Galicia y Asturias comparten que todas las autonomías están «infrafinanciadas»

Rueda arrancó su intervención destacando la importancia de hablar de la financiación autonómica, sobre todo ahora, aseveró, antes de «que se tomen decisiones que no tienen vuelta a atrás». Y continuó defendiendo no solo su opinión, sino también la del resto de presidentes de las diferentes comunidades autónomas: «Ninguna está suficientemente financiada«. «Se está asentando la idea de que hay comunidades especialmente mal financiadas, [...] porque cuando hacen la división entre lo que reciben y el número de habitantes, obtienen una cifra inferior a la que pueden obtener Galicia o Asturias». Pero esa, aseveró, «no es la cuenta justa»: «Lo que importa es lo que cuesta prestarle los servicios a los habitantes que viven en tu territorio», una cuestión en la que ambas autonomías se «parecen bastante».

Y es que, algo en lo que coincidieron ambos mandatarios, es que las características geográficas y demográficas de estos dos territorios vecinos, –como la dispersión o el envejecimiento de la población, indicó el mandatario gallego– hacen que la prestación de los servicios fundamentales tengan un coste más elevado. Según indicó Rueda, en la última financiación autonómica –que Barbón tuvo a bien recordar que lleva 10 años caducada–, esta cuestión «ya se tenía en cuenta», y «se asignaron a ese especial coste de prestación de servicios algo más de 500 millones de euros». Con todo, en Galicia estas características «no suponen menos de 1.100 o 1.200 millones», motivo por el cual, indicó, «es tan peligroso hablar de habitantes» cuando «lo que se financia es la prestación de servicios», algo alrededor de lo que debería plantearse el nuevo modelo de financiación.

En este sentido, se mostró totalmente contrario a «trocear la financiación por comunidad autónoma, dándole a cada uno un régimen singular sin hablar con los demás»; porque España es un país en el que el «equilibrio» y la «igualdad» entre regiones es fundamental, y no una «serie de territorios que se relacionan con el poder central y les da exactamente igual lo demás«.

Apeló, así, como ya ha hecho en numerosas ocasiones, a negociar entre todos los territorios para, al final, llegar a un acuerdo con el que nadie estará «totalmente satisfecho», pero en el que «todo el mundo habrá cedido un poco» y «todos saldrán ganando». En cambio, con el sistema del concierto catalán, Galicia dejaría de recibir 444 millones de euros, y «si las otras comunidades aportantes –Baleares y Madrid– dijeran que también quieren un concierto [...] no podrían repartirse entre las CCAA 2.000 millones de euros«. «Si somos un país solidario, si creemos en unas reglas de prestación de servicios básicos iguales en todas partes, ese sistema no lo podemos admitir», aseguró.

Cuestiones con las que, en su mayoría, coincidió el presidente del principado de Asturias, que recordó la Declaración de Santiago, firmada por ocho autonomías en 2021, que ya tenían claro que, «ahora que se habla tanto de las singularidades», las suyas «también tienen que formar parte del sistema».

Así, coincidió con Rueda en que «todas las comunidades autónomas están infrafinanciadas« y en que es imperativo que se abra la negociación sobre la financiación autonómica. Eso sí, se mostró seguro que »hay comunidades autónomas que por su potencia económica van a ser las primeras que defiendan que en el nuevo sistema de financiación autonómica se aplique el principio de ordinalidad«: »Este no va a ser un debate entre partidos, va a ser un debate entre territorios«, sin descartar que autonomías gobernadas por el mismo partido voten de forma diferente.

Con todo, en su opinión, indicó el también secretario general de la Federación Socialista Asturiana, España tiene «un marco competencial que llega al nivel de los estados federales», por lo que considera que la solución pasa por un sistema federal de financiación teniendo en cuenta las diferentes variables. En todo caso, lo que, igual que Rueda, tiene «claro» el presidente del Principado, es que no apoyará ningún sistema que «perjudique a Asturias» y que defenderá «con todas sus fuerzas» los intereses de su comunidad.