Resistir y no ir a declarar voluntariamente: el plan del presidente de la Generalitat

Los últimos pronunciamientos judiciales no cambian «nada» en la estrategia del barón del PP, pese a que la juez que investiga la gestión de la catatrófica dana del 29 de octubre ha enmendado el relato político que el Ejecutivo regional viene defendiendo: sí hubo avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) remitió información a través de sus sistemas y se produjeron casi 20.000 llamadas al 112 durante aquella fatídica jornada. Sin embargo, la alerta a la población llegó demasiado tarde, argumenta la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Catarroja.

Pero tanto desde la Generalitat como desde el PP valenciano quitan hierro a lo que consideran que ni es una sentencia ni un escrito de conclusiones, sino un pronunciamiento en una fase muy inicial de un proceso complejo. El mismo Mazón insitió este miércoles en que el auto «no es firme» y garantizó que su gobierno seguirá colaborando. Ni se siente señalado por la juez ni nadie del Consell contempla personarse «hasta el momento» en la causa, después de que la magistrada rechazara citarle a declarar por su condición de aforado e indicara que, en cualquier caso, él tiene la opción de solicitar su comparecencia voluntariamente, algo que ha descartado. 

«Más allá de los sentimientos, yo estoy muy seguro de que la Generalitat ha actuado con la mayor y la mejor diligencia en todo momento», aseveró, al tiempo que no quiso valorar la imputación de su ex consellera de Justicia e Interior Salomé Pradas y del ex secretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso.

El Gobierno de Mazón sigue poniendo el foco en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que no visita la zona cero desde el 3 de noviembre. A su favor, una asociación de víctimas recurrirá en apelación el auto de la juez que rechaza investigar al presidente de la CHJ, Miguel Polo.

No está en los planes del PP valenciano personarse como acusación popular en la causa, como sí han hecho el PSOE y Podemos. La dirección autonómica sigue cerrando filas con Mazón, a más de dos años de las elecciones, pese a la petición de una corriente del partido -afines de Francisco Camps- para que se convoque el congreso regional, previsto para este verano y aplazado sine die. Algunas fuentes consultadas admiten que la relación con Génova no es la mejor, pero los contactos nunca han cesado.

De momento, los presupuestos autonómicos, que podrían suponer un balón de oxígeno para Mazón, siguen durmiendo el sueño de los justos tras reorganizarse varias veces el calendario parlamentario. El diálogo con Vox -cuyos votos necesita el PP para sacarlos adelante- no se ha roto. Consideran que no es momento de dimisiones, pero se niegan a aprobar partidas sobre políticas verdes e inmigración. Mientras, a la izquierda no le salen las cuentas para una moción de censura. Los socialistas presentaran este miércoles su propuesta, sin aclarar de qué se trata.