«El bote es un beneficio que sale del buen trato al cliente»: el debate sobre si las propinas son del bar o del camarero
Un hostelero suscita críticas en redes sociales por quedarse para reparaciones el dinero extra que dan los clientes aparte de la cuenta, tras difundirlo Jesús Soriano
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Imagen de archivo de un bar en el que un camarero atiende a dos clientes.
¿Para quién se dan las propinas en un bar? El debate abierto por un post del influencer valenciano Jesús Soriano en redes parece apuntar a que la mayoría de internautas consideran que el popular «bote» debe ir para el trabajador.
El ... aviso del «jefe» de un establecimiento de hostelería empieza con un tono un tanto agresivo, como de reproche, al saludar con un elocuente «malas noches para todos» (la última palabra, todo en mayúsculas, para hacer énfasis).
Es para comunicarle a su plantilla, sin el más mínimo rigor ortográfico y gramatical que «la reparación de la zumera sale del bote», además de justificar porque estos donativos extra de la clientela se van a destinar a este menester. «El bote es un beneficio que sale del buen trato al cliente y parte de unas instalaciones buenas, limpias y actuales, las cuales la empresa proporciona y ha proporcionado», subraya.
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Es decir, que si bien admite que la propina viene motivada por el saber hacer de los camareros y resto de empleados con un buen servicio, añade que se fundamenta igualmente en que el equipamiento del bar esté en condiciones y actualizado, cosa que depende del dueño. Finalmente, argumenta que «es deber y obligación el cuidado» de estas instalaciones y sin expresarlo del todo («ya son muchas») se debe deducir que hay roturas frecuentes, por lo que arreglar el exprimidor o máquina de los zumos se sufraga de esta manera: «paga bote».
Ese tono como de castigo al personal del establecimiento cuenta con pocas adhesiones en X (antes Twitter), de entrada, tampoco del influencer valenciano Jesús Soriano, quien lo tiene claro: «El bote, eso que muchos 'empresarios de la hostelería' creen tener todo el poder y derecho de descontar el dinero a sus trabajadores para pagar reparaciones, vasos rotos, o simpas».
No obstante, abundan las reacciones que apuntan a que se eliminen directamente este tipo de aportaciones fuera de la cuenta por las consumiciones, ya que no existen en ningún otro trabajo y dan pie a precariedad laboral. Como quien opina que «si se acabaran las propinas no pasaría. La hostelería y pocos otros trabajos aún siguen esta práctica que parece que beneficia al trabajador cuando lo que hace es realmente que el empresario se aproveche. Y además, ¿cuántos de ustedes reciben propinas para realizar su trabajo?»
Otros revelan que, por ejemplo, en el Reino Unido son individuales, hay quienes sugieren con imaginación que se paguen por Bizum al camarero y también se indica que luego el dueño se desgravará la reparación en sus impuestos, por lo que es un aprovechado.
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