, cogí un taxi y me fui" reconoce que pensó sin plantearse que el joven enfermero pudiese estar muerto. "Yo no vi ningún golpe mortal". "No podía imaginarme que se iba a meter toda la gente que se metió. Todo fue muy rápido, no sabía ni por qué había empezado el forcejeo con Diego. Solo me calenté con el senegalés porque me empujó. Si me hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando alrededor juro por Dios que hubiese intentado parar la agresión".
Llumba: "Me declaro inocente. Tuve una reacción instintiva"
Freire comparece en calidad de acusado, se declara inocente del delito de asesinato "del que se me acusa" y decide contestar solo a las preguntas de su abogado. Relata que salió del pub Andén porque iban a hacer botellón a un parque. Él percibe el incidente desde la parte baja de unas escaleras. "Vi a Diego discutiendo con un chico, los vi agarrándose ya, no escuché ningún insulto" arranca. "Cuando los vi estaban solos él (por Samuel) y Diego, estaban de pie. Subí corriendo y agarré al chico por la espalda y caímos al suelo, fue una reacción instintiva al pensar que se estaba peleando con Diego. Forcejeamos unos segundos. Ni lo intenté ahogar ni lo estrangulé. Solo sé lo que es un 'mataleón' de oídas, pero yo no sé hacer una técnica así" se protege Llumba de las acusaciones de varios testigos, que dijeron haberlo visto estrangular a la víctima. "Fue todo muy rápido. En ese momento yo no tenía visión" prosigue. "Cuando nos caíamos me levanté, y yo me solté. Empezó a llegar un montón de gente alrededor, pero yo no volví a tener contacto con él en todo el incidente". A preguntas de su abogado, Freire manifiesta que "había allí un grupo de menores que no ha sido identificado y que no ha venido al juicio". También relata que lo tiraron al suelo "y me di un golpe bastante fuerte. Cuando me levanté del golpe vi al que me había empujado y le solté un manotazo, pero en ningún momento le lancé manotazos a Samuel", se defiende.
Alejandro Freire, Llumba, el primero en declarar
Los tres acusados llamados a declarar en la jornada de hoy ya están en la sala, acompañados de sus respectivas defensas. Se espera que el primero en declarar sea Alejandro Freire, alias Llumba. Se trata de uno de los inculpados más salpicados por las declaraciones tanto de los testigos que ya han desfilado por el plenario, como de los peritos que han aportado sus informes. Podría desplegar una estrategia de defensa basada en un presunto consumo de drogas y alcohol, algo que ya dejó entrever su abogado en la primera sesión del proceso. Su intervención será inminente.
Luciano Prado, abogado del caso Samuel Luiz: «Catherine estaba en el lugar equivocado y con la gente inoportuna»
El letrado asegura a ABC que lo único que hizo su clienta fue intentar evitar que su entonces novio agrediese a la víctima.
Informa: Jesús Hierro
El jueves comenzarán las conclusiones de las partes
Tras la declaración de estos tres procesados, el jueves comenzarán las conclusiones de las partes con la exposición primero de las acusaciones y el viernes ya de las defensas. El lunes siguiente está previsto la entrega del objeto del veredicto al jurado, que será el que determine la culpabilidad o no de los acusados.
Los acusados de matar a Samuel Luiz rodaron meses antes un videoclip con una letra homófoba y violenta
La canción, con el estribillo de «dando duro, tú te vas para el suelo», alude a «maricones de mierda» o «chupapollas».
Informa: Jesús Hierro
Un amigo, a los acusados de matar a Samuel Luiz: «Siempre que salgo con vosotros hay movidas»
Un testigo, que fue a casa de Diego Montaña al día siguiente del crimen, asegura que este admitió que le había dado puñetazos, pero no que lo había matado.
Informa: Jesús Hierro
Las acusaciones atribuyen el mismo delito de asesinato con ensañamiento y alevosía a los cinco investigados
Aunque el papel de cada uno en la agresión haya sido diferente, las acusaciones atribuyen el mismo delito, asesinato con ensañamiento y alevosía, a los cinco investigados. Las penas a las que se enfrentan bailan en la horquilla de los 22 a los 27 años de cárcel, porque a uno de ellos le suman el robo del móvil de la víctima y a otros dos el agravante de discriminación. Dentro de ese marco, cada abogado intenta sacudir la responsabilidad de su cliente, y eso implica salpicar de forma colateral a sus compañeros de banquillo.
Las pruebas de una paliza grupal complican la táctica del 'sálvese quien pueda' de los acusados del asesinato de Samuel Luiz
Los investigados se señalan unos a otros, pero la autopsia y el ADN retratan un linchamiento múltiple.
Informa: Jesús Hierro
El juicio del caso de Samuel Luiz afronta su recta final
¡Buenos días! El juicio por el asesinato de Samuel Luiz entra en su recta final. Hoy declararán los tres principales acusados Diego M.M., Kaio A.S.C. y Alejandro F.G. Sus abogados, con el beneplácito de la presidenta del tribunal, prefirieron que sus clientes declaren en el tramo final del plenario, que esta semana afronta sus últimas sesiones. Eso les permitirá responder a los indicios acumulados contra ellos a partir de las declaraciones de testigos, peritos, policías y forenses que han comparecido en el largo juicio que, durante más o menos un mes, se celebra en la Audiencia de La Coruña.
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