La Coruña activa el cerco a las VUT, que limitará a bajos y primeras plantas para «mejorar la bolsa de alquiler»

La idea es básica: rebajar sustancialmente el número de pisos turísticos, para trasladar estas viviendas a las precarias bolsas de alquiler. Un plan que ya activó Santiago hace unos meses y que, a tenor de las cifras presentadas por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias de Galicia, no está teniendo los resultados esperados. En el caso de la urbe herculina, las VUT quedarán prohibidas —también con efecto retroactivo— en todo lo que no sean bajos y primeras plantas. La única excepción serán los edificios completos, que sí podrán dedicarse a esta actividad en su totalidad y de manera única, lo que perjudica directamente a los pequeños tenedores, que quedan fuera de este planteamiento. Ese es, precisamente, uno de los reproches que los afectados llevan meses haciéndole al gobierno local, teniendo en cuenta que la mayoría de los pisos turísticos se encuentran manos de familias que solo disponen de un inmueble al que han dedicado sus ahorros, como fuente de inversión.

Con los arrendamientos en máximos históricos —un apartamento de una habitación por menos de 600 euros es casi un arcano—, el concello pretende «echar mano de todas las herramientas de las que disponemos» para revertir la situación. Así que ahondando en la prohibición, también se propone la creación de zonas saturadas en las que la apertura de este tipo de pisos quedará limitada. El baremo que se maneja establecerá un máximo de 0,5 viviendas de uso turístico por cada 100 habitantes en estas zonas rojas. Además, avisan de que los propietarios deberán dar de alta su piso en Hacienda como actividad económica. Los cálculos de María Pita, que no coinciden con los de las asociaciones de afectados, anotan que de las 1.357 VUT registradas en la ciudad herculina, solo sobrevivirán la mitad.

«Somos conscientes de que la regulación de la implantación de las VUT puede no gustar a todos, pero tenemos que actuar con responsabilidad y sentido común. La Coruña es una ciudad abierta y el turismo es fundamental para su economía, pero esto no es un debate de blanco o negro. Se trata de buscar el equilibrio y creo que es lo que estamos haciendo. Cumplir la normativa ya no debería ser objeto de debate, por lo que la oferta ilegal de VUT, sin autorización o comunicación previa, es inadmisible» remachó ayer Inés Rey sobre los siguiente pasos a dar en la batalla contra este tipo de viviendas que ya se libra en la ciudad.