Felipe VI reconoce «la gran tarea» del presidente Arévalo para «construir una patria para todos los guatemaltecos»

Las revueltas en Guatemala del 15 de enero, precipitaron la vuelta del Rey, quien viajó hasta allí para asistir a su toma de posesión

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El Rey Felipe VI recibe en audiencia al presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo efe

Cuando Felipe VI viajó hace seis semanas a Guatemala para asistir a la toma de posesión del presidente Bernardo Arévalo, se organizaron allí una serie de revueltas con la intención de que no fuera investido como presidente tras las elecciones democráticas. Don Felipe esperó ... hasta el último momento, pero la delegación española volvió antes de que se produjera la ceremonia. Por eso hoy, en el almuerzo ofrecido por los Reyes en el Palacio Real de Madrid por la visita a España del presidente Arévalo y su esposa Lucrecia Peinado, los más de 85 asistentes alzaron sus copas y brindaron «por el futuro compartido de amistad, colaboración y entendimiento mutuo» y «por la imperecedera hermandad entre Guatemala y España», según dijo el Rey.

«Su presencia aquí, Señor Presidente representa la determinación de un pueblo en defensa de su voluntad soberana. Nos alegramos, toda la comunidad internacional lo hace, de que se haya respetado la decisión libremente tomada por los guatemaltecos», declaró Felipe VI, al tiempo que añadió que España «quiere apoyar esta nueva etapa que representa» Guatemala «con el fin de hacer realidad las aspiraciones y esperanzas que han concitado su elección y el nuevo gobierno que dirige».

El Rey recordó las palabras de «un ilustre guatemalteco», Augusto Monterroso, que en 2006 recibió el Premio Principe de Asturias de las Letras: «Dijo, siempre modesto, que su ideal último como escritor consistía en ocupar algún día en el futuro media página en el libro de lectura de una escuela primaria de su país. Escribió una página brillante en la literatura en lengua española». Don Felipe quiso así legitimar la labor que Arévalo tiene por delante: «Estanos seguros, Señor Presidente, de que usted escribirá una página muy importante en la gran tarea que ha asumido: la de construir una patria para todos los guatemaltecos. Cuente siempre con el respaldo de España».

Tras el discurso del Rey, llegó el turno de Arévalo, quien agradeció el apoyo que España siempre ha brindado a Guatemala y especialmente en los últimos meses, cuando después de las elecciones se produjeron las revueltas para impedir su toma de posesión. «Nuestro pueblo demostró una firme convicción ciudadana al derrotar a aquellos que, hasta el último minuto, intentaron socavar mediante artimañas la voluntad popular expresada libremente en las urnas», afirmó Arévalo, y mencionó que Felipe VI «fue testigo de estos fallidos intentos».

Con esta visita de Arévalo y su esposa a España, el presidente de Guatemala concluye su gira por Europa, que le ha llevado a Francia, Alemania, Bélgica, donde ha mantenido reuniones al más alto nivel para estrechar los lazos de Guatemala con sus socios europeos.

Entre España y Guatemala las relaciones bilaterales son muy estrechas desde hace años. Nuestro país «es un importante socio económico de Guatemala», según expresó el Rey. Nos unen, además, la amplia colonia de españoles y guatemaltecos en ambos países. Estos vínculos «se van a ampliar» gracias a la aplicación del Acuerdo relativo a la ordenación de los flujos migratorios laborales que ambos países firmaron hace un año y que «permitirá a centenares de trabajadores guatemaltecos trabajar en España, sin perder su vínculo de residencia en Guatemala».

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