Pepa Millán: «El PP tiene mayoría absoluta en el Senado y puede frenar esta ley de amnistía»

—¿Ahora qué?

—El PP tiene mayoría absoluta en el Senado y puede frenar esta ley. Desde el principio denunciamos la admisión a trámite de la amnistía en el Congreso. La legislatura pasada se presentó una ley muy parecida por los separatistas y el letrado mayor la inadmitió a trámite por su palmaria inconstitucionalidad. En esta ocasión el Gobierno cesó a ese letrado y colocó a uno afín expresamente para que diera luz verde a lo que le pusieran por delante. En el momento en que entra en el Congreso denunciamos su admisión a trámite, de hecho nos querellamos contra los miembros de la Mesa que dieron su voto favorable. El propio PP en el Congreso dijo que esa ley es inconstitucional. Y lo que es inconstitucional en el Congreso también lo es en el Senado. Tiene toda la potestad para plantear un conflicto institucional entre dos órganos constitucionales, Congreso y Senado, ante el Tribunal Constitucional. Hay que hacer un frente común contra el PSOE y contra la amnistía. Es cierto que estamos en un escenario desconocido y ante eso hay que ser también imaginativos.

—El Reglamento del Senado establece que la Mesa debe derivar directamente a una comisión las leyes que lleguen aprobadas por el Congreso.

—Lo que no contempla el Reglamento es que salga del Congreso una ley que es palmariamente inconstitucional como la ley de amnistía. Por eso digo que estamos en una situación excepcional, que nunca se ha dado en la historia de nuestra democracia y por tanto la respuesta debe ser también excepcional. Nunca debió salir de la Mesa del Congreso una ley manifiestamente inconstitucional.

—¿Veremos a Carles Puigdemont regresar a España sin responsabilidad penal?

—No sé cómo va a terminar esto, de momento la situación es surrealista.

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J. C.

—¿Qué perspectivas tiene Vox en las elecciones catalanas?

—Nuestras perspectivas son muy buenas. Vox es la primera fuerza nacional en Cataluña [excluye al PSC], tiene más escaños que el PP y Ciudadanos juntos. Siguiendo el razonamiento del PP, suponemos que no se presentarán a las elecciones en Cataluña para no dividir voto, porque Vox tiene más escaños que el PP y Ciudadanos juntos.

—¿Seguirá siendo así tras el 12M?

—No lo sabría decir a ciencia cierta. Lo que digo es que Cataluña padece una serie de problemas que Vox denuncia y que todos los partidos dan por superados o entienden que son debates cerrados que no se tienen por qué reabrir. Por ejemplo, el índice de criminalidad se ha disparado en Cataluña. Hay más extranjeros encarcelados por delitos muy graves que españoles. Y sufre especialmente la inseguridad y la inmigración ilegal, que es un tema que solamente Vox denuncia y que pone encima de la mesa. También el hecho de que los españoles en Cataluña no puedan hablar en español, el incremento del gasto político destinado a fomentar el separatismo…

—PP y Ciudadanos exploran un acuerdo para estas elecciones. ¿Vox podría participar en algo así?

—Vox tiene un proyecto propio.

—¿Expectativas en vascas y europeas?

—Igualmente muy buenas. País Vasco y Cataluña comparten problemas que solamente Vox denuncia. Otros partidos consideran que Junts es un partido de tradición democrática o han pactado con el PNV; nosotros hemos traído al Congreso la ilegalización de esos partidos. Y en Europa ahora lo estamos viendo con la agricultura. Vox lleva denunciando el Pacto Verde Europeo, la Agenda 2030, la ley de bienestar animal, la Ley de Restauración de la Naturaleza… son proyectos con un nombre muy bonito, pero que suponen un plan de despidos masivos. Suponen la sustitución del campo español por el campo de Marruecos.

—¿Será Jorge Buxadé el candidato en Europa?

—Como sabe, nosotros no desvelamos los candidatos hasta muy avanzada la fecha, pero le puedo asegurar que tanto en el País Vasco, como en Cataluña, como en Europa, los españoles van a poder votar una alternativa.

—Comparten con el PP cinco Gobiernos autonómicos, pero critican su oposición. ¿Cómo lo conjugan?

—Decir la verdad y señalar las cosas que se están haciendo mal no nos supone ningún problema. Es muy complicado tratar con diecisiete 'partidos populares' distintos. Cuando nos sentamos para la formación de Gobierno no nos encontramos ningún problema. En el caso de Valencia, especialmente, fue muy rápida. Y sin embargo en Génova nos encontramos con que la cosa es bien distinta. Lo cual no obsta para cumplir nuestro compromiso con los españoles en aquellas regiones donde han colocado a Vox en el Gobierno. Entendemos que esta situación puede generar cierta desesperanza en los españoles que creen que PP y Vox deben llegar a un acuerdo, pero nos estaríamos traicionando si no denunciásemos aquellas cosas que se están haciendo mal. El PP se está reuniendo con Bolaños con un intermediario, un tercero, que parece que tiene que venir aquí a poner orden como si se tratase de dos niños de instituto para repartirse nada más y nada menos que los miembros del órgano de gobierno de los jueces. El PP está inmerso en un mar de incoherencias y tendrá que ver qué oposición hace.

—Si el PP tramita con normalidad la amnistía o pacta la renovación del Consejo General del Poder Judicial, ¿peligran los Gobiernos con Vox?

—Si el PP hace eso, se estará retratando. A partir de ahí, veremos qué es lo que ocurre. Primero vamos a ver qué hace el PP con la amnistía en el Senado. Si no hace eso, veremos qué pasa.

—¿Asumirá el Gobierno alguna responsabilidad por el caso Koldo?

—En absoluto. El Gobierno ya ha hecho como que ha asumido algún tipo de responsabilidad política pidiendo la dimisión del señor Ábalos, pero no engaña a nadie. Este grave caso de corrupción no se circunscribe a la persona de Ábalos o de Koldo. Ha implicado a varios ministerios del PSOE, dos Gobiernos autonómicos en manos socialistas… la mujer del presidente, salpicada. Y el propio presidente del Gobierno. Si no han asumido ninguna responsabilidad, no la van a asumir.

—¿Qué opina de la investigación fiscal al novio de Ayuso?

—Ni tengo elementos de juicio ni me corresponde a mí llevar a cabo esa valoración. No vamos a caer en la trampa del PSOE para desviar la atención y que no se hable de sus casos de corrupción. Este señor es una persona particular que no ostenta ninguna responsabilidad política. Tendrán que ser los órganos administrativos y posteriormente en su caso los judiciales los que determinen si existe algún tipo de responsabilidad, pero no hay que dejar pasar por alto cosas: tenemos a la ministra de Hacienda sacando datos fiscales de particulares para hacer daño, ir contra ellos o simplemente retratarlo de alguna forma ante la opinión pública cuando no son de su agrado, cuando no le caen bien o cuando piensan de forma distinta a ella.

—Abascal dijo en el debate de la amnistía que la soberanía nacional está en manos de Marruecos. ¿Cambiarían la relación con el país vecino?

—No se puede cambiar la posición histórica que una nación histórica como España ha tenido sobre determinados asuntos como por ejemplo el Sahara. Y lo que creo es que un presidente del Gobierno no puede andar cediendo continuamente la soberanía nacional a intereses terceros sin ningún tipo de información, sin ningún tipo de transparencia, con estos viajes que estamos viendo. En cuanto coge el Falcon, se va a Marruecos, se entrevista con el Rey, nadie sabe a qué va. Lo que sí sabemos es que al final acabamos soltando dinero. El dinero de todos los contribuyentes acaba siendo para plantar olivos en Marruecos, para establecer una serie de relaciones internacionales dañinas y para romper otros lazos históricos como en el caso de Israel.