«Se le murió en brazos»: conmoción en Alaquàs por la muerte a tiros de un hombre
El hijo de fallecido vio como disparaban tres veces a su padre en la puerta de su casa
El joven armado y atrincherado en Agost se suicida de un tiro de escopeta tras 35 horas de encierro
Valencia
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Iniciar sesiónUna vecina del hombre fallecido este miércoles por la noche tras ser tiroteado en una casa en el barrio de Los Faroles de Alaquàs (Valencia) ha relatado que el hijo de la víctima, un chico de 15 años, fue quien abrió la puerta ... al autor del crimen, que le pidió ver a su padre y, acto seguido, le disparó tres veces allí mismo.
El joven salió «pidiendo socorro» y gritando «han matado a mi padre». Fue su propio marido el que le estuvo taponando la herida hasta que llegaron la Policía y los sanitarios. «Se le murió a mi marido en los brazos», ha relatado esta vecina quien ha recalcado que el presunto autor de los disparos «ni llegó a entrar a la casa».
«Abrió el chico la puerta. ¿Está tu padre? Papá, te buscan dijo y a bocajarro: pum, pum, pum, los tres tiros», ha explicado, para añadir que también intentaron matar al hijo, pero el joven propinó una patada a la puerta, la cerró y evitó que le dispararan.
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Así lo ha detallado en declaraciones a los medios de comunicación esta testigo de los hechos que, en un primer momento, pensó que se trataba de «petardos». Ella se dirigía a un comercio cuando lo oyó y, tras volver a oír un segundo «pum», cayó en la cuenta de que parecían «como disparos». Entonces, decidió quedarse «escondida» durante, al menos, tres minutos.
«Digo están pegando tiros. Y a los 5 minutos me asomo y salía el hijo pidiendo socorro, por favor, que han matado a mi padre», ha dicho, y ha indicado que aún está «temblando» por lo vivido. La mujer relata que, al igual que otros vecinos, empezó a llamar a la Policía, pero no contestaba a los teléfonos, y tardaron más de 20 minutos en llegar.
«Un tiro en el corazón»
«Mi marido fue el que bajó corriendo y le taponó (el pecho) porque llevaba un tiro en el corazón», afirma, y describe cómo su marido pedía ayuda porque su vecino se estaba «desangrando». «Se le murió a mi marido en los brazos. Mi marido no ha podido bajar desde los diazepanes que lleva», ha asegurado. En todo ese tiempo, el hijo de la víctima estaba con él, «muy nervioso» y «gritando».
El fallecido, de 40 años, llevaba unos cinco o seis años viviendo allí. «Él iba a su rollo; no de meterse con los vecinos; era un buen chico», ha indicado, y ha añadido que ella no llegó a ver el coche rojo que busca la Policía precisamente porque se escondió. los investigadores le han trasladado que si le hubiera visto la cara «igual te hubiese pegado un tiro a ti».
La mujer sabe que están buscando a un sospechoso, que no es de Alaquás, y apunta a un móvil de celos detrás del crimen. Esa es también la opinión de otra vecina que ha explicado que vio muchos coches de Policía y pensó que había pasado «algo muy gordo». «Casi siempre aquí en el barrio puede haber ajustes de cuentas, o de droga, o navajazos, o pistoletazos entre otro bando gitano. Pero ves muchos coches de Policía y aquí ha habido algo muy gordo», ha concluido.
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