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Falconetti, el viejo capo gallego envuelto en el atropello múltiple de Vilanova de Arousa

dos veces en el banquillo

El copiloto del vehículo que originó el incidente en la localidad pontevedresa es un contrabandista de tabaco y droga de los años 90, muy conocido en la comarca

Pese a que cumplió condena por un alijo de hachís, siempre ha negado su vinculación con el mundo de las drogas

Luis Falcón Pérez, durante un juicio en 2012 en la Audiencia de Pontevedra/ Vídeo: Reconstrucción del atropello de Vilanova de Arousa (Pontevedra) ABC | EP

En Vilagarcía de Arousa todos conocen a Falconetti. Es el apodo con el que en la década de los 90 Luis Falcón Pérez saltó a los medios por su relación con el mundo del contrabando, primero, y del tráfico de drogas, después. Como ... muchos de los capos de la época, Falconetti dio el salto del tabaco a la drogas persuadido por los beneficios que introducir estas sustancias por la costa gallega le repercutían, partiendo de una logística ya implantada y de lo que en el momento era un negocio incipiente. Las reseñas periodísticas de la época recogen ya su sobrenombre y la primera pena que se le impuso: doce años de prisión por tráfico de hachís. En este primer juicio celebrado en 1991 en la Audiencia de San Sebastián, el gallego ocupó el banquillo junto con una docena de personas más que sentenciaron a 64 años de prisión y multas de 767 millones de pesetas por intentar introducir hachís desde el País Vasco. Cumplió seis años entre rejas.

Durante su estancia en prisión, Falcón vivió uno de los episodios más amargos de su vida, el incendio del Pazo Castriño, que había comprado unos años antes por una cifra que se llegó a situar en los 115 millones de pesetas. El origen del fuego, que convirtió el edificio en cenizas, sigue siendo un misterio, pero no parece casual. Un volumen sobre la historia del narcotráfico editado por la Fundación Galega contra o narcotráfico señala que el arousano pudo irse de la lengua en el patio de la cárcel y la camorra italiana no se lo perdonó. «Se comenta que Falconetti está dando informaciones y para evitarlo los italianos le quemaron el pazo» llegaron a decirle al juez Baltasar Garzón. A su salida de prisión, Falcón se deshizo de lo que quedaba de la propiedad.

Veinte años después, el arousano volvió a enfrentarse a un tribunal, en esta ocasión por un presunto delito de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico por una investigación abierta en 1997. Junto a él estaba su mujer, Digna Díaz Oubiña, causante del accidente que este domingo dejó un reguero de heridos durante la celebración de una verbena en Vilanova de Arousa. Cada uno de los miembros de la pareja se enfrentaban a una petición de tres años, pero la Audiencia de Pontevedra finalmente los absolvió por falta de pruebas.

En su defensa, el matrimonio argumentó que nunca habían traficado con droga y que los desequilibrios contables de los que estaban siendo acusados respondían a que solo declaraban un 5 por ciento de lo que ganaban con los negocios hosteleros que regentaban. Falconetti manifestó, entonces, que las acusaciones de blanqueo de capitales que le imputaba el fiscal eran falsas y que sus ingresos procedían de negocios de hostelería, «chiringuitos de playa», un bingo y una barra americana. Además de este tipo de locales, Falconetti también probó suerte en el mundo de la construcción.

«Nunca he traficado»

Siempre ligado a la comarca arousana, el capo, que dejó el colegio a los 12 años para buscarse la vida, nunca ha reconocido su implicación con el mundo del tráfico de drogas, un extremo que tanto él como su pareja negaron en los tribunales al ser interrogados por sus ingresos. «Nunca he traficado con droga ni traficaré nunca con droga, nadie me puede acusar de haber traficado con droga«, insistió en un juicio celebrado en 2012.

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