El Gobierno afirma que Bildu ha salvado más vidas que la oposición

El delegado del Gobierno se reiteró en esas palabras durante un desayuno informativo arropado por numerosos miembros del Ejecutivo y del partido que lidera Pedro Sánchez. Entre ellos, los ministros Fernando Grande-Marlaska (Interior), Félix Bolaños (Presidencia) y José Manuel Miñones (Sanidad). También los secretarios de Estado de Seguridad y Relaciones con las Cortes, Rafael Pérez y Rafael Simancas, y el que lo fuera de Deporte hasta hace unos días, José Manuel Franco.

Tampoco faltaron la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, el líder del Partido Socialista de Madrid (PSM), Juan Lobato, o la hasta esta semana directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, a la que el propio Francisco Martín sustituyó en la Delegación del Gobierno hace menos de tres meses cuando ella, a su vez, tuvo que hacer lo propio con María Gámez tras dimitir ésta como máxima responsable de la Benemérita por los escándalos de corrupción en los que sigue implicado su marido.

Todos esos ministros, secretarios de Estado y dirigentes del PSOE aplaudieron la intervención de su delegado en Madrid, que arrancó así: «Hemos llegado a un punto en el que seguramente importa menos con quién se pacta que para qué se pacta. Eso es lo que a mí me preocupa de los acuerdos de la derecha con la extrema derecha».

Acto seguido, presumió de los pactos del Ejecutivo con los de Arnaldo Otegi y Oriol Junqueras, a los que se refirió irónicamente como «esos supuestos enemigos de la patria y de España». Los mismos a los que Martín alabó que hayan apoyado al Gobierno de Sánchez «durante estos cinco años» para los Presupuestos Generales o los estados de alarma de la pandemia del Covid-19, que el Tribunal Constitucional declaró parcialmente inconstitucionales.

Las reacciones no se hicieron esperar. Empezando por las propias víctimas de ETA. Covite, presidido por Consuelo Ordóñez, recordó a Martín que «la única 'aportación' de Bildu ha sido la justificación y legitimación de toda la trayectoria terrorista de ETA: 853 asesinados, más de 2.500 heridos, 86 secuestrados, más de 10.000 extorsionados y más de 150.000 desterrados forzosos del País Vasco. Eso es Bildu».

La Asociación Víctimas del Terrorismo exigió la dimisión de Martín «por la indignidad y la humillación que suponen para las víctimas del terrorismo esas declaraciones». Y el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, le respondió así: «Yo soy patriotero de pulsera de España. A mi padre lo mataron porque representaba esa patria de la que tú te mofas y ríes». Se refería a Luis Portero, fiscal asesinado por ETA en el año 2000. «También mataron a socialistas por ser patrioteros. Tú no eres más que amigo de Bildu-ETA», se despachó su hijo con Martín.

También desde la oposición arrecieron las críticas. La presidenta madrileña aseguró que Martín «debe ser cesado» por unas palabras que Ayuso tilda de «necedad inmoral». Incluso tiró de ironía sobre el deseo del delegado del Gobierno de que el asunto de esos pactos de Bildu y ERC –según él beneficiosos para los españoles– entre en la inminente campaña electoral del 23J. «No se preocupe: entrará», le retó este jueves Ayuso. Para el alcalde de la capital, el también popular José Luis Martínez-Almeida, ha quedado «incapacitado» para ocupar el cargo actual.

A nivel nacional se sucedieron más reacciones. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, definió lo ocurrido como «una cosa gravísima, probablemente lo más grave que hemos escuchado en democracia en los últimos años». Vox calificó de «miserable» a Martín. «No les basta con pactar con los asesinos de ETA y golpistas e incorporarlos a la dirección del Estado, ahora también los alaban como si fuesen héroes», denuncian los de Santiago Abascal.

Tras el revuelo, el propio Martín salió a media tarde a enmendarse a sí mismo: «Quiero pedir disculpas a las personas que se hayan sentido ofendidas». Reconoció que lo hacía «a la vista de las informaciones que se vienen publicando», tras las cuales, dijo, estaba «claro» que no se había expresado «adecuadamente», pues sólo pretendía «recordar la continua deslealtad con la que las derechas han venido actuando desde el inicio de la legislatura, especialmente en los momentos más complicados».

Antes, otros en su partido intentaron defenderle con argumentos variopintos. La ministra de Ciencia, Diana Morant, acusó al PP de «haber hecho más por Bildu que nadie nunca en España». Y Lobato alegó que su compañero –al que él mismo avaló para el cargo actual– se refería al PSOE, no a Bildu o ERC, a pesar de que pronunció esas palabras en respuesta a una pregunta sobre ellos y de que, como reconoció el propio protagonista, nadie lo entendió así.

Francisco Martín es delegado del Gobierno en Madrid desde hace menos de tres meses. Antes fue ascendiendo en La Moncloa de la mano del ministro de Presidencia. Primero como jefe de su gabinete técnico, cuando se encargó entre otras cosas de preparar la exhumación de Franco del Valle los Caídos (ahora de Cuelgamuros).

Cuando Sánchez ascendió a Bolaños a ministro en verano de 2021, Martín ocupó su puesto como secretario general de la Presidencia, desde donde organizó –y con éxito– la Cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid hace un año. Ingeniero de Montes, cumplirá 42 años en septiembre y ha ocupado distintas responsabilidades en el PSM, la última como secretario de Estrategia y Acción Electoral. A la vista de los resultados del 28 de mayo, sin tanto éxito como organizando cumbres.