La española accidentada en Tailandia ya respira de forma natural tras cuatro meses en la UCI

Según confirman fuentes del entorno de la valenciana natural de la localidad de Godelleta, este nuevo hito relativo a su convalecencia «ha costado muchos esfuerzos», tanto para ella como para su familia. La decisión médica llega después de que los facultativos encargados de su cuidado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital La Fe de Valencia certificaran el éxito de los entrenamientos de respiración autónoma. «Mucho entrenar esa respiración y confiar, dejando de lado el miedo», señala su familia.

«La perseverancia ha ganado y nuestra pequeña tacha un logro de la infinita lista de cosas que nos quedan por cumplir en este largo camino», apuntan sus allegados, quienes en diferentes ocasiones han tenido que escuchar que «no sería capaz». «Siempre hay un hada madrina en todas las historias que hace posible la magia. A ti, nuestra hada vestida de enfermera, gracias por creer en ella y por enseñarnos que el miedo forma parte de la protección pero que la valentía reside en la confianza», agradecen a los sanitarios que cuidan de Ángela desde el pasado 7 de noviembre, cuando pudo regresar a España.

Así, manifiestan que con «prudencia y esperanza», por «insignificante que parezca», Ángela «nos ha enseñado a valorar lo más diminuto de la vida», afirman sobre la joven que desde hace un mes también es capaz de abrir un ojo, con lo que ello representa como halo de esperanza para sus seres queridos.

Fue el pasado 6 de octubre, durante unas vacaciones en Tailandia junto a su pareja, cuando ambos sufrieron un grave accidente de moto en la isla de Koh Samui. Ella se llevó la peor parte y quedó en estado crítico debido a un traumatismo craneoencefálico severo que la dejó en coma. Tuvo que ser ingresada de inmediato en un hospital, donde los costos diarios ascendían a 5.000 euros, lo que derivó que el seguro de viaje -de 75.000 euros- se agotara rápidamente.

Ante esta situación, la familia lanzó una campaña de crowdfunding a través de redes sociales con la que llegó a recaudar poco más de 300.000 euros, cantidad, junto a lo donado en otra cuenta bancaria paralela, que permitió cubrir los gastos hospitalarios y contratar un avión medicalizado privado para su repatriación, después que el Gobierno de España, a través del Ministerio de Defensa y el de Asuntos Exteriores, se lo denegaran al no tener disponibles aeronaves militares preparadas para viajes sanitarios complicados.

Finalmente, el 5 de noviembre del año pasado pudo ser trasladada en un avión medicalizado privado de la compañía suiza Rega, acompañada por sus padres y un equipo sanitario de primer nivel, siendo finalmente ingresada en el Hospital La Fe de Valencia, donde en estos últimos casi cuatro meses ha sido sometida a múltiples intervenciones quirúrgicas debido a la gravedad de sus lesiones.

En paralelo, tal y como ha venido informando ABC, la familia de Ángela siempre ha mantenido un compromiso de transparencia con todos los donantes que aportaron capital para traer de vuelta a la valenciana de 25 años. Han publicado detalladamente todas las facturas relativas a los gastos médicos, al traslado en avión y el pago de la comisión de la plataforma de crowdfunding, así como la donación de dinero restante a entidades sin ánimo de lucro y harán lo propio con el montante que tengan que pagar a Hacienda en concepto de impuesto de donaciones.

Conforme adelantó este periódico, la suma de todas estas partidas asciende de los 400.000 euros. El hermano de la valenciana ingresada entregó cerca de 78.000 euros a la Fundación Ángel Nieto, destinada a ayudar a víctimas de accidentes de tráfico. Además, tributó 32.000 euros por todas las donaciones recibidas en la primera cuenta bancaria que abrió y con la que abonó casi la mitad del coste del avión medicalizado.

En cuanto al pago a la Agencia Tributaria, según estimaciones de expertos financieros consultados, la cuenta se elevará por encima de los 100.000 por la segunda recaudación que se viralizó en redes sociales, ya que tributaría casi el máximo según la normativa autonómica porque la intermediaria le realizó un pago único de 285.914,03 euros.