La carta del acusado de matar a Marta Calvo: «No soy un monstruo asesino de mujeres»

«Soy Jorge. Esto fue un accidente. Nunca me imaginé que mi vida fuera a terminar de esta forma», empieza esa misiva. Palma relata de su puño y letra cómo contrato los servicios de una escort, Marta Calvo, la madrugada del 7 de noviembre.

«Respeto y amo a las mujeres», quiere aclarar. La carta señala que, tras tener relaciones sexuales durante la noche, al despertar al día siguiente, la joven estaba muerta. «Al ver la situación me dejé llevar por el pánico y no supe que hacer, más que querer morir junto a ella», asevera Palma.

«Como no podía sacarlo -el cuerpo- yo solo de la casa», prosigue, «compré una sierra para poder cortar sus extremidades» y «puse las bolsas en dos contenedores de Alzira y otro de Silla». «Mi madre no tuvo nada que ver, ni supo esto tan terrible que ocurrió. Ella llegó el 8 de noviembre por la noche de Mallorca, que es donde vive. Vino porque ese día era mi cumpleaños», incide. Aunque le vio preocupado, afirma Jorge Ignacio, nunca le dijo el porqué.

«El miedo de morir en prisión no me deja vivir», lamenta. «Aunque sí fue un accidente, temo que me tomarán como un monstruo asesino de mujeres, el cual no soy, por eso prefiero morir y enfrentarme a la justicia divina». «No dejo de pensar en mi madre, ella es una mujer humilde. Siempre me ha querido», comenta. «He sido ignorante y estúpido. Espero otra vez en otra vida poder hacerla feliz Pido perdón también a la madre dela chica. Fue un accidente», zanja el acusado.

La Fiscalía pide para el procesado 130 años de cárcel, mientras las acusaciones solicitan prisión permanente revisable y la defensa exige la libre absolución. Está previsto que los nueve miembros del jurado popular se retiren a deliberar a partir del lunes 18 de julio, tras más de un mes de vista oral.