Un exdiputado de Vox deja el partido por su «viaje nocturno al neofalangismo»

La misiva, adelantada por 'Libertad Digital' y a la que ha tenido acceso ABC, no ahorra en reproches, en lo que refleja un evidente y creciente desencanto de Steegmann, médico de profesión, con el partido con el que fue diputado entre 2019 y 2023. El verano pasado, cuando Espinosa de los Monteros abrió la mayor crisis interna en Vox al anunciar que no iba a recoger su acta de diputado, Steegmann era el siguiente en la lista al que correspondía el puesto, pero decidió ya entonces no tomar posesión del cargo, al apreciar una deriva hacia los postulados internos más conservadores, encarnados en la figura de Jorge Buxadé.

Precisamente Buxadé, aunque ha perdido peso interno y ya no es vicepresidente en el organigrama de Vox, repite como candidato en las elecciones europeas. Y en este contexto, ha trascendido la carta de Steegmann al partido, en la que detalla los motivos de su decisión no solo de renunciar a la afiliación, sino de no votar a Vox el 9 de junio. «Vox está prescindiendo de la parte más liberal de su programa y de sus diputados», dice, y apunta que el 9 de agosto del 2023 renunció a recoger el acta de diputado ya con esa idea en mente: «La composición del nuevo grupo parlamentario de 2023 revelaba lo que se había incubado durante cuatro años y comprendí que mi presencia en dicho grupo era disonante. Así que renuncié, por motivos políticos».

Steegmann le dedica palabras de agradecimiento a Santiago Abascal, líder de Vox, pero señala que sus motivos para tomar la decisión se reforzaron definitivamente, la gota que colmó el vaso, en los discursos del Viva 24, evento celebrado en Vistalegre el fin de semana del 18 y 19 de mayo. «Muy especialmente», matiza, le contrariaron las palabras del «cabeza de lista para las europeas», Buxadé. Según el médico, se le hizo «insufrible» que el eurodiputado y exvicepresidente de Vox mencionara «despreciativamente» las vacunas contra el Covid-19.

«He conseguido que España sea el único país europeo en el que un partido de la 'hard right' no se haya convertido en antivacunas, al menos en las Cortes», confiesa Steegmann en su carta, en la que dice que el alegato de Buxadé «suena al discurso anticientífico que ha sido fomentado en los medios de opinión cercanos a Vox». «Son demasiadas las voces en Vox que presumen de antivacunismo en público y que se han vacunado en la intimidad. Desprecio esa hipocresía, como desprecio el tacticismo de utilizar al presidente [Javier] Milei como disfraz liberal de un acto mayoritariamente antiliberal», expone.

Durante la crisis del coronavirus, Steegmann fue uno de los pocos políticos de Vox que defendió públicamente la necesidad de vacunarse para hacer frente a la pandemia, lo que le valió una campaña de acoso e insultos en redes sociales. Fuentes del actual grupo parlamentario consultadas por ABC, que compartieron la anterior legislatura con él, admiten que ya entonces el médico amagaba con irse al Grupo Mixto, pero reconocen también que su salida de la formación, tras sus constantes críticas, supone «un descanso» para ellos.

La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, ha asegurado en rueda de prensa, antes de la Junta de Portavoces, que no tiene «nada que comentar» sobre la decisión personal de alguien para darse de alta o de baja de un partido. «Que me pregunten por un señor que se ha dado de baja con toda la libertad del mundo no lo voy a calificar como ridículo, pero sí como una nimiedad. No me parece de relevancia», ha afirmado la diputada. Desde la dirección del partido le restan también importancia al momento de trascender esta información, en plena campaña, convencidos de que no les afectará en absoluto.

Es más, en su misiva, Steegmann se defiende diciendo que toma la decisión en un momento «dulce» para Vox, tras el éxito del Viva 24. Pero no duda en apostillar más críticas, por la supuesta deriva ideológica de su formación. Primero apunta a «la base juvenil falangista» de Buxadé y de «muchas personas muy relevantes en el partido», para contraponer: «Yo también la tengo marxista, pero dejé de serlo; era joven y de lecturas limitadas».

«Lo que no entiendo —incide— es que a ellos se les permita deslizar subrepticiamente al partido hacia un horizonte azul mahón, disimulando con la cantinela de 'la muerte de las ideologías', y obviando nuestro objetivo de reducir el tamaño del Estado y la defensa de la propiedad privada y de la libre economía de mercado, como reza el punto quinto de los estatutos. El 'distribucionismo', el estatalismo y el neofalangismo van contra la base fundacional de Vox».