El Congreso da el primer paso para blindar en el Reglamento el uso de las lenguas cooficiales

El catalán, el euskera y el gallego se han hablado ya este martes con normalidad, entre protestas del PP y el abandono de Vox del hemiciclo

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El Congreso de los Diputados ha dado este martes el primer paso para blindar en su Reglamento el uso de las lenguas cooficiales. En el primer pleno multilingüe, con los diputados que así lo han querido hablando ya catalán, euskera ... y gallego, y con otros tantos obligados a utilizar pinganillos para entender al orador en el uso de la palabra, la Cámara Baja ha aprobado la toma en consideración de la reforma reglamentaria para garantizar su empleo de ahora en adelante. La toma en consideración se ha aprobado con 176 votos a favor, 169 en contra y 2 abstenciones, y su tramitación en lectura única, con 179 síes y 171 noes.

Poco importa que los 350 diputados presentes en el Congreso hablen español, idioma común de todos los españoles; los traductores son ya una realidad en la vida parlamentaria. Hace unos meses, todavía en la anterior legislatura, el PSOE se negó a reformar el Reglamento para que se permita el uso de las lenguas cooficiales. No obstante, la nueva presidenta de la Cámara Baja, la socialista Francina Armengol, prometió en su primer discurso en el cargo que bajo su mandato, todas las lenguas oficiales en algún lugar del territorio nacional podrán emplearse en igualdad de condiciones con el castellano. Dicho y hecho.

A ese compromiso llegó el PSOE con ERC y con Junts, actores que serán claves para que Pedro Sánchez repita como presidente del Gobierno, para la constitución de la Mesa del Congreso. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha pedido a Armengol que no permitiese este martes el uso de las lenguas cooficiales, porque precisamente la Cámara Baja debate esta semana si modifica su Reglamento para dar cabida a estos idiomas. La presidenta ha desatendido la reclamación de la portavoz popular, y ha ordenado el inicio del debate, abierto por el socialista José Ramón Besteiro, quien ha intercalado el gallego y el castellano.

La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, lo ha interrumpido para protestar cuando ha comenzado a usar el gallego, pero la presidenta Armengol le ha negado el uso de la palabra. La bancada de Vox se ha puesto en pie y ha abandonado el hemiciclo, dejando los equipos de traducción sobre el escaño del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en una simbólica imagen de rechazo.

Aizpurua reivindica el euskera como prueba de la «nación» vasca y Nogueras avisa que en unas semanas se hablará «del derecho de autodeterminación»

Con Vox ya fuera del hemiciclo —aunque ha sido como el Guadiana, porque ha reaparecido cuando ha intervenido el diputado de UPN y se ha vuelto a marchar cuando Borja Sémper (PP) ha utilizado el vasco—, ha arrancado un debate con posturas muy enfrentadas, y con un empleo variopinto de las diversas lenguas de España.

Rufián, solo en catalán de primeras

Gabriel Rufián (ERC) ha intervenido íntegramente en catalán en su primera intervención, mientras que Mertxe Aizpurua (Bildu) ha optado por hablar primero en euskera y repetir su intervención después en español. En las elecciones del 23J, respecto a las generales del 10N, los partidos independentistas y nacionalistas se dejaron más de 800.000 votos y una decena de escaños, pero la coyuntura política ha provocado que las reivindicaciones nacionalistas hayan resonado con más fuerza que nunca.

El PP acusa al PSOE de hacer algo en lo que «no cree» y Vox anuncia que no usará pinganillos: «Se los pueden ahorrar»

El socialista Besteiro, en un ejercicio de amnesia selectiva, ha olvidado que hasta ahora el PSOE se oponía a que se hablase en un idioma distinto al español en el Congreso, y ha señalado que ya se emplean desde hace años las lenguas cooficiales en el Senado —cámara territorial donde también están representados los parlamentos autonómicos— y que el PP no hizo nada por cambiarlo. «El rechazo del Grupo Popular me resulta tan incomprensible como doloroso. Me duele que el partido que gobierna en Galicia quiera impedir que se hable en gallego en esta cámara», ha afirmado, llegando a comparar la oposición del PP con su rechazo en el pasado a las leyes del aborto, del matrimonio igualitario o de la eutanasia.

«El señor Besteiro se dolía, mostraba desgarro. No se ha dolido ni se ha desgarrado nunca en la historia reciente cuando el PSOE ha votado lo mismo que nosotros. Vivimos tiempos en los que quienes desprecian lo común tienen demasiado protagonismo», le ha contestado Borja Sémper (PP), quien ha utilizado frases en vasco durante su intervención, según ha explicado después, para demostrar lo que ya se podía hacer hasta ahora en el Congreso. El diputado popular ha negado que esta iniciativa busque la protección del catalán, el euskera y el gallego, y ha reivindicado que ningún país europeo ha hecho tanto como España por el fomento de las lenguas minoritarias.

Una reforma «atropellada»

«Esto responde a una única realidad y a un único problema: que Pedro Sánchez necesita los votos de los independentistas», ha sentenciado Sémper, después de criticar, además, la forma «atropellada» con la que se ha tramitado esta reforma, que se verá en lectura única y se aprobará definitivamente este jueves, para que los plazos permitan que las lenguas cooficiales se usen ya antes de una hipotética investidura de Sánchez si, como todo parece indicar, fracasa la de Alberto Núñez Feijóo.

La portavoz de Sumar en el Congreso, Marta Lois, en gallego, ha defendido la pluralidad lingüística como una riqueza del Estado en su conjunto, no solo de las comunidades autónomas con las lenguas cooficiales y ha afirmado que hoy se ve un debate entre dos Españas, una de las cuales, «en blanco y negro», busca «constantes enemigos internos». «Está la posibilidad de que una diputada gallega hable en catalán o que una diputada catalana entienda euskera aunque no lo hable». ha dicho, y ha rechazado también las críticas al coste de la traducción simultánea: «Es una gota de agua en los océanos de los Presupuestos».

Rufián ha criticado a Sémper por decir este lunes que su grupo no iba a hacer «el canelo» en el Congreso respecto a las lenguas cooficiales, Aizpurua ha alegado que el euskera es la evidencia de la existencia de la «nación» vasca y Joseba Agirretxea (PNV) se ha preguntado irónicamente, esto último en alusión al PSOE, por qué hoy es posible lo que hace un año no lo era. «Hacer el canelo no es hablar en catalán, hacer el canelo es comprar las componendas de los independentistas», ha replicado Sémper, hacia quien Rufián ha tenido palabras de mordiente reconocimiento: «Ojalá la derecha española se pareciese más a usted que a [Isabel Díaz] Ayuso. Pero mire lo que ha pasado, cuando ha hablado en euskera, su socio [Vox] se ha ido».

Míriam Nogueras (Junts), tras la defensa de la iniciativa y los turnos en contra, ha subrayado que en su partido tienen claro que el PSOE actúa por «obligación» y no por «convicción». «El derecho a hablar en catalán no se había respetado, como tampoco el derecho a la autodeterminación, pero de esto hablaremos en unas semanas», ha advertido, con la vista ya en la investidura de Sánchez.

Tras ella ha intervenido Pepa Millán (Vox), con su grupo ya sentado en sus escaños, quien ha acusado a Sánchez de tener el único objetivo del «poder por el poder». «El PSOE se va a convertir en el brazo ejecutor de una medida que rechazaba», ha afirmado, y ha criticado que se convierta la sede de la soberanía nacional «en una torre de Babel artificiosa». «Díganos, señora [Yolanda] Díaz, ¿en qué idioma habló usted en su reunión con el prófugo hace unos días?», ha preguntado a la vicepresidenta en funciones, antes de anunciar que no utilizarán los pinganillos para escuchar la traducción de otras lenguas. «Se los pueden ahorrar».

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