Los riesgos de comprar juguetes falsificados para Reyes: pueden perjudicar al aparato reproductor del niño por sus materiales
El instituto español Aiju orienta con otros expertos europeos a los padres para detectar con una app las imitaciones y no dejarse embaucar por los precios
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Juguetes falsificados intervenidos por la Policía, en una imagen de archivo.
La elección de los juguetes que los padres regalan a sus hijos en estas fechas para Reyes, en las que se concentran muchas ventas de todo el año, tiene más trascendencia de la que parece. La proliferación de falsificaciones con el reclamo del ... bajo precio entraña riesgos por los materiales con que están fabricados algunos de esos artículos, como por ejemplo, perjudicar al aparato reproductor del niño.
El Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (Aiju) de Ibi (Alicante) ofrece orientación a las familias con sus propios expertos y otros que participan en un proyecto europeo -CounterRisk- con «mini-píldoras formativas con vídeos, lecciones, imágenes, material de lectura, actividades, tests, infográficos» a través de una app gratuita.
Ficha descriptiva de un juguete falsificado con la alusión a los ftalatos y el «sistema reproductor del niño».
En uno de esos vídeos explicativos en su web, se ve la ficha de un juguete fraudulento detectado en el mercado, fabricado con unos ftalatos -unas sustancias químicas utilizadas para ablandar el plástico rígido- que pueden causar en contacto con el ser human esos problemas de salud relacionados potencialmente con la esterilidad en la edad adulta.
«¿Se lo darías a tu bebé?»
Este audiovisual difundido en Youtube con el epígrafe «¿Se lo darías a tu bebé?» muestra un ejemplo de juguete fabricado con este material, que describe en inglés como un artículo que contiene una cantidad del mismo que «puede perjudicar a la salud del niño, causar un posible daño al sistema reproductor» y no está conforme a la regulación.
Como explica Mª Cruz Arenas, responsable del proyecto en AIJU, «el concepto de compra responsable cobra especial relevancia en épocas señaladas como es la Navidad. En este período, la presencia de juguetes falsificados en el mercado aumenta según disminuye el stock de los productos originales debido a la alta demanda y los consumidores deben ser conscientes de los peligros de ciertos productos para la salud de sus hijos y ser capaces de identificarlos».
Sin entrar en muchos detalles, los especialistas apuntan a que estos artículos pueden resultar «dañinos», aunque en la información más precisa proporcionada a los organizaciones de consumidores y los fabricantes sí se pueden encontrar las consecuencias posibles del contacto para el usuario, en este caso, los niños. Los más evidentes suelen ser de seguridad, como el peligro de atragantamiento por tener piezas demasiado pequeñas o un montaje menos cuidadoso que hace los juguetes de imitación más frágiles y se pueden desprender algunas partes.
Pero hay otros muchos: «La presencia de sustancias tóxicas que superan los límites permitidos por las normativas de seguridad, materiales de mala calidad, peligros eléctricos o riesgo de quemaduras», alertan.
Técnicos en los laboratorios de Aiju para ensayos con juguetes.
Además, el auge del comercio electrónico ha supuesto una ventana al mercado de las falsificaciones. Según un estudio de EUIPO y la OCDE, más del 50% de las incautaciones de productos falsificados, importados en la UE, están relacionados con el comercio online, y los juguetes se encuentran entre las tres categorías más usuales junto a accesorios para móviles y envases, tal como resaltan desde el instituto Aiju.
Otro informe, en este caso realizado en Estados Unidos y titulado «Padres y las Falsificaciones Online», reveló que los padres no son capaces, a priori, de identificar el nivel de inseguridad que suponen los juguetes falsificados, hasta que se les muestran imágenes de juguetes auténticos comparados con los falsificados. «Lo que pone de manifiesto que los consumidores son más susceptibles de ser engañados de lo que ellos mismos creen», según estos expertos.
«En general, los juguetes no se perciben como productos peligrosos porque, a simple vista, pueden tener muchas similitudes con el producto original. Sin embargo, en una silla de coche la percepción del riesgo es distinta, y el consumidor no está dispuesto a adquirir un producto falsificado puesto que se percibe de forma clara que la seguridad y salud de su hijo está en juego», indica Mª Cruz Arenas.
Este sistema de consulta, que también asesora a empresas y a entidades, está disponible las 24 horas, es gratuito y funciona en cinco idiomas.
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