Los peregrinos extranjeros y las rutas alternativas al Camino Francés ganan terreno en 2016

Cuando se le pregunta a un peregrino por qué ha realizado el Camino, las respuestas son heterogéneas. Al irlandés Paul McGranaghan, por ejemplo, le picaba la curiosidad . Su amiga Martina Callanan lo ha utilizado como bálsamo tras una ruptura sentimental . Claro que una cosa es cómo se empieza y otra cómo se termina. Eso lo observa a diario Segundo Pérez , deán del santuario del Apóstol , que en su labor de acogida recibe a todos, con independencia de su credo. « Hay gente que comienza como turista y acaba como peregrino . Cuando hay diálogo y encuentro con otros se crean grandes amistades, cambia tu vida. Cada época tiene nuevos espacios para la evangelización y el Camino de Santiago es un espacio nuevo, imprevisible, para la nueva evangelización », afirmó a este diario. Idéntica opinión comparte Marc Aillet , el obispo de Bayona y responsable de la pastoral jacobea en Francia, que durante su breve estancia en Compostela este año charló con ABC: «El Camino es una oportunidad frente a la secularización actual» .

Para las administraciones y el sector turístico también supone otra oportunidad, aunque desde otro punto de vista que en ocasiones choca con los valores defendidos por las asociaciones de amigos del Camino , fieles colaboradoras del fenómeno jacobeo. No hay comunidad por la que discurra el Camino en la que no exista una preocupación creciente por preservar y cuidar los distintos itinerarios, varios de ellos (el Francés, el de la Costa, el Primitivo, el Vasco-Riojano y el de Liébana) declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco , a cuyo Registro de la Memoria del Mundo podría incorporarse pronto el «Códice Calixtino», la joya bibliográfica medieval que guió a los primeros peregrinos. Aunque el Francés sigue siendo el Camino mayoritario (lo elige un 63,4%), experimentan una subida otros como el Portugués (18,7%), el del Norte (6,2%) o el Primitivo (4,3%), además del Camino Inglés o la Vía de la Plata.

Películas como «The Way» , del estadounidense Martin Sheen ; best-sellers como «Bueno, me largo» , del alemán, Hape Kerkeling ; o «realities shows» como el de la coreana Kim Hyo Sun influyen en sus compatriotas a la hora de ponerse en camino. Los italianos son los primeros entre los extranjeros; les siguen alemanes, estadounidenses y portugueses . En las primeras posiciones aparecen coreanos, australianos o brasileños entre los no europeos.

La promoción que la Xunta realiza en el extranjero influye igualmente. De hecho, asesora a otros países sobre cómo gestionar itinerarios similares. Pazos cree, no obstante, que existe un elemento más: «El Camino se está convirtiendo en un lugar donde uno puede desconectar de la presión a la que vive sometido constantemente, un lugar donde las personas pueden encontrarse consigo mismas. Y es, además, uno de los pocos lugares seguros donde uno puede vivir desprotegido ».