Los líderes provinciales de Valencia y Alicante, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, han aceptado apoyar a Morant e integrarse en la futura dirección que pilotará la renovación del partido tras dar Puig un paso atrás. Los detalles de ese pacto todavía están por cerrar. Los tres habían sido convocados este martes a una reunión con el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, en la madrileña sede de Ferraz tras formalizar sus precandidaturas al congreso extraordinario que el PSPV celebrará del 22 al 24 de marzo en Benicàssim.
La formación se evita así el proceso de recogida de avales -que empezaba este miércoles-, campaña y votaciones al que estaba abocado. Un calendario que habría coincidido con las elecciones gallegas, pues la primera vuelta de las primarias estaba fijada para el 25 de febrero, una semana después de estos comicios autonómicos.
Aunque en público se ha defendido la independencia del procedimiento, el propósito de la cúpula nacional siempre ha sido armar una candidatura única en torno a Diana Morant, ante el miedo a repetir las guerras internas del pasado entre las distintas familias del partido.
Morant anunció este martes por la tarde, ante medio millar de afiliados y simpatizantes, su intención de tomar el control de la formación y ser candidata a la Generalitat en 2027. Un acto llevado a cabo en Gandía, localidad de la que fue alcaldesa, en el que se evidenció que el sector de Ximo Puig -algunas de las figuras más relevantes del partido a nivel autonómico- estaban de su lado. Quien no pudo asistir, se encargo de expresarlo en redes sociales.
Bielsa y Soler formalizaron horas antes, de forma presencial, su precandidatura a las primarias. El alcalde de Mislata llegó a la sede del PSPV rodeado de militantes y pidiendo un cambio de rumbo. El dirigente alicantino y diputado nacional ya se había adelantado al resto con un evento en Elche, el pasado viernes, en el que congregó a alcaldes y diputados de la provincia.
Las negociaciones a tres bandas no habían fructificado hasta ahora pese a que se habían intensificado en las últimas semanas. La reunión de la Ejecutiva del PSPV que debía marcar las fechas del cónclave socialista se aplazó en dos ocasiones, a la espera de un consenso que no llegó ni en la convención nacional de La Coruña, ni en Fitur, donde los aspirantes coincidieron.
Pese a ello, y entre mensajes apelando a la importancia de las bases, la predisposición al diálogo siempre ha estado encima de la mesa. Algunas fuentes apuntan a que la presión sobre los dos barones provinciales se habría redoblado entre voces autorizadas de sus propios feudos, que les habrían advertido de posibles fugas de votos al enfrentarse a una toda ministra con el apoyo del aparato del partido.
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