Besteiro lanza la precampaña del PSdeG para las autonómicas pregonando unidad

Le escuchaba quien se postulaba como su rival y acabó abortado una precandidatura fugaz, un Gonzalo Caballero flanqueado por algunos de los suyos (suyas, en este caso: Marina Ortega, Noa Díaz, Noelia Otero). Que minutos antes había escuchado proclamar a su tío Abel, alcalde de Vigo: «Esto es un acto de unidad, aquí estamos todos». Y de hacerle un guiño al «agradecer la generosidad de esta unidad que estamos haciendo en torno a Besteiro, porque seguro que muchos renunciaron a aspiraciones legítimas (…) en aras del beneficio de Galicia». «Trabajaremos por un PSdeG fuerte para el cambio político en Galicia. Galicia merece progreso y cambio de la mano del socialismo gallego», escribió su sobrino en Twitter.

Pero Gonzalo Caballero fue uno más entre el público en un acto largo, de 70 minutos, que abrió Formoso, y que cerró Besteiro, con críticas al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, loas al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y pinceladas de por dónde irá el programa electoral para las autonómicas que desplegará en una conferencia política. En medio, intervenciones de Lara Méndez, Inés Rey, Abel Caballero y Alberto Varela, para exhibir músculo municipal; y augurar, como también hizo Calviño, que Besteiro será el próximo presidente de la Xunta.

Besteiro alabó el proceso de esas primarias que nunca fueron, y lo contrapuso al PP, del que dijo que «prefiere la designación digital, las herencias, los testamentos», aunque él mismo sea un candidato con el camino allanado. «Tremendamente emocionado» y «enormemente agradecido», en una suerte de reedición del resarcimiento de su calvario judicial que vivió al tomar posesión como delegado del Gobierno – «me costó llegar aquí»-, proclamó que el PSdeG, «más unido que nunca», ya está «preparando el cambio que se va a producir» en Galicia.

Un cambio que apuntó necesario por entender que Galicia vive «un declive constante camino de la irrelevancia», que «es menos con el PP», que «no pesa». De Rueda dijo que fue «absolutamente imperdonable» que «le dijera a su partido que votara en contra» del uso del gallego en el Congreso, un «símbolo de su imposibilidad para defender los intereses de Galicia». Y que, con la «confrontación» como modus operandi, «está en contra de los alcaldes, de la FEGAMP, del Estado, de la sociedad civil, ¡está en contra de todos!», acusó.

Al hilo, dijo que estaba avisado de que el Gobierno le recurriría la ley del litoral, y prometió que si alcanza la presidencia de la Xunta, «ese asunto se va a solucionar más pronto que tarde». Fue el propio Besteiro quien en su momento, durante su breve etapa como delegado del Gobierno, enmendó a Formoso para advertir a Rueda en San Caetano de que el PSdeG no apoyaría la ley del litoral. Rueda, después, dijo haber visto al socialista algo perdido en algunos temas. Este sábado tuvo un lapsus al comentar que los trenes Avril se entregarán en diciembre, cuando es sabido que no llegarán, como pronto, antes del primer trimestre de 2024.

El candidato -en pie como Abel Caballero, el resto sentados en sus intervenciones-, que también prometió «resetear» el Sergas, tuvo tiempo para lanzar flores a los alcaldes del PSdeG -«en esta sala se hace más política real y más gestión útil para Galicia que en los últimos 14 años en el edificio de San Caetano»-. Y no se olvidó de dar las gracias a Formoso por no disputarle la candidatura – «un hombre poco habitual en la política, especial, lleno de generosidad y compromiso, y sobre todo, un corazón enorme»-.

El secretario general protagonizó una de las anécdotas del acto, bautizado como 'Horizonte 2030. Preparando o cambio', cuando, tras su intervención inicial, Rey le recriminó con humor que se hubiera explayado más allá de los «tres minutos» que les habían indicado. «Bueno, soy el secretario general, ¿no? Ya que no voy a ser el candidato, dejadme tres minutos de gloria», bromeó entre risas. La otra anécdota, involuntaria, corrió a cargo de Calviño, a quien traicionó el micrófono, abierto. Tras cerrar Besteiro con «es nuestro tiempo», le comentó la vicepresidenta: «Iba a decirlo al final, que es tu momento, se me olvidó».

Previamente, Calviño señaló que Galicia «merece más» de la mano de Besteiro durante un turno de palabra en el que hizo más hincapié en los kilómetros que lleva recorridos en las últimas semanas, y que dijo que no le pesaron para acudir este sábado a «mi tierra». Formoso elogió el bagaje de su compañero al frente de la Diputación de Lugo, asegurando haber «copiado» varias de sus iniciativas. «Galicia necesita al PSOE y el PSOE necesita a Besteiro», aseveró. Todos los que hablaron pronosticaron, cómo no, que se impondrá en las autonómicas. «Es la crónica de una victoria anunciada», pregonó Abel Caballero, fiel a su estilo.