Según los últimos datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, los pantanos de la Confederación Hidrográfica del Tajo se encuentran al 60,46% de su capacidad frente al 19,21% de los del Segura. Aparte de este cómputo global, en el caso de los dos embalses que abastecen el acueducto Tajo-Segura, los de Entrepeñas y Buendía, están al 30,26% y el 19,24%, con una suma de 574 hectómetros cúbicos en total, muy por encima del nivel en el que se cortan los trasvases mensuales.
Como referencia para comparar en una perspectiva más amplia en el tiempo, ambos pantanos tienen más volumen hídrico que en la misma semana del año anterior (85 hectómetros más) y también que en la media de los últimos diez años (65). En cambio, en el Segura viven una situación extrema, casi a la mitad del volumen promedio de la década y 163 hectómetros menos que hace justo un año, con una coyuntura de sequía récord para los agricultores.
Aparte del contrate que suele verse entre las realidades de ambos territorios y la abismal diferencia respectiva de capacidad de almacenamiento de recursos hídricos, esta evolución choca con la elevación programada de caudales ecológicos en el Tajo, la cantidad de agua que circula en una medición instantánea, para preservar el río.
Sin sequía
En su última evaluación del Plan Especial de Sequía y Revisión del Plan Hidrológico, el Consejo del Agua del Tajo informó esta semana de que –a fecha de noviembre– «todos los sistemas se encuentran en situación de ausencia de sequía prolongada«.
Además, el pronóstico estacional de Aemet para los próximos tres meses «apunta a una mayor probabilidad de un período más húmedo y con mayores temperaturas de lo normal». En consecuencia, el Ministerio prevé que los dos embalses que abastecen los trasvases se mantengan en Nivel 3 de forma estable. No obstante, desde hace dos años, el Gobierno recorta discrecionalmente las transferencias mensuales para riego.
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