«España tiene enemigos dentro y fuera, por ejemplo Puigdemont»: alerta de los hispanistas en su primer congreso internacional

Aunque la filosofía general de este encuentro ha quedado clara como de aglutinar los esfuerzos de estas entidades -el primer protocolo está firmado por casi una treintena de organizaciones- para la divulgación en positivo y ajenos a la política o los partidismos, en algunos debates ha surgido como era previsible la interferencia del nacionalismo periférico.

Uno de los participantes que más ha incidido en estos peligros para fomentar el conocimiento del hispanismo, Iván Vélez, director de la Fundación Denaes, ha alertado de que en la actualidad se vive «una encrucijada histórica con fuerzas disolventes, unas que están fuera de España y otras dentro, en muchos casos interconectadas, no hay más que pensar en dónde se encuentra el 'golpista' Puigdemont».

Ante esta presión, a su juicio «hay que recargarse de elementos históricos, España no es algo que haya nacido en 1978 ni en 1812», como parecen insinuar sus negacionistas. Por eso, abogó por sumar fuerzas y desmentirlo. «Tenemos un nexo común de todos nosotros, lo que nos une, que es la lengua española», ha subrayado Vélez, para quien «el español está borrado del mundo oficial en un montón de ámbitos y regiones» actualmente.

En este aspecto, ha corroborado a otra asociación, Hablamos Español, presente en esta tribuna y con su presidenta, Gloria Lago, como moderadora del debate.

«La amenaza que se cierne», según el representante de la Fundación Denaes, viene de algunas comunidades: «En España hay una serie de indigenismos -así los he llamado desde hace mucho tiempo- que han surgido al calor de teorías etnolingüísticas que chocan contra los fundamentos de la estructura política».

En este contexto, además, ha situado la actualidad más reciente, con «un ley de amnistía que parece que se está cocinando y unos indultos», otro frente contra el que luchar, a su entender. «Es la amenaza de la que modestamente pretendemos defendernos, en un momento crítico, en una crisis de la que hay que salir de algún modo, en defensa de lo común», ha abundado.

Vélez también ha instado a los presentes a no caer en lo que considera trampas del lenguaje, por lo que defendió hablar de «secesión» y de «golpistas», no de «independentismo o separatismo», términos que forman parte -según su análisis- de «una operación muy bien llevada, como el borrado de los topónimos», que denuncia desde hace tiempo Hablamos Español.

«Ellos sí que tienen una hoja de ruta, para la implantación de unas 'naciones soberanas'», ha alertado el director de una entidad que incluso tuvo que cambiar su nombre original, Fundación para la Defensa de la Nación Española, ya que según la Administración esa denominación era exclusiva del Ministerio de Defensa, lo que les obligó a registrarse como Denaes, una especie de siglas.

«No se quiere que suene en el imaginario» ese concepto de nación y España, apuntó la moderadora del debate.

Por su parte, Vélez recordó como se autodefine esta entidad: «Fundación para la Defensa de la Nación Española frente a una serie de proyectos cuyo objetivo, además programático, público y reiterado, es la destrucción de esta nación llamada España».