Cuando los vídeos se filtran por la izquierda

Campaña de autonómicas gallegas de 2005. Cuatro días antes de acudir a las urnas ese 19 de junio, Fraga concede una entrevista al magazine matinal de Antena 3 «El ruedo ibérico». Al día siguiente, la Cadena Ser cuelga en su página web el contenido de un vídeo del previo de esa entrevista, en el que Fraga cruza desairado varios reproches con su responsable de prensa, Alfonso Cabaleiro, que le hacía indicaciones sobre cómo debía ponerse la chaqueta en cámara. La legendaria mala leche de Don Manuel toma cuerpo mortal: «¿Quiere usted hacer el favor de largarse de aquí? (...) Tóqueme usted... la nariz» . Los viejos del lugar recordarán la escena.

Antena 3, propietaria de las imágenes, hizo saber a la Ser que ese material era «robado» y que no autorizaba su difusión . Es más, no se trataba de una captura del vídeo, sino de imágenes en calidad de emisión que se extrajeron del sistema de la cadena privada. La emisora de radio tomó la decisión «de difundir el contenido de este video por su indudable interés informativo». Fraga cabreado (oh, novedad), indudable interés informativo. Su criterio era, respeto merece.

La noticia tuvo eco, por ejemplo en el hermano escrito de la Ser, el diario El País, que la recogió reproduciendo el diálogo entre el octogenario presidente y su asesor. Exactamente como ABC con la ministra. La prensa gallega y nacional se hizo también eco del polémico vídeo , con evidentes similitudes con el de Irene Montero: momentos previos a una entrevista, un político descuidado y lenguaraz, un medio que difunde contenidos de otro. Porque lo de Montero no es un off , por muchos que algunos se empeñen.

Aquellas fueron las primeras autonómicas de este periodista, que recuerda cómo se acercó a Ángel Lana —un fontanero de Ferraz que se encargaba de la coordinación audiovisual de la campaña de Touriño y que hasta 2004 había desempeñado distintos cargos en Antena 3— y le preguntó, con una ingenuidad conmovedora, si sabía algo de cómo se habían filtrado aquellas imágenes, que evidentemente erosionaban la imagen de un Fraga bamboleante y no solo en las encuestas. «Entenderás, José Luis, que eso no puedo decírtelo», respondió con honesta ternura. Ya ven, un vídeo que beneficiaba evidentemente al PSOE publicado por la Ser y replicado en El País. Pero seguro que fue mera coincidencia. En 2005 no había Twitter y no podemos comprobar si la horda de inquisidores y moralistas de hoy hubieran tenido la tecla tan rápida entonces.

Algún apunte más. Tanto la noticia de la Ser como la de El País estaban sin firmar. Y la del Faro de Vigo . Y la de Levante . ¿Acaso es tan difícil de entender que sobre un material informativo ajeno se opte por actuar así? No sé si «su dirección no ha encontrado un solo redactor capaz de firmar tamaña atrocidad desde el punto de vista ético», en desahogada afirmación de una opinadora a pesar de todo. Ni si «los periodistas de verdad jamás (...) se apropian de material ajeno» o si quienes escribieron las piezas habían aprobado primero de Periodismo. Lo que sí sé, porque ya son veinte años en este oficio, es que a menudo quien más golpes en el pecho se da en defensa de las reglas del periodismo es probablemente quien más tiene que callar.

¿Acaso la conclusión es que todo es una mierda y que el periodismo vive un descrédito merecido por sus bajezas y manipulaciones? En absoluto. Este oficio está más vivo que nunca, a pesar de las dificultades económicas atraviesa uno de sus momentos de mayor diversidad y pluralidad ; el vídeo de Fraga fue considerado noticia por los periodistas de la Ser y El País y lo difundieron, del mismo modo que ABC hizo con Irene Montero. Pero este oficio estaría aún mejor si tuviese más memoria y menos sectarismo.