Ximo Puig maniobra con tránsfugas para rebajar 'in extremis' el listón electoral al 3%
El tripartito valenciano teme que un mal resultado de Podemos le impida gobernar tras los comicios autonómicos de mayo
La reforma electoral que negocia Ximo Puig vulnera el código de buenas prácticas de la UE
El PP rechaza la reforma electoral de Ximo Puig porque «cambia las normas a mitad de la partida»
Imagen del encuentro entre el presidente de la Geneneralitat Valenciana, Ximo Puig, y la nueva síndica de Ciudadanos, Mamen Peris, celebrado el 2 de febrero
Los tres grupos parlamentarios de izquierdas que sustentan el Gobierno de Ximo Puig negocian con Ciudadanos la rebaja del listón –del 5 al 3% de los votos– para acceder a las Cortes Valencianas a tres meses de las elecciones. La propuesta ha ido dando ... tumbos durante siete años en la Cámara autonómica, pero ahora PSPV, Compromís y Unides Podem ven con buenos ojos recuperarla ante el temor de que los morados no obtengan representación parlamentaria y no pueda reeditarse el actual Ejecutivo de coalición. En 2019 apenas rozaron el 8% de las papeletas y las últimas encuestas les sitúan por debajo del umbral actual.
Además del 'sí' de Ciudadanos, para modificar la ley electoral valenciana resultaría necesario también el voto favorable de uno de los seis diputados del grupo de no adscritos, al precisar de una mayoría cualificada. Tras la salida de su antecesora al PP, la nueva portavoz de la formación naranja, Mamen Peris, aseguró hace unos días que «si hay voluntad» se podría llegar a tiempo para que la norma estuviera lista de cara a los comicios del 28 de mayo. Pese a las discrepancias internas, según ha podido saber ABC, el grupo parlamentario reunido alcanzó ayer un acuerdo unánime favorable a modificar el texto vigente desde 1987.
El último documento conjunto registrado por el Gobierno del Botànic en octubre de 2020 incluía también otros cambios en la ley electoral, como la obligatoriedad de los debates televisivos o un 'mailing' colectivo. El tripartito se había topado con la negativa de la oposición hasta que un Ciudadanos ya desangrándose tras la marcha de Toni Cantó empezó a ver más clara la jugada. Para entonces –a mediados de 2021-– los números ya no daban. La salida de cinco diputados naranjas al grupo de no adscritos zanjó el debate.
Para modificar esta norma se necesitan dos tercios de la Cámara, es decir, 66 de los 99 escaños. Con los votos de PP y Vox en contra, la izquierda -PSPV, Compromís y Unides Podem- sumaría 52. Con los 13 de Ciudadanos ya confirmados, se alcanzarían los 65. Faltaría solo uno, pero conseguirlo no parece una tarea fácil, pues habría que pescar entre los cinco tránsfugas de esta última formación y una diputada más que abandonó Vox.
Contactos a contrarreloj
Tres de ellos –Jesús Salmerón, Vicente Fernández y Rebeca Serna (ex de Vox)– ya han manifestado su oposición. Los otros tres –Sunsi Sanchis, Cristina Gabarda y José Antonio Martínez– no se han pronunciado públicamente. Al respecto, Salmerón confirmó ayer a este periódico los contactos para tantear su posición, que no se ha movido un ápice: «La rebaja solo provocará que partidos extremistas o localistas entren en las Cortes y aten las manos al Consell». El ahora candidato por el PP en la localidad de Gátova negó también que alguno de sus compañeros en el grupo de no adscritos fuera a apoyar la iniciativa. Lo contrario, afirmó, sería «incoherente». Otras fuentes consultadas no cierran la puerta a que eso termine ocurriendo.
El tiempo apremia. En teoría solo quedan dos plenos en lo que resta de legislatura y en el orden del día de uno de ellos –el que se celebrará en el hemiciclo de las Cortes este próximo miércoles y jueves– no se ha incluido este punto. Por tanto, el horizonte sería el pleno extraordinario de marzo. No obstante, existe la posibilidad de convocar a sus señorías en una tercera fecha antes de que se disuelva el Parlamento.
Las encuestas pronostican la cita con las urnas más reñida de la historia en la Comunidad Valenciana, con los bloques más empatados que nunca. Tanto es así que, de rebajarse el listón electoral, podría servir también a la izquierda para hacer restar algún escaño al PP, si finalmente Ciudadanos obtuviera representación. En los últimos comicios autonómicos, los naranjas se convirtieron en tercera fuerza política (17,45%) con Toni Cantó a la cabeza. Cuatro años después, esta se antoja su última bala para evitar la descomposición total.
Tras estrenarse en el cargo, Mamen Peris mantuvo una reunión institucional el pasado 2 de febrero con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Un encuentro que para muchos evidenció un acercamiento de posturas en plena refundación del partido y en el que ambos conversaron sobre las posibilidades de que salga adelante esta reforma legislativa. La charla se produjo, además, justo una hora después de que la anterior portavoz del grupo parlamentario, Ruth Merino, anunciara su fichaje por el equipo económico del líder de los populares valencianos, Carlos Mazón. Merino había dimitido solo tres semanas antes.