La Xunta trabaja en un nuevo rescate a los hosteleros, que piden también ayuda local y provincial

Según indica la Xunta en una nota enviada por la noche, «se avanzó el trabajo cara a perfilar un nuevo Plan de Rescate a personas trabajadoras autónomas, microempresas y establecimientos hosteleros cerrados por la pandemia». El Gobierno gallego añade que será «de características similares al que se aprobó a finales de año, aunque se simplificarán los requisitos para que el acceso a las ayudas sea aún más fácil y sencillo». Tras la reunión, el vicepresidente Alfonso Rueda subrayó que «toca seguir mirando adelante, hay que seguir ayudándoles: hablamos de nuevas ayudas y de la necesidad de que se impliquen el resto de Administraciones» . Rueda se refirió a él como un Plan de Cooperación.

La hostelería también pidió esas ayudas conjuntas del Gobierno autonómico, las diputaciones y los ayuntamientos. «El eje principal surge de una medida que presentó la Comunidad Valenciana: un plan de rescate conjunto» , señaló el presidente de la Asociación de Hosteleros de La Coruña, Héctor Cañete. «Haremos llegar a administraciones locales y provinciales que necesitamos ayuda, y una ayuda conjunta», insistió el presidente de la Asociación Provincial de Hosteleros de Lugo, Cheché Real.

El presidente Alberto Núñez Feijóo ha hecho hoy hincapié en que más de 14.700 negocios de hostelería ya han recibido una inyección económica en forma de ayudas directas, con un desembolso de 21,5 millones de euros.

En su comparecencia matutina, Feijóo tuvo palabras de comprensión para el sector, del que aseguró que es «injusto estigmatizar» y que «debemos estar al lado», porque «sufre más que ninguno». Quienes viven de él lo están «pasando mal» pero «no estarán solos», afirmó, antes de garantizar que desde la Xunta se seguirá «mitigando su sufrimiento con ayudas específicas». Teniendo en cuenta que Galicia es una de las autonomías que «más está apoyando» a este tipo de negocios. En todo caso, tampoco aquí hubo paños calientes: «Nadie quiere ver bares y restaurantes cerrados, pero estoy convencido de que si tenemos que elegir entre una UCI colapsada y bares y restaurantes cerrados, nuestra obligación moral, ética y política es intentar que las UCI no se colapsen», advirtió.