La alargada sombra de Besteiro

Librarse de la acusación del 'Garañón' de la forma que lo ha hecho tiene un valor especial. Por un lado, la Audiencia de Lugo ha constatado que las acusaciones que durante cinco años y pico mantuvo De Lara contra él por la compra de su piso eran «sospechas vanas». Ni medio indicio incriminatorio, pero mucha pena de banquillo. No es un archivo por prescripción de delitos, ni por un defecto de forma, ni siquiera una absolución en base a una valoración de prueba favorable a sus intereses. Es un sobreseimiento sobre el criterio de que nunca hubo nada que permitiera creer que su comportamiento fue deshonesto.

La gravedad del 'Garañón' era esa, la afectación de la esfera personal de Besteiro . Mientras que la 'operación Pulpo' investiga -ya veremos con qué resultados- su gestión al frente de una administración pública, donde existen mecanismos de control que frenan unilateralismos contrarios a la ley (el grueso de las decisiones vienen con informe previo del secretario, un habilitado nacional de alto rango), el 'Garañón' le señalaba por conductas turbias en la compra de su vivienda. Permitía especulaciones insoportables para un político, del todo definitivas para liquidar una carrera. Eso queda ahora zanjado. Es el primer peso que se alivia, y seguramente el más decisivo , porque le permitiría ir recuperando posiciones, exhibiendo credenciales de víctima de una juez ineficiente (por ser muy suaves). Sin embargo, no lo hará.

Ni siquiera está claro que Besteiro tenga una hoja de ruta clara que le devuelva al escaparate del PsdeG en el caso de que la Audiencia Provincial o el nuevo titular del Juzgado de Instrucción nº1 de Lugo manden la 'Pulpo' a la papelera, una ruta que ya recorrieron una amplia mayoría de casos empezados por De Lara. Asegura a sus próximos que ha perdido esa ambición, necesaria para ponerse al frente de un partido que está en una situación mucho peor que cuando él lo dejó . No busca recuperar el cetro abandonado, aunque su pasión por la política sigue intacta. Nunca se fue del todo, y probablemente tampoco vuelva del todo. Pero si la 'Pulpo' desaparece de su horizonte, es muy probable que rompa su silencio.

¿Y por qué se vuelve a hablar con intensidad dentro del PsdeG de un líder que se fue por la puerta de atrás hace casi cinco años? Evidentemente, por la coyuntura frágil en que se encuentra el partido desde las pasadas autonómicas, superado de largo por el BNG en las últimas autonómicas y sin rumbo claro, salvo abrazarse a lo que mande Moncloa. El día después de las elecciones gallegas, en estas mismas páginas, se abría la remota posibilidad de un retorno de Besteiro siempre que se librara de sus dos causas judiciales . Una ya cayó.

Si el resultado del 12-J ya era un terreno muy resbaladizo para Gonzalo Caballero, Ferraz añadió picante en las últimas semanas al barajar la posibilidad de que el liderazgo socialista en Galicia se pueda renovar. No fue una filtración a los siempre malvados medios de la derecha (cuya credibilidad gusta tan poco a Caballero y sus mariachis), sino a cuanto periodista llamó a la sede central del PSOE y preguntó. Traducción: Ferraz no va a desplegar su manto protector sobre Caballero para que resulte reelegido en el congreso gallego de finales de año. ¿Significa eso que Sánchez jugará a favor de algún otro candidato? Y de ser así, ¿de quién? Aquí vuelven las incógnitas. Si algo han demostrado las primarias socialistas es que interpretar el papel de outsider contra el aparato funciona a ojos de la militancia. Recuerden el duelo Sánchez-Díaz. No quieren darle ese cartel al sobrinísimo. Ferraz es consciente de que Caballero es un lastre para la marca (ya de por sí dañada), la unidad interna da evidencias de agrietarse, y los barones locales temen por los resultados de sus municipales de 2023 si continúa y no se frena la sangría de voto hacia el BNG. Un cóctel peligroso.

El temor de Gonzalo Caballero es que, por el momento, nadie levanta la mano como alternativa. No tiene a quién señalar, aunque sospecha. Y muy probablemente nadie se signifique hasta después del congreso federal del PSOE de septiembre u octubre. Los críticos, que los hay, no quieren generar ruido que les señale como desleales o malos socialistas. Demasiados capítulos de esa historia hay escritos en el PsdeG, el partido que enterró (políticamente) a Touriño el día antes de que perdiera las elecciones de 2009 y se repartió su herencia en vida. Las diferencias de la dirección provincial de La Coruña con la regional son evidentes y de bulto. Un sector de Lugo tampoco comulga con Gonzalo. Y su tío, que en campaña empeñó su capital político en su favor, considera que su tiempo está cumplido. Tampoco será Carmela Silva quien rompa una lanza en su favor. Dicho lo cual, la militancia es soberana y puede hacer caso omiso al criterio de la dirigencia. Es la baza de Caballero.

¿Encaja Besteiro en ese papel de referente del sector crítico? Podría. ¿Le gustaría que ese paso lo diera otro? También. Y él estar detrás. Transmite que es el tiempo de otros. Pero a alguien al que le apasiona de tal modo la política cuesta verlo en segunda fila. El tiempo y la 'Pulpo' dirán.