El gran desfile de los diseñadores del futuro
La Escuela de Arte Mestre Mateo organizó el Despuntes donde sus alumnos muestran por primera vez sus colecciones a los profesionales de la industria de la moda
Santiago
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Iniciar sesiónPara los jóvenes es una cita que puede marcar sus carreras profesionales en la industria de la moda. Para los que ya se dedican a ello, una oportunidad para reclutar a nuevos talentos que marquen las futuras tendencias. El Desfile Despuntes, organizado todos los años ... desde hace más de una década por la escuela de arte Mestre Mateo de Santiago, sirve como primer gran escaparate para los alumnos del grado de Diseño de Moda. El objetivo es «sacar el trabajo de los chicos a la calle y enseñar su potencial», explica a este diario la vicedirectora Elisa González.
El pasado jueves los alumnos y alumnas enseñaron las creaciones en las que llevaban incluso años trabajando, mientras terminaban sus estudios en la EASD Mestre Mateo. Lo hicieron ante los ojos atentos de más de un millar de personas (las invitaciones, agotadísimas, cuenta la vicedirectora), entre ellos Roberto Verino, o representantes de empresas de Inditex y demás marcas de moda. De hecho, cuenta González que muchos de los exalumnos terminan trabajando en estas empresas: «las marcas de Inditex absorben mucho, pero también Adolfo Domínguez, Purificación García o Roberto Verino». Gran parte de los jóvenes terminan trabajando en importantes firmas de 'fast-fashion' ('moda rápida'), pero mientras estudian, la mayoría tienen inquietudes más allá de los grandes grupos téxtiles.
Laura Carro presentó el jueves su colección en el desfile con una apuesta contundente: «Con ella quiero denunciar el usar y tirar», cuenta a ABC la joven, graduada el curso pasado. Sus prendas, hechas a partir de lino y algodón orgánico, «producido en Europa y con buenas condiciones laborales» e incluso plásticos reciclados, han sido confeccionadas en Galicia. «Quiero que la gente se dé cuenta que el sector de la moda es el segundo más contaminante del planeta», denuncia. Cuenta que usó la pasarela como una especie de «adelanto»: ha fundado su propia marca, Arual Ecology, que comenzará a vender a partir de diciembre. «Es una gran oportunidad para enseñar mi trabajo».
Con la misma filosofía daba los últimos retoques a sus piezas otra alumna graduada, Teolinda Lorenzo. «No estoy nerviosa, no vengo a ganar», aseguraba la jornada antes del evento, sino que su intención era «enseñar mi colección y el significado que tiene». Lorenzo es de Monterrei, en Orense. Una tierra de tradición de entroido y carnaval, elementos que articulan las prendas de la joven diseñadora. «Me inspiré en el zigarrón de Verín y el peliqueiro de Laza», personajes de la celebración. En sus confecciones, todo tiene un porqué: «Todo significa algo. Si les puse una capa, es porque tiene una simbología. Se conoce la fiesta del entroido, pero no tanto la tradición en sí», que es lo que quiere reivindicar.
Es una tendencia habitual en las aulas del grado de la Mestre Mateo. Elisa González explica que entre los proyectos de sus estudiantes hay mucha «tradición e intimismo», y el interés por las grandes marcas no es mayoritario, sino que los jóvenes prefieren experimentar y desarrollar su autoría.
Además de una oportunidad para los diseñadores del futuro (y presente), el Desfile Despuntes también sirve para «enseñarles» a los estudiantes cómo funciona un evento de este calibre. Participan todos los cursos, explica la vicedirectora: los alumnos de primero organizan el desfile, mientras que los de segundo y tercero ayudan a los diseñadores que exponen sus colecciones (egresados y estudiantes de cuarto). Además, en la Mestre Mateo también hay un ciclo de fotografía: sus alumnos han de hacer un reportaje fotográfico del Despuntes.
Un gran escaparate
La categoría principal del desfile la ganó Claudia Figueira por su colección 'Primavera'. El premio, un contrato de formación en Roberto Verino. Pero puede que no sea la única en salir de Despuntes con un trabajo. Antes del desfile, los diseñadores participaron en una jornada de 'Talent Recruitment': ojeadores y representantes de empresas del sector se citaban con los alumnos, que «tenían sus prendas expuestas y explican cómo desarrollaron su colección». La cita tiene mucha «importancia para la inserción laboral», cuenta la vicedirectora. Es un gran escaparate. De hecho, este año, hubo más alumnos interesados en participar que plazas. «Tuvimos que ser selectivos, no todos pudieron ir».
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