Al punto
Una nutricionista era lo que faltaba
«Tenemos un nuevo ministerio, el de Juventud e Infancia, que ha sido adjudicado a una mujer que aunque nacida en Valencia no ha ejercido nunca, según parece, de paisana nuestra»
Manifestación en Valencia el sábado 25 de noviembre contra la amnistía, el referéndum y el pacto de Sánchez con Puigdemont: hora de inicio e itinerario
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Iniciar sesiónMe tomé mi tiempo para leer con calma –lo que no es nada fácil, tratándose de lo que se trata— la composición del nuevo/viejo gobierno de Pedro Sánchez, porque no era cosa de sufrir un empacho siendo tan prolijo y extenso la relación ... de elegidos, elegidas y elegides, así como de repetidores. Una vez que –exhausto, lo confieso— terminé la lectura de la larga lista de ministros, ministras y ministres, y de los ministerios que les han sido encomendados en esta suerte de tómbola sanchista, reparo en que tenemos un nuevo ministerio, el de Juventud e Infancia, que ha sido adjudicado a una mujer que aunque nacida en Valencia no ha ejercido nunca, según parece, de paisana nuestra.
Como tengo pocos datos de la beneficiada Sara, perdón, Sira Rego, recurro a Wikipedia. De entrada, me ofrece una sorpresa. Dice que la nacieron un 20-N (con 365 días que tiene el año, venir a nacer el mismo que murió Franco tiene su aquel). Y más me sorprende que no mencione el nombre de la madre que la parió. Textual: «nacida el 20 de noviembre de 1973 en Valencia de padre palestino».
Entiendo que según donde puede tener tirón lo del padre palestino, pero madre no hay más que una y hoy en día, por mucho que adelanten las ciencias una barbaridad, sin vientre materno no hay posibilidad de engendrar un hijo. Por muy palestino que sea el padre.
Más datos del currículum de la nueva ministra: «Diplomada en nutrición humana y dietética por la Universidad Autónoma de Madrid, y ha trabajado como nutricionista en una cooperativa en proyectos relacionados con mujeres y planificación, salud sexual y reproductiva». A la vista que está que son méritos que justifican sobradamente la perspicacia del presidente del Gobierno para sentarla en la mesa del Consejo de ministros. Y ministras, según coletilla inclusiva de la que hicieron uso ellas cuando prometieron fidelidades constitucionales y monárquicas, así como mantener secreto sobre las deliberaciones de sus reuniones ministeriales.
«Detesto la violencia. Soy una convencida de la Paz y de la palabra». Así se puede leer en una pomposa declaración que firma Sira Rego, que por cierto no incluye uno de dos apellidos, el de Abed, ella sabrá porqué. Otros tuits suyos no son que digamos un repudio a la violencia. Ha circulado uno que me ha parecido tan idiota que he pensado si se trataría de un fake. «El paro lo crean los que despiden. Y los que despiden son los empresarios. Acabando con los empresarios acabaremos con el desempleo». En efecto, es falso y así lo dejo aclarado. También para que quienes lo reciban no caigan en el error de reenviarlo.
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Lo que no falso es que esta misma individua, que por muy ministra que la haya hecho Sánchez no deja de ser una individua de lo más falsa y contradictoria. ¿Fue sincera cuándo tras ser nombrada prometió el pasado martes, y en presencia de Felipe VI, «lealtad al Rey» o más bien su verdadero pensamiento es el que escribió en Twitter, en plena pandemia, sobre la Monarquía Española tildándola de ser «una una infección hereditaria y corrupta contra la que sí tenemos una vacuna»?
Podía haber probado de repetir ahora la fórmula que utilizó hace cuatro años al tomar posesión como eurodiputada cuando dijo que «desde mis principios republicanos, sí prometo por imperativo legal». Pero no, ahora no. Sentarse en una poltrona ministerial, aunque sea la de Juventud e Infancia, propicia las más extraña mutaciones y cambios de opinión y promesa
Como tampoco es falso el paseíllo que la ya ministra Rego (sin acento, aunque un buen regó más bien podría servirle para aclararle las ideas) hizo por los pasillos del Parlamento Europeo, con una bandera republicana echada sobre los hombros, cantando La Internacional.
¿Qué se puede esperar de alguien que da vivas a Lenin, Chávez y Maduro por considerar que son sus líderes? Con semejante currículum vitae y su historial académico, por muy nutricionista que sea, ningún otro presidente de una democracia europea le ofrecería un ministerio. Ni siquiera el de Infancia y Juventud salvo que Sánchez tenga decidido que las competencias de Sira Rego no pasen de determinar la clase de potitos que deben tomar los bebés. Los pocos bebés que nacen en esta España nuestra cada vez más despoblada. Y sedada.
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