¡Pero si se entienden en español!

Sí, se compinchan para ver cómo pueden seguir ordeñando las ubres del Estado a base de amenazas y chantajes. O de vender votos a precio de amnistía, tal como está logrando Puigdemont para vergüenza de los socialistas buenos, que algunos hay, pero casi todos afónicos. Y de regodeo de aquellos que más que socialistas se declaran 'sanchistas' y aplauden bobaliconamente todas las sandeces de su líder, incluidas sus meteduras de pata contra Israel y a favor de Hamás.

La portada del ABC del último sábado de este noviembre es de lo más reveladora. Mesa rectangular con predomino machista. Una mujer y cinco hombres, reunión por tanto del todo ilegal sobre la que debería pronunciarse la nueva titular del Ministerio de Igualdad, condenando como poco, la falta de sensibilidad feminista de ambas formaciones. Claro que pedirle al PNV esa sensibilidad son ganas de perder el tiempo. Cómo no recordar lo que dijo de la mujer un racista misógino como lo fue en grado superlativo Sabino Arana, fundador del partido que no sienta a ninguna mujer en esa mesa.

«La mujer es vana, es superficial, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana». ¿Quieren más piropos del tal Sabino? Aquí dejo dos más, para que no queden dudas sobre lo que pensaba el padre del nacionalismo vasco, y que no desmienten sus epígonos: «Es inferior al hombre en cabeza y corazón. ¿Qué sería de la mujer si el hombre no la amara? Bestia de carga, e instrumento de su bestial pasión: nada más».

Pasó por el Ministerio de Igualdad la marquesita de Galapagar, ahora fija discontinua, y no tuvo tiempo de dedicar reproche alguno a un machirulo como Arana. Ni un minuto. Y la nueva, que todavía no sé cómo se llama, no parece que tenga prisa alguna por hacer un comentario de texto, o al menos tuit, contra el tal Sabino.

Vayamos al detalle que nos plasma la foto y que no debemos dejar pasar por alto. ¿Han visto ustedes que alguno de los seis que toman asiento junto la señera y la ikurriña lleve puesto cascos para disponer de traducción simultánea y poder entenderse si, como parece propio de partidos nacionalistas, que reivindican e imponen su lengua materna en el Congreso de los Diputados y antes ya lo consiguieron en el Senado, también habrán hablado catalán y eusquera en este encuentro?

Pues no. Si ellos y ella no pueden entenderse si se hablan en vasco y catalán, y tampoco hacen uso de los cascos de traducción, caben tres hipótesis. Que conversasen en esperanto, lo que sería raro del todo tratándose de una utópica lengua que hoy en día sólo cuenta con cien mil hablantes en todo el mundo. Que lo hiciesen en inglés, también es descartable no estando Pedro Sánchez entre ellos porque ahora es el único que lo habla. La tercera y más que probable hipótesis es que los muy cabrones recurrieron al castellano para entenderse.

O sea, que lo de la defensa que hacen los nacionalistas de las que llaman lenguas maternas, que han conseguido sean de uso oficial en nuestro Parlamento –porque su coste sale de los Presupuestos del Estado– se queda en nada si son ellos los que tienen que sufragar los traductores. ¡Qué manera de hacer el ridículo! Ahora bien, nadie les dirá nada porque criticar a estos 'necionalistas' (sí, he escrito eso y así es lo que quiero decir: 'necionalistas') es algo que está entre lo impensable, imposible y/o inconveniente en un país como España que cuenta con tan elevado número de habitantes cada vez está más atontados y amodorrados por culpa del bromuro que nos endilga cotidianamente la propaganda 'sanchist'a.