La actuación ha sido llevada a cabo por la patrulla del Seprona de la Guardia Civil de San Mateo, cuando tuvieron conocimiento a través de la Policía Local de Benicarló que, en una parcela del municipio, había varios perros en malas condiciones higiénico-sanitarias, supuestamente a cargo de una persona que no es su propietario.
Cuando los agentes inspeccionaron el lugar, se encontraron once canes adultos de raza bulldog americano, con notables indicios de obesidad, cuatro de ellos con heridas ulcerosas infectadas y cubiertas de insectos y una hembra con las orejas amputadas.
Los perros eran alimentados con carcasas de pollo crudas en estado de putrefacción que almacenaban en un congelador desconectado de la corriente eléctrica y ubicado en el exterior de la vivienda.
Realizadas las comprobaciones oportunas, la patrulla constató que dos de ellos no se encontraban inscritos en el RIVIA (Registro de Identificación de Animales de la Comunidad Valencia), no aportando datos sobre la vacunación antirrábica obligatoria en la Comunidad Valenciana.
El cuidador de los perros ha sido investigado como presunto autor de un delito de maltrato animal. Las diligencias instruidas han sido remitidas a los Juzgados de Vinaròs.
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