El Consello dará luz verde este jueves a pedir nuevos juzgados de violencia de género

Rueda, tras tachar de «espectáculo lamentable» lo vivido la víspera en el Congreso, con el enfrentamiento entre los socios del Gobierno central, PSOE y Podemos, a cuenta de la reforma de la polémica 'ley del solo sí es sí', ha reivindicado que como se protegen los derechos es con «medidas concretas», en lugar de con grescas parlamentarias o «dogmas». Y ha revelado la aprobación del plan el jueves, de acuerdo con la comisión mixta del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

El presidente gallego ha explicado que la petición de los nuevos juzgados con esa competencia exclusiva de la violencia de género, comarcales, comienza por Santiago de Compostela y, a partir de ahí, prosigue con las otras cuatro ciudades que aún no los poseen. De esta forma, ha defendido, «muchas mujeres» que «ahora tienen miedo de los efectos» de la 'ley del solo sí es sí' -con 800 penas a agresores sexuales rebajadas, y más de 150 en la calle, varios en Galicia-, «empezarán a sentirse un poco más protegidas».

Tras la primera intervención de Ana Pontón -de morado, ha dicho que el 8-M «no va de lazos lila», como los que portaban Rueda y los integrantes de la bancada popular-, Rueda le ha afeado que no le mereciera «ningún comentario» su anuncio. «¡Si era lo que ustedes pedían!». El mandatario lo ha atribuido a que es una medida que impulsa la Xunta y que no se le «ocurrió» al Bloque. «Así no se lucha contra los derechos de las mujeres, es bueno que empecemos entre todos», ha advertido.

A la segunda, Pontón sí ha hecho alusión al anuncio de Rueda, aunque con retranca. «Bienvenido a la defensa de los juzgados exclusivos en materia de violencia de género», ha ironizado, para acusar al Grupo Popular de haber votado en contra siempre que el BNG llevó este asunto a la Cámara, a lo que ha añadido una reclamación: «Separen en los juzgados a las víctimas de los agresores».

El pleno se ha reanudado con un cambio de guion: ausencia de Luis Álvarez, por motivos personales, y la tarea de confrontar con Alfonso Rueda ha recaído en Begoña Rodríguez Rumbo -de tal forma que han sido dos mujeres quienes han chocado con el presidente el 8-M-, quien ha optado por ir enlazando cifras y ha afirmado que «para este gobierno [de la Xunta] la igualdad no es una prioridad». «Carecen de enfoque feminista», ha acusado también. «En este gobierno de publicidad y propaganda se llenan el pecho con planes estratégicos que (…) ni se atreven a presentar los resultados de su pésima gestión», ha acusado.

Rueda ha reprochado a Rodríguez Rumbo que hubiera caído en la «tentación» de dar «lecciones de feminismo», un «papelón» tras lo visto el día antes en el Congreso. «Para el PSOE, el feminismo consiste por la mañana en darnos lecciones, por la tarde hacer leyes que hacen que las agresiones sexuales salgan más baratas, y por la noche, algunos tener cenas con el Tito Berni». «Para eso no cuenten con nosotros en absoluto», ha apostillado.

El presidente -se esperaba que aprovechara el cisma evidenciado el martes en Madrid- ha replicado a la diputada socialista que, con sus «antecedentes», no tienen «credibilidad», como tampoco «capacidad» y «mucho menos autoridad», «con la que está cayendo en su partido», para «dar a nadie lecciones de feminismo». Sin dejar de aprovechar las horas bajas del Gobierno central por la fractura del 'solo sí es sí', ha recordado que «ayer necesitaron la ayuda del PP para empezar a corregir el disparate» de la ley impulsada por el Ministerio de Igualdad; «no esperamos de su lado ningún agradecimiento ni ningún reconocimiento; esperamos, cuando menos, que no nos den lecciones».

La sesión se ha agitado cuando Rueda se ha preguntado «qué estaría diciendo» el PSdeG si la referida ley fuera de los populares o «si el Tito Berni, en lugar de diputado socialista», fuera del PP. «Son ustedes los que hicieron la ley y el Tito Berni era diputado del PSOE, un compañero de ustedes», ha seguido 'haciendo sangre', entre interrupciones y llamadas al silencio del presidente de la Cámara, Miguel Santalices. «No nos dé lecciones porque no puede darlas», ha zanjado Rueda el careo.

Pontón ha comenzado comedida, reclamando poner el «turbo» en las políticas de igualdad, y asegurando que en Galicia «la fotografía es muy clara» con respecto a las mujeres, que «soportan más precariedad, más temporalidad, más pobreza y menos salarios», ha dicho. Rueda, de inmediato, ha rebatido que todo su discurso sobre garantías de los derechos de las mujeres «se cae absolutamente abajo» al haber votado el diputado del BNG, Néstor Rego, el martes, «a favor de que a los delincuentes sexuales se les sigan rebajando las penas».

Rueda, además de responder a Pontón que su llamamiento a dedicar al 1% del Orzamento a igualdad hace tiempo que está «superado», ha enumerado las ocasiones en las que el Bloque votó en contra de medidas en este ámbito impulsadas por la Xunta; en cambio, el martes, ha insistido, «levantaron la mano» para mostrarse de acuerdo con que «delinquir sexualmente salga más barato», algo para lo que nunca podrán contar con el PP, ha advertido. Pontón se ha revuelto acusando a su oponente de «desvergüenza política» y de haber llegado a «lo peor que llevo visto en la política parlamentaria». La líder nacionalista ha acusado a los populares de llevar 40 años votando en contra de avances para las mujeres y, en los últimos años, de ir «de ganchete con esa extrema derecha [por Vox] que quiere llevarnos al pasado».

Santalices ha tenido que mandar guardar silencio nuevamente, ante la interrupción a Pontón, quien ha aprovechado la coyuntura para afirmar que no van ni a «boicotear» a su partido ni a «callarla» a ella. «Llevan 14 años, desde el minuto uno, trabajando en contra de los derechos de las mujeres», ha clamado. Por último, se ha referido a lo vivido el martes en el Congreso para calificarlo de «lamentable», pero este epíteto lo ha dedicado al hecho de que el PP diera su voto al PSOE para «volver al Código Penal de la Manada», de tal forma, ha seguido acusando, que «quieren desproteger» a las gallegas. «Debería dar explicaciones, señor Rueda, porque es una vergüenza», ha atacado.

En su cierre, el titular de la Xunta ha censurado que Pontón intentara enmascarar el doble discurso de su partido dando «una clase de última hora de Derecho Penal». Aún siendo consciente de que caería su petición «en saco roto», ha demandado a los nacionalistas, «por una vez», trabajar «unidos» en materia de igualdad. Eso sí, a base de que el BNG deje de decir «a todo que no» y de pensar que solo ellos «pueden tener buenas ideas». «Aparque de una vez el dogmatismo», ha instado a su interlocutora.