Críticos de Vox se rebelan contra sus alianzas internacionales en vísperas de la cumbre de Patriots

Distintos cargos del partido reconocen su malestar con esta alianza, que ha quedado plasmado en un manifiesto, al que ha tenido acceso ABC, que circula desde este martes entre afiliados y exdirigentes de la formación a los que se relaciona con el sector más liberal del partido.

El documento, que no cuenta con ninguna firma ni atribución, denuncia esta alineación de Vox con «nuevas corrientes ideológicas» que podría incluso «implicar subordinación a agendas externas». En concreto, apuntan a la financiación proveniente de una entidad bancaria húngara, a la que Vox reconoció haber recurrido para obtener créditos con los que financiar las campañas electorales de los comicios que se sucedieron en el año 2023 (autonómicas, municipales y las generales anticipadas del mes de julio).

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«Esto cuestiona su narrativa patriótica y levanta sospechas sobre la supeditación de postulados ideológicos e intereses nacionales a los de otros países o a intereses económicos», denuncia el documento, que apunta «preocupantes cambios» en los principios de Vox y «falta de consideración de los intereses de España».

En concreto, aluden a la asociación con Orbán, del que reprochan su cercanía a Rusia, y con Le Pen, que recuerdan que apoya el derecho al aborto, al que se opone Vox. «Vox se encuentra limitado e incluso impedido de defender la vida del no nacido en Bruselas por el veto francés», avisan. En cambio, lamentan que Abascal haya abandonado la alianza con Meloni, pese a que España comparte «desafíos y amenazas» con Italia.

«En definitiva, Vox ha protagonizado un viraje en clave geopolítica que perjudica su defensa de España y sus intereses, así como renunciado a algunos de sus principios fundacionales, y todo ello por los intereses económicos de una élite corrupta que no sirve al partido, incumpliendo el mandato de las urnas y los afiliados, sino que instrumentaliza al partido, poniéndolo al servicio de sus intereses personales y económicos», concluye el documento.

Con estos argumentos, piden un cambio -«Vox y España lo necesitan»- y reclaman la vuelta al grupo de ECR en el Parlamento Europeo al que pertenecían la pasada legislatura «y situarse con Occidente en un contexto internacional cada vez más hostil».

Esta advertencia sale a la luz solo dos días antes de que Vox haga de anfitrión en Madrid de la primera cumbre de Patriots, en la que Abascal compartirá escenario con Orbán, Le Pen y también el italiano Matteo Salvini.

El partido tenía precisamente la vista puesta en esta cita para exhibir músculo y pasar página del revuelo que ha generado la salida de Juan García-Gallardo del partido, con fuertes críticas al funcionamiento interno de la organización, el mando de la cúpula y el entorno de Santiago Abascal y la gestión del secretario general, Ignacio Garriga.

García-Gallardo este miércoles ha roto su silencio y ha asegurado que, sin embargo, su distanciamiento con la dirección de Vox no tiene nada que ver con asuntos como las alianzas europeas. «Comparto el proyecto que tiene el presidente de intentar construir un gran espacio de la derecha alternativa», ha asegurado. Sin embargo este asunto sí que fue uno de los argumentos de uno de los procuradores de Castilla y León críticos que fue expulsado y finalmente desembocó en la salida de García-Gallardo.